Aída pide la expulsión de Elettra
La permanencia de Elettra en la casa pende de un hilo. Su actitud repetidamente intolerable hace que se cuestione si debe ser sancionada. Según Aída, anoche hubo contacto físico y la propia Elettra reconocía de algún modo la agresión. Se trata de un supuesto forcejeo que no hemos podido ver y todavía desconozco si está grabado. Pero no fue lo único censurable en la italiana. Lo que hace exigible algún tipo de castigo para Elettra es la acumulación de gestos deplorables. No solo chupa sus dedos antes de meterlos en un vaso de agua para Aída Nízar, lo cual es una guarrería que atenta contra la higiene más básica, sino que hemos escuchado contar a Ivonne que también escupió en otro vaso. Aída bebe todo el rato agua caliente y la prueba de la casa rural (que ayer dieron por no superada, como cabía esperar) impedía se lo preparase ella, por lo que tenía que pedirlo a alguien del servicio. Como a Elettra le cae mal Aída se vengó de ella de esta poco higiénica manera.
En cualquier Gran Hermano del mundo una actitud como esta de la italiana sería merecedora de sanción. Durante GH VIP 4 la concursante Charlotte Caniggia fue nominada disciplinariamente por restregar por el inodoro el cepillo de dientes de Carlos Lozano. La expulsión no es la única sanción posible, aunque se puede justificar por la simple reiteración de una actitud ofensiva hacia algún compañero. En el Gran Hermano argentino se sanciona nominando directamente, dejando sin participar a un concursante en el siguiente proceso de nominaciones o con tarjetas amarillas que tienen un valor económico (25.000 pesos deducibles del premio final en caso de ganarlo). Varias tarjetas amarillas suponen la nominación directa, aunque dependiendo de la gravedad de los hechos también pueden terminar con la expulsión del concursante.
Anoche, durante una pausa publicitaria del debate, Elettra llamaba “perrita” y “perra” a Aída. Lo hacía en medio de una serie de gestos obscenos y denigrantes, ladrando, masajeándose las tetas de forma ostensible y acercando su dedo acusador a escasos centímetros del rostro de su oponente. Por detrás, Aly había provocado a Aída emulando al ‘súper’ al preguntar si tenía algo que decir a los posicionamientos de los nominados. Luego se burlaba de Aída con gran histrionismo. “Calla, eres una pesada”, gritaba Elettra y añadía: “Yo soy más humilde que tú”. Curiosa forma de demostrar humildad presumiendo de ser más humilde que el otro. Aída la había acusado de tener poco estilo y llevar circonitas baratas en sus piercings en lugar de los diamantes de los que presume. “Vuélvete a tu casa”, decía Elettra y seguía ladrando mientras añadía: “Eres mala... mala, sola, y perra”.
Finalmente, Elettra llegaba a tocar la cara de Aída para comprobar si llevaba maquillaje. Sus compañeros se alarmaron al ver el intolerable gesto, con contacto físico incluido, y se abalanzaron a separar a Elettra. Daniela abrazaba a Elettra por detrás, sujetándola y apartándola de Aída, que había resistido el ataque sin moverse de su sitio en el sofá. Mientras Daniela o Sergio intentaban evitar que la cosa fuera a más, Aless aprovechaba para salir por detrás de Sergio imprecando a Aída: “Tía, eres muy pesada”.
Aída se encontraba atrapada entre la mano de Aless por su derecha y la de Elettra por su izquierda, que se había zafado ya de Daniela. “¿Te hago así (pasando un dedo por su propia cara) y te hago daño?”, preguntaba Elettra a Aída, con lo cual venía a reconocer que le había tocado el rostro. “No le hago nada”, gritaba Elettra. “Porque te vas a infectar” (por tocarla), decía Aly, a lo que se sumaba Aless: “Te infectas”. “Yo no maltrato a los animales”, remataba la italiana en una nueva falta de respeto hacia Aída.
El episodio fue lamentable y casi todos lo presenciaron en silencio. Irma y Marco pedían calma en determinados momentos. Salvo los ya mencionados, no participó nadie más. Llama la atención el silencio de Alonso, dado que todo esto vino porque Aída defendía a este concursante. Ivonne se lo hacía entender a Aída después de pasado todo y esta le daba la razón. En realidad, lo más llamativo es que este episodio se montara porque Aída daba su opinión sobre lo argumentado por Aly, que se había posicionado en contra de Alonso. Y lo hacía a petición suya. No he visto nunca algo semejante. Un grupo de pandilleros en contra de una concursante que solamente había cometido el pecado de dar su opinión.
