Carolina: "Que un cáncer mate a ciertas personas"

telecinco.es 09/11/2009 07:59

Era el pasado jueves, horas después de las nominaciones terroríficas que tanto le costó hacer a Carolina (aunque una vez le avisaron de que igual se quedaba sin nominar se dio bastante más prisa) cuando esta concursante dijo la frase que encabeza este escrito. Sus palabras fueron exactamente estas: "Yo lo único que sé es que desde hoy hasta que me muera voy a rezar para que un cáncer mate a ciertas personas. Un cáncer, de... de... de estómago". Y añadió: "Voy a rezar desde hoy: Dios te salve María, llena eres de gracia...". Poco más tarde volvía a insistir en la misma idea, aunque en este caso le puso nombre al objeto de sus malos deseos, concretamente Arturo. De este compañero de encierro dijo: "Voy a rezar por él y su estómago".

En ese momento nos descubrió que tiene una mente enferma. Solo un fanático, un demente o un despojo humano puede desear algo así hacia alguien. Mucho menos sin ningún motivo, porque ni Arturo ni ningún otro compañero le ha hecho daño a una Carolina cuyas palabras me dan un asco insondable. No puedo describir lo mucho que repudio a una persona capaz de sentir, e incluso decir, algo así. No vale la excusa de que ha sido producto de un enfado, alterada por una discusión. No había discusión alguna y, además, insistió en su repugnante idea minutos más tarde, aclarando el objeto de su odio, al menos uno de ellos.

Cuando dijo esto solamente fue jaleada por Gerardo, que rió la maldita gracia de Carolina. A Saray se le congeló la sonrisa y hasta Tatiana rechazó esas palabras al instante. Me asquea realmente tener que hablar de un personaje como este. Es en estos momentos cuando preferiría no escribir, no decir nada. Abandonaría mi encierro ahora mismo por no tener que escribir su nombre siquiera. Aún estoy a tiempo de hacerlo. Lo que cuento no lo hemos podido ver en los programas dedicados a Gran Hermano, y posiblemente no lo veremos. Lo cual no quiere decir que no podamos contarlo aquí para que se sepa.

Los vídeos con las frases graciosas de esta concursante están muy bien y suponen un trabajo loable por el que yo también felicito a ese equipo. Pero sinceramente, me parece más interesante saber que Carolina desea un cáncer a personas contra las que no puede tener nada, simplemente compiten al igual que ella por un jugoso botín. Me fascina de este programa que haya quien saque lo mejor de su interior mientras otros dejan salir lo más hediondo y nauseabundo. Esto no es jugar sucio. Es ser sucio.

Este fin de semana ha sido el más duro para este gato comentarista en los nueve años que llevo haciendo esta gratificante labor. La frase de Carolina contribuyó a ello, de igual modo que supera todo lo tolerable el grado de crítica recibida simplemente por decir mi opinión en este blog, algo que llevo haciendo sin descanso todo este tiempo. Me han llamado de todo, insultado gravemente, acusándome de una cosa y la contraria. De no ser porque las presentes letras están escritas por un ser humano en lugar de esbozar apenas una sonrisa me habría descojonado vivo al leer como en el mismo hilo de comentarios uno me acusa de elegir un favorito y defenderlo sin descanso toda la edición mientras otro me acusa de veleta y reclama menos variaciones en mis juicios y valoraciones hacia los concursantes. Una cosa y la contraria sirven para casi cagarse en mis muertos. ¿Mi delito? Simplemente decir lo que pienso. Como hice siempre.

También ha sido duro porque el viernes noche tuve que apagar mi televisión para dejar de ver y escuchar el lavado de cerebro (o el intento, al menos) más inmundo y estomagante que nunca presencié. Creo que desde la octava edición no había dejado de ver la emisión del directo por culpa de un concursante, aunque entonces solamente me taladraba los oídos el verbo incansable de Marusky, a la que recordaré con cariño mientras siga viendo en pantalla a Gerardo. Bien es cierto que la visión de Begoña Alonso presentando un call show en Telecinco, tan bella como siempre y con mareante escote, ganará siempre a la de ese pijo torpe pero con ínfulas que es Gerardo.

Lo voy a contar tal y como yo lo veo, consciente de que opiniones hay para todos los gustos y los más de nueve mil comentarios a la última entrada de este blog son buena muestra de ello. Gerardo pensó tras la gala del pasado jueves que los nominados eran él mismo junto a Carolina y Hans. Así lo expresó en el 'confe' antes de que se le cruzase la idea de que Hans se había salvado esta vez, lo cual le sentó a cuerno quemado y le hizo volver a la sala de confesiones donde algún bendito o bendita le tendría que aguantar un rato más rectificando su exultante felicidad por estar nominado con su enemigo, declarado por él mismo de forma unilateral.

