Pepe se disculpa con Ainhoa

telecinco.es 04/03/2010 08:35

Lo que interesa al respetable ahora mismo es lo que hablaron anoche Pepe y Ainhoa, pero a la hora que escribo estas líneas sabemos bien poco. El realizador se equivocó anoche y pinchó unos segundos la conversación entre ambos. Digo yo que podía haber optado por el plan B, todo un éxito últimamente. Consiste en ofrecer imágenes de otro lugar, a ser posible tranquilo y silencioso (jacuzzi o riachuelo del jardín, por ejemplo, personalmente prefiero el jacuzzi porque hace menos ruido), mientras se deja el audio abierto para que los enfermos de la cosa saciemos nuestra necesidad de saber lo que pasa en tiempo y hora, que para eso permanecemos atentos a esa pantalla y algunos incluso han pagado por verlo.

Llamar "directo" a un canal donde no se muestran las cosas importantes me parece una broma de mal gusto. Siempre he cuestionado la obsesión periodística por la exclusiva. No entiendo el valor excesivo que se le ha dado a contar algo antes que otro, mucho menos ahora en que las auténticas exclusivas se dan por Twitter, o medios similares. Antes de que el CEO de una gran empresa ofrezca una rueda de prensa para anunciar un plan estratégico importante ya lo ha contado en su Twitter. En la actualidad, los medios tradicionales deberían preocuparse por interpretar la actualidad y explicarla lo mejor que puedan. Las exclusivas tienen aún menos valor ahora. Por eso nunca me he muerto por contar nada antes que otros, pero fastidia mucho hablar sin saber. Si alguien espera que hoy comente cómo cocinan para la prueba de esta semana va listo.

Sigo ahora tras mi desahogo de hoy, en que escribo especialmente molesto porque nunca veré la conversación entre Pepe y Ainhoa en su integridad, y cada vez me gusta menos ver la realidad troceada, por muy bien montada que esté. Es algo que el equipo de Gran Hermano hace insuperablemente bien, lo cual confieso que me sigue emocionando en muchas ocasiones, pero a veces uno necesita ver la realidad cruda y sin interpretar. El caso es que durante el día Ainhoa estuvo dura e injusta con Pepe. Llegó a exagerar la nota diciendo que esperaba fuera sancionado porque había sido más grave su actitud con ella que la de Arturo con Indhira. Se refiere al calimocho (ya sé, ya sé, fue una sangría) en el plato de la malagueña, difícilmente comparable con romper un vaso y dar un puñetazo en la mesa. En esa casa parecen tener costumbre de tergiversar las palabras. Ni "pareces tonta" es llamar tonta a nadie, ni "no seáis hijas de puta" es mentar a madre alguna.

A Pepe lo que le enerva es otra tergiversación aún más dañina. Decir que alguien no ha tratado bien a otro no es llamarle maltratador. Entre tratar mal y maltratar hay una diferencia sustancial que ni siquiera hace falta consultar en un diccionario. De todas formas, la reacción de Pepe fue excesivamente visceral, aunque no tan sorprendente o inesperada como se dice. Se pinta a un Pepe templado que no se corresponde con la realidad. Decía Beatriz en la última gala que Pepe en su edición no había tenido ni una sola discusión. Pero eso es tan falso como su inexistente título, porque recuerdo más de una bronca encendida, y no pienso solo en aquella del "enróscate la boina", en que llamó "pitbull" a una concursante y "enana" a otra (esta no lo era y, por tanto, me parece menos ofensivo el comentario que referido a quien sí lo es). Aquella bronca fue precedida por la destrucción del 'nominator' y tras la misma salía Jesús (el de la boina), esa misma noche. Vi esa gala desde el plató y el público reaccionó con sorpresa al ver a Pepe alterado. Por cierto, me sentaron entre los amigos de Pepe y los de Tomelloso (localidad de origen de Jesús Tinajo) para que pudiera cotillear lo dicho en un lado y otro. De todo lo que escuché solamente me interesó el testimonio de un vecino de Pepe que me contó como su hijo había superado la muerte de su madre gracias a que el concursante más estratega de la historia del programa pasaba cada tarde a invitarle a jugar al baloncesto o llevarle a tomar una hamburguesa. Eso sí que no era ninguna estrategia.