Aly contó que algunos gestos de Alonso no le habían gustado nada, como que agitase un brik de leche después de que ella dijera que se había acabado para comprobar si efectivamente estaba vacío. Demasiado endeble el argumento, aunque si fue lo que le molestó es normal que lo diga. Tan normal como que cualquiera pueda opinar sobre ello. Lo hizo Aída, extrañada de que ese gesto de Alonso la hubiera molestado y su opinión provocó esta reacción en Aly, Aless y, sobre todo, Elettra. A esta concursante no le ha costado nada abofetear a una compañera en un programa de la saga ‘shore’. Ya sabemos de qué pie cojea.
Sabiendo la facilidad que tiene Elettra para soltar la mano, no es extraño que verla pasando su mano por la cara de Aída hiciera saltar anoche todas las alarmas. La reiteración de gestos desconsiderados durante esta discusión, a lo que se añade lo de sus dedos chupados metidos en el agua de Aída y los supuestos escupitajos (según Ivonne), es de suficiente gravedad como para pedir algún tipo de medida para Elettra. Pero es que la cosa no terminó aquí. Todavía queda el episodio del jardín, no registrado por las cámaras del directo.
La nueva prueba semanal convierte la casa en un barracón militar donde los concursantes estarán a las órdenes del sargento Kiko Matamoros. Anoche, todos hacían formación en el jardín, según órdenes del sargento en fila de a dos y por estatura, encabezando ambas filas los más altos. Por tanto, los últimos de la fila habrían de ser los de menor estatura. Si no me engaña la vista creo que son Daniela y Elettra. Aída se intentaba incorporar a las filas delante de Elettra, lo cual confirma mi impresión personal relativa a las estaturas, aunque no tengo forma de comprobar que sea así realmente.
Por lo que hemos podido escuchar, Elettra no cedió su puesto a Aída y la apartó utilizando su codo. No debió Aída hacerse el hueco de forma muy ruidosa cuando vimos que llevaba las manos en los bolsillos. El plano no mostraba lo sucedido en directo mientras se escuchaba un posible golpe, el ruido que podría ser de un forcejeo y a Elettra diciendo: “Si estoy yo aquí te pones detrás”. Luego, al mismo tiempo se escucha a Aída diciendo “no me agredas” y Matamoros advirtiendo: “Oye, eso no”. El sargento se acercaba al final de la formación y cogía a Aída por su muñeca justo antes de que fuera al ‘confe’, desde donde se la escuchó gritar y llorar durante largo rato.
Aunque no vimos las imágenes tenemos gestos que se pueden analizar y los testimonios del resto de compañeros. Muy significativo que Elettra no diga esta boca es mía cuando Aída la acusa de haberla agredido. No le salió de dentro negarlo justo en el momento de producirse este forcejeo. Que existió forcejeo lo sabemos porque lo contó la propia Elettra, que reconocía haber apartado a Aída de delante utilizando el codo. Solo con la reconstrucción hecha por Elettra podemos tener la completa seguridad de que hubo contacto físico. Otra cosa es que vistas las imágenes se pueda comprobar o no la gravedad del mismo. Siempre y cuando existan esas imágenes, claro está.
Una vez que Aída salió del ‘confe’ fueron llamadas al mismo, por este orden: Elettra, Ivonne, Irma y Emma. Si observamos la imagen con las figuras numeradas, fueron llamadas al ‘confe’ en orden de mayor cercanía a Elettra. No escuché a Ivonne, pero Irma y Emma confirmaban más tarde que les habían preguntado su versión y las dos habían dicho que no existió agresión. Lo cierto es que entre los más cercanos a los hechos no hay nadie que haya recibido a Aída con respeto y sin un zurrón de prejuicios enorme. Solo Alejandro y Alonso han tenido una relación normal con Aída, lo cual es posible independientemente de su carácter megalómano y egocéntrico. Alejandro está fuera de combate y parcialmente exento de esta prueba por su lesión de espalda, aunque hacía formación en ese momento. Alonso también pasó por el ‘confe’, pero al salir no tardó en irse a dormir. Antes expresó un tímido apoyo a Aída en el cuarto de baño. Digamos que al menos no se apuntó a la cacería propiciada por casi todos.