Tras equivocarse por segunda vez en sus cálculos comienza a convencerse de que el grupo formado por Laura, Saray, Toscano y Hans han podido pactar sus nominaciones. Incluso en algún momento llega a pensar en la complicidad de Indhira y Arturo. Craso error, y ya van tres. Aunque en el debate de ayer se viera fugazmente a Toscano haciendo cálculos (es un auténtico 'cerebrín' que deja en palmitos a Juan a la hora de calcular las nominaciones), lo que no nos muestran es lo que sucedió después. Hans rechaza la propuesta de pacto hecha por Toscano. A Indhira tampoco le parece bien y se muestra inquieta, diría que hasta incómoda. Saray, por su parte, se rompe la caja no pudiendo evitar la risa diciendo que parecían como una secta con esa ceremonia en torno al de la silla.

O sea, la realidad es muy distinta de la que nos puedan contar algunos, al menos en los siguientes puntos: a) La propuesta de pacto y consiguientes cálculos no fue idea de Hans sino de Toscano; b) Quien primero la rechaza es Hans; c) Indhira tampoco está de acuerdo e incluso se queja a Arturo, acusando al grupo de pretender ser tan oscuros como aquellos que todos recordamos, aunque no aclara suficientemente que el pacto no es que no se llevase finalmente a término, sino que fue abortado de forma eficaz por Hans antes de que Toscano llegase a desgranar con detalle sus intenciones. Por otra parte, si hubiesen llevado adelante el pacto está claro que Hans habría podido evitar estar nominado esta semana. Buena prueba de que no fue así es que está en la cuerda floja ahora mismo.

Como Gerardo es bastante poco espabilado (además de vago, petulante, fatuo y rufián), acompaña su segunda presunción sobre quienes están nominados esta semana con otra tan inexacta como la primera, por no decir falsa. Considera un hecho cierto que hubo pacto y se lo comienza a reprochar a Toscano en una operación que antes definí como lavado de cerebro. Con su estilo chulesco llama a este concursante marioneta en manos de Hans, tergiversando una realidad que desconoce y atendiendo tan solo al producto de su imaginación. Entre obrar de acuerdo a la realidad o a esa ficción creada por su mente prefiere esto último. Por mí como si se convence de ser más atractivo que Marlon Brando. El problema es que guiado por esa falsa idea machaque a un puñado de compañeros, precisamente quienes le nominaron a él.

Es curioso que Gerardo acuse de pactar las nominaciones cuando igual se pudiera pensar en la sindicación de votos entre él y Tatiana (votaron exactamente lo mismo), por ejemplo. E idéntica duda podría surgir de que ellos dos y Carolina coincidan en el mismo nominado de tres puntos, precisamente su odiado Hans. La conversación con Toscano tiene lugar en medio de la fiesta del viernes, y cuenta con Tatiana, Indhira y la venenosa 'Drag Queen' de Alcobendas como espectadores, aunque poco después solamente quedara esta última. Fue, como digo, un intento de reforma del pensamiento o persuasión coercitiva que me resultó de una violencia contenida tal que no pude seguir viéndolo. Llegó un punto que me saturó hasta resultarme más que molesto, sencillamente me parecía un atentado a la decencia y la integridad. Gerardo también se ha excedido a la hora de jugar, y desde hace unos días le veo decidido a jugar con fuego.

Lástima que haya ido a dar con Toscano, incapaz de dejarle en su sitio como merece. El murciano no hará en este momento nada que le haga peligrar, menos hacia un Gerardo de quien siempre ha dicho que le cae bien y sueña con jugar al póquer a su lado. Es el mismo Tosqui que parece empezarse a apartar de Hans tras la persuasión coercitiva no solo ejercida por Gerardo sino también por Tati. No es gratuito que tras pedirle perdón la misma noche de las nominaciones, Tatiana sugiera a Toscano si Hans puede estar enamorado o sentir atracción hacia él. Entre uno y otro conseguirán separar a ese par de amigos, o cuando menos enfriar en lo posible su relación, tan valorada por ambos hasta ahora. Anoche mismo veíamos a Gerardo, Tatiana y Toscano hablando durante mucho tiempo en el bar ecológico. Hubo un momento en la discusión del viernes que estuvo a punto de acabar la conversación, no tolerando que el impresentable pijo madrileño le llamara marioneta, pero se lo pensó mejor eligiendo perder su propia dignidad.

