Alejandro traiciona repetidamente a Francisco Nicolás

telecinco.es 20/01/2016 10:04

Ten amigos para esto. A la hora de posicionarse, los aliados de Fran decidieron darle la noche. Los tres mosqueteros tienen los días contados. Desde anoche, Fran no confía en Alejandro, mosquetero a tiempo parcial. Excepto los nominados, debían los concursantes situarse tras el cartel con el nombre del compañero que menos quisieran ver fuera de la casa mañana. Detrás del cartel correspondiente a Julián estaban Julius, Sema, Rappel, Belén y Carlos. Con Laura se posicionaron Liz, Raquel y Rosa. Solo Lucía y Alejandro con Fran. Mientras tanto, un Javier dudoso, se llevaba las manos a la cabeza y daba puntapiés a la pared, como si se tratase de la peor decisión de su vida.

Finalmente, Javier se decantó por Laura, justo el momento en que Alejandro cambiaba de chaqueta y decidía dejar sola a Lucía tras el cartel con el nombre de Fran. Javier, al ver la maniobra del míster se iba con Lucía. Esta absurda coreografía debió dejar pasmado a Fran, que veía dudar a sus dos aliados entre apoyarle a él o a Laura. Parece que cada uno de los tres mosqueteros tira para un lado. Poco han tardado en traicionar a D'Artagnan. Ni uno para todos, ni todos para uno.

Los posicionamientos eran relativamente previsibles. Tenía dudas de Liz, mucho más cerca de Fran que de Laura en la convivencia, pero bienqueda como ninguna. El ‘clan Sálvame’ también se puso del lado de la hija de Matamoros y Flores. Julius dice que está enamorado de Julián, igual que Sema, aunque este de otra manera. Rappel dice que lo ha visto nacer, con lo cual se debe referir a que lo conoció en la cuna. Belén ya conocía a Julián de fuera y Carlos se puso en el grupo mayoritario supongo que porque había que ponerse en algún lado.

Confiaba en que Lucía estaría con Fran. Lo sorprendente es que dudasen sus dos amigos. De acuerdo que lo son de una semana, como se encargan de repetir de forma insistente Rappel y compañía. El mismo tiempo que Julius conoce a Julián y nadie se extraña. No sé por qué unos pueden ser uña y carne y los otros no. Javier reparó solo a medias su traición al quedarse finalmente al lado de Lucía. Solo la duda es una traición, por lo que el daño ya estaba hecho. Alejandro busca el sol que más calienta, y así lo demostró anoche. Si Javier se pone del lado de Laura, él deja tirado a Fran y ahí que va. Ya de madrugada reconoció que había tomado su decisión por miedo, como le había dicho Fran.

“Lo has hecho por miedo. Por miedica. Por miedo a salir nominado”, afirmaba con acierto Fran. “Claro”, respondía Alejandro. Y es que Alejandro tiene un miedo atroz a ser nominado. Miedo que condiciona sus actos, pasando por encima de su propia integridad. Tan por encima que es como una apisonadora capaz de destruir su imagen de concursante. Alejandro anoche se disparó al pie varias veces. Duele la saña con la que se autodestruye este concursante.

La respuesta de Fran, elegante a la par que sincera, fue tan contundente como para decirle a Alejandro a la cara que es cortito. “Tu opinión no me importaba, la que me importaba era la de Javi”, decía también Fran. Aunque el diálogo estrella de la noche fue el siguiente. Preguntaba Alejandro a Fran si estaba enfadado. La respuesta fue épica: “No, porque no tienes dos luces y no lo haces con maldad”. Y se quedó tan ancho. Los dos se quedaron tranquilos. La traición de Alejandro no quedó ahí. Le veo lanzado en contra de Fran. Tanto que esta madrugada le contaba a Liz que Fran acusó a Carlos de tener malas costumbres después de que este “dio a entender como que era maricón”, según su explicación. Innecesaria revelación, aunque no es la primera vez que lo cuenta.

Con amigos como Alejandro no hacen falta enemigos. Tampoco es