Insisto en que independientemente de que las imágenes muestren o no que en el forcejeo Aída fue agredida por Elettra, creo que esta debería ser sancionada por acumulación. Doctores tiene la iglesia, y será el programa quien habrá de decidir, pero si no hace nada podemos estar ante un hecho más violento la próxima vez. La actitud de Elettra, Aless y Aly, que contaba anoche con el apoyo de las risas de Daniela y la pasividad de casi todos, debe tener consecuencias, aparte de resultar deplorable para una parte de la audiencia. Muchos otros dirán, posiblemente sin ver las imágenes, que Aída es una provocadora y entenderán una respuesta como la que vimos anoche. Pero, ¿de verdad se justifica esa reacción?
En la parte sucedida en el salón Aída solo hizo un comentario dando su opinión. La reacción es tan inexplicable como intolerable. Y en lo del jardín, Aída se pretendía poner en el lugar que le correspondía según lo que pidió ese sargento de ‘pichiglás’ que es Kiko Matamoros, incapaz de poner orden en la formación. Kiko echó balones fuera y dio alas a los pandilleros sometiendo a Aída a cierta presión. Una presión que esta supo utilizar bien a su favor, aunque parece que nadie en esa casa es capaz de entenderlo. El que se enfrenta al sargento se gana las simpatías del público. Esto es algo que hemos visto mil veces en el cine. Aída tiene un hándicap, que es ella misma. Se ha ganado la antipatía del público, por lo que no le resultará tan fácil redimirse. Si algún otro concursante fuera listo se enfrentaría al sargento Matamoros, pero no lo hará nadie. Solo se atreven con Aída y en manada.
Lo previsible es que no vayan a parar hasta que consigan quitarse de en medio a la molesta compañera que es para ellos Aída. “Ahora viene el show”, decía Aída justo al principio de la vergonzosa actuación de Elettra, con la inestimable colaboración de Aly y Aless. Aly respondía: “No, el show comenzó cuando tú llegaste”. Interesante observación de la americana, que ella no supo valorar. Efectivamente, Aída ha llevado a la casa el espectáculo porque si no es por ella esta edición igual habría tenido que terminar de forma apresurada y con sus más fieles seguidores aburridos como ostras ante una casa en proceso de parálisis. La mayoría solo parecían preocupados porque pasaran las semanas para ir haciendo caja. A algunos les ha faltado la reflexión de que no están ahí para dormitar. ¿El show ha comenzado con Aída? En buena medida sí, y doy gracias por ello.
Digo que no van a cejar en el empeño y así lo manifestaban anoche Elettra, Aless y Daniela, miembros del brazo armado dispuesto a presionar a Aída para lograr su salida del concurso. Elettra quiere meterse con ella para provocarla. Daniela hace la observación de que pueden sancionarla si dice alguna barbaridad racista, homófoba o similar. Aless quiere lograr que se marche ella misma por la presión. En todo esto, especialmente sorprendente en un luchador contra el bullying, como es Aless, solo vi una pincelada sensata dada por Daniela cuando recomendaba que no hicieran nada porque van a hacer a Aída una víctima. No faltarán quienes digan que ella misma se victimiza. Estoy seguro que a Aless no le habría hecho gracia que lo dijeran de él cuando estaba siendo víctima de acoso escolar.
Moleskine del gato
Ante unos hechos como los de anoche creo que es una torpeza pretender una reconciliación en público tras haber transcurrido tan poco tiempo, como planteó Kiko Matamoros. Después de todo lo dicho y hecho, Elettra aceptaba la propuesta, rechazada por Aída. Debería tener algo más de tacto este sargento. Una cosa es que sea imposible verlo en tal papel y otra que cometa la torpeza de ofrecer una paz imposible de creer, lo cual fue aprovechado en su favor por la italiana. Pase que Kiko sea el sargento con más pinta de abuelo que he visto en mi vida, pero no que promueva los gestos falsos y artificiosos, lo cual va en contra del espíritu de este programa.
Es muy divertido ver que Aída ha logrado convertirse desde su entrada en tema único en la casa. O habla Aída o son los demás quienes hablan de ella. La gran preocupación de muchos es que pierden protagonismo a chorros por su culpa. Lo analizaba con precisión Alejandro, una joya de concursante que no solo aporta buen humor (lo demostraba anoche explicando su posicionamiento contra Alonso) sino que analiza el concurso como nadie. Si antes tenían miedo ahora mucho más. Que Aída sea insoportable (que lo es) no quita para que su labor esté siendo impagable. Y casi sin esfuerzo. Increíble.