Pero no fue la única bronca en su edición. Recuerdo con claridad una que tuvo con Tono por el abandono de la prueba protagonizado por Pepe. Esa semana iban a tener 'tridieta' porque el madrileño se mareaba en una máquina de dar vueltas, algo así como una especie de noria diabólica. Tono había sido enviado por Sarita de Lucas, ante la que quería hacer méritos y por ello se enfrentó a Pepe, aunque en el minuto uno escondió el rabo entre las piernas y creo que lamentó haberse metido en un fregado como ese. Quiero decir con todo esto que Pepe no es ese frío y calculador jugador que no se implica y guarda siempre las formas. No es el Pepe que hemos conocido, aunque al final nos haya quedado el recuerdo de una persona básicamente educada y de buenas maneras. Ha pesado más el Pepe relaciones públicas, que sabe lo que debe decir para complacer en cada momento. O el "caballero", que tanto repite Nico. Pero también hay un Pepe visceral que habla y actúa desde las entrañas.

Y también hay un Pepe que ejerce un poco de 'súper'. ¿Acaso no se ha fijado nadie que por el jacuzzi van desfilando compañeros que tienen un problema y parecen pasar consulta con él para escuchar sus consejos o, simplemente, desahogarse contándole sus penas? Lo hemos visto con la discusión entre Chiqui y Ana, en la que esta última casi le pide mediación. Diría que en la casa hay ahora dos confesionarios, uno el tradicional y otro ese rincón de pensar instituido por el 'doctor' Pepe Herrero, hasta el punto de que le han colocado una cámara cubriendo el ángulo muerto donde no llegábamos a verle. Dos confesionarios en la casa, por tanto, el oficial y uno clandestino y furtivo en donde encontrar el consejo de un compañero. Me hizo gracia ver a Ainhoa diciéndole a Nico que atacara directamente y no fuera cuchicheando por detrás, como si fueran conclusiones suyas, cuando no hacía otra cosa sino repetir los consejos de Pepe, aunque en este caso se los diera durante una conversación en el salón y no en su 'consulta'. También fue fuera de allí la tierna escena en la que el gigante abraza a la pequeña Almudena, más encorvado que nunca y acunándola hasta que no le quedan lágrimas y logra tranquilizarse. El piropo de Chiqui no podía ser más sentido: "Me recuerdas a Iván". Los pelos de punta, oiga.

Lo único que sabemos de la conversación de anoche entre Pepe y Ainhoa, aparte de que debió ser bastante breve, es lo contado por esta a Nico bien avanzada la madrugada. Parece que fue Pepe quien se acercó a ella para pedirle disculpas, y ella le debió responder que no le creía. Dice que no se fía de él, que es mentira o le da vergüenza lo que hizo. Ni siquiera le miró a la cara, afirma, aunque estoy por no creerme tamaña exageración. Eso sí, según ella lo cuenta, aunque habrá que ver si se corresponde con la realidad, ambos se han pedido perdón. ¿Le conviene a Pepe arreglar su situación con Ainhoa? Este gato romántico piensa que sí. No tanto pensando en el juego como por la incomodidad de convivir con alguien que ayer casi ni le miraba a la cara. Una broma por la mañana no obtuvo respuesta alguna y un rato después llegaba a afirmar la de Alcorcón que no estaba dispuesta a tolerarle ni una sola broma más. Mantener la relación entre ambos en esos términos es incómodo para ellos, y también para el telespectador.