Tatiana no solamente le ha pedido perdón a Toscano, lo cual hizo al poco de nominar el jueves. También podemos verla ahora en su vertiente más idílica, cual Hello Kitty adorable a la que se le hubiera caído el coño de la boca (inexplicablemente esa muñeca es un gato sin boca). En breve le dará otro de sus ataques pro limpieza y quien sabe si no termina esta semana copulando con Toscano. Es el efecto que surge en ella saberse (o imaginarse) nominada. Bueno, también la veremos llorar sin descanso. Es injusta cuando llora diciendo "no tengo a nadie en la casa", luego añade "menos Ángel y Carolina". Es mucho más de lo que merece. Algunos aprovecharán el momento actual, en que está en peligro este último vestigio de los oscuros, para aludir al duro pasado que ha debido tener en su vida la rusa. Seré muy claro en esto.

Como algunos me acusan con frecuencia de abusar de frases o citas literarias y de todo tipo, lo diré esta vez en román paladino ("en el cual suele el pueblo fablar a su vecino", que decía Gonzalo de Berceo) y con toda la tosquedad de la que soy capaz: o follamos todos o la puta al río. No me parece ni medio bien que podamos apelar al duro pasado de Tatiana y no a un oscuro y lamentable episodio por ella misma relatado dentro de la casa de Guadalix. Si la vida fue injusta con ella y le hizo sufrir es posible que también ella le haya infligido sufrimiento a otros. Me propuse no volver sobre este tema pero me obliga a ello el protagonismo que ha alcanzado, tanto aquí como en otros foros. El pasado viernes hablaban de esto en Sálvame, por ejemplo.

Me remito a algo sucedido durante la novena edición de Gran Hermano. Lucy, la concursante cubana que entró como 'chica de oro' más tarde que el resto del grupo, le contaba a Melania una historia privada mientras realizaban una prueba en una especie de noria a pedales. Decía Lucy que había pateado la cabeza de una compañera de trabajo en medio de una discusión, y hasta parecía vanagloriarse de ello. Esto fue narrado en nuestros comentarios y comentado al día siguiente por este gato. Es más, un día más tarde también lo terminamos viendo en el resumen diario de Gran Hermano. Pues bien, esta vez la historia ha sido prácticamente la misma. Tatiana contó que ella y otras amigas pegaban a chicas en el colegio y lo grababan con el móvil, razón por la cual fue expulsada de algún colegio. No es algo que hayamos escuchado contar a algunos de sus compañeros, que también. Pero, personalmente, se lo escuché primero a ella.

¿Que no sucedió dentro de la casa? Así es, pero no entiendo por qué habremos ahora de rasgarnos las vestiduras cuando otras veces, muchas otras, hemos comentado cosas que algún concursante ha contado pertenecientes a su vida fuera de la casa. Desde el momento que el concursante introduce ese elemento contándolo dentro de la casa considero que ha entrado en juego. Cualquiera que me conozca sabe que nunca comento aspectos personales de los concursantes, ya sean anteriores o posteriores a su paso por el programa, entre otras cosas porque no me interesa lo más mínimo. Ahora bien, si es algo relatado por ellos mismos he de suponer algún interés en hacerlo, o cuando menos un lógico desinterés por si la opinión pública termina conociendo ese concreto detalle de su vida. Más grave que el propio hecho es ese recochineo sonriente con que lo contaba. No pediré su expulsión por esto, más bien le agradezco que lo contara porque así no me dejo engañar por cantos de sirena que nos pinten la de Tati como una vida injusta llena de padecimientos.

En cuanto al resto de las cosas que pasan, decir que lo de la pareja Arturo e Indhira empieza a parecerme una película de Alfredo Landa. Solo faltaban las rubias extranjeras, y de eso se ocupó el de Irún imaginando que entrarán en la casa dos chicas holandesas, simplemente porque en la casa hay un cuadro con una bicicleta. Lo peor de todo es que este tipo ha llegado a inventar las "nórdicas de Holanda", que dice haber conocido muchas. Y lo afirmó así sin despeinarse ni nada. Por su parte, propongo una cuestación popular para proporcionarle a Indhira unas zapatillas de felpa. 'No sin mis pantuflas' podría ser nuestro lema. La crema y el maquillaje que lo compre ella y no se deje arrollar por el síndrome de la nocilla, que tan rollizas está dejando a Saray y Tatiana.

Y puestos a plantear cuestaciones populares propongo una más, por la nominación disciplinaria y expulsión inmediata de Lukas con K y su dudosa afinación. Por cierto, que en el debate de anoche supimos los porcentajes ciegos de las votaciones hasta ese momento, como es habitual. Con un 60'2% se destaca el más votado, seguido de los siguientes porcentajes: 30'0, 8'6 y 1'2%. Me intriga casi más que quien es el más votado saber el nombre del concursante que tan solo concita un uno por ciento de votos. Pero bueno, todos sabemos que hasta el jueves quedan muchos días, y a saber cuántas veces habrá de dar la vuelta el marcador.