Aunque, mirado de otro modo, Pepe ha podido tener la tentación de mantenerse distante de Ainhoa para evitar el conflicto que parecía estar empezando a tener, al suponer una variable difícil de manejar para él. Podíamos llamarla 'variable sentimientos'. Estando en esa situación, ellos han recibido una información importante del exterior, que puede aconsejarles volver a recuperar la cordialidad en su relación. Me refiero a algo dicho por María José la misma noche de su entrada en la casa, el pasado martes. Como quien no quiere la cosa la Galera le dice a Nico que está enamorado, y lo mismo dice luego a Pepe. Ellos pueden tener la sensación, tras el comentario de quien viene del exterior, de que eso se está comentando fuera. Me hago, por tanto, la pregunta de antes al revés: ¿Le conviene a Ainhoa arreglar su situación con Pepe? Pues hombre, creo que la situación le perjudica más a ella, especialmente si ha sucedido todo según lo ha narrado. Es decir, un resumen con Pepe tomando la iniciativa conciliadora y Ainhoa diciendo que no se lo cree me aventuro a decir que ayudará poco a la imagen de esta frente a una audiencia que ha de decidir la próxima pareja inmune y, previsiblemente, los ganadores de esta edición de reencuentros.

Les han puesto la prueba de 'los papeles de la paella', esa en la que Nicky se enfrentaba a Eloísa 'Campanilla' en la sexta edición. Decía Pepe en un 'confe' con Raquel el pasado martes tras la gala que ahora les pondrían una prueba de 24 horas y efectivamente así ha sido. Tienen que estar pendientes todo el día del teléfono en el que les llegan los pedidos. Memorizar la dirección de entrega y la comanda, para después preparar el encargo y llevarlo imaginariamente en una bicicleta de reparto. Se lo ponen fácil a veces porque la señora López llamó ayer varias veces. "Menudo saque tiene", decía Jorge. En una de las ocasiones pidió una pizza de atún y una tortilla. Me reí cuando Pepe le pasaba el teléfono a Ana para que tomase nota mental de la segunda parte del encargo diciendo "espere que le paso con las tortilleras". De momento, la prueba no está generando conflictos, pero esperemos a que el sueño y cansancio de los cocineros cause mella en todos ellos.

Para nuestra sorpresa, anoche algunos concursantes tenían la convicción de que en la otra casa había gente. ¿Os suena? El fantasma de Saray y Tatiana creyendo sus propios inventos sobrevoló la casa de Guadalix. Resulta que el otro día escucharon gritar los nombres de Nagore o Naiala fuera de la casa, y a partir de ahí han elaborado una teoría absurda en la que llegan a analizar que la pasta de dientes de María José está medio vacía. Ana y Almudena son, en este caso, las principales muñidoras de tan disparatada teoría. No es que sea nada extraño, pues esto ya lo hicieron en las dos últimas ediciones, pero nada les indica ahora que esté habiendo juego entre las dos casas. Almudena está convencida de que en la otra están Germán y Orlando. Ainhoa se apunta al carro y cree escuchar música y sirenas al otro lado de la cruz de cámaras. Y Raquel pone un poco de sensatez a todo esto, pues no cree que haya nadie en la otra casa. En Gran Hermano todo vuelve, de momento Pepe y Jorge le han cogido el gusto a jugar al ping-pong con sartenes, lo cual pone una inquietante ambientación musical de fondo.

Termino con un par de cosas de Ana Toro y un aviso de este gato escribidor. Me resulta curiosa la frase que he escuchado pronunciar en más de una ocasión a Ana: "para una vez que estoy en Gran Hermano". Hombre, a ver, una vez no, ella ha tenido ocasión de estar tres veces. No obstante, me hace gracia dicho así, como si todo el mundo tuviera la oportunidad de entrar, aunque solo fuera una vez. Lo otro es eso de "una mierda de premio de solo 30 mil euros", que le dijo a Pepe en la referida conversación del jacuzzi. Algo parecido escuché decir a María José el martes. Deberían pensar en los miles de ciudadanos españoles que han de trabajar ocho horas diarias durante un par de años para tener esos ingresos. Podría ser demagogia por mi parte pero no lo es. Y el aviso es que mañana este gato no acudirá a la cita diaria en este blog dado que estaré realizando un breve viaje comprometido desde antes del comienzo de estos reencuentros que tanto nos están divirtiendo. Volveremos a encontrarnos el lunes, aunque el hilo de comentarios de esta anotación seguirá abierto hasta entonces.

[Dejo cartelera, con Pepe soltero y Ainhoa detrás de él (físicamente en la foto, me refiero). Recuerda que puedes votar por tu pareja preferida para que sea inmune a la expulsión. También puedes seguir haciendo preguntas al gato en esta página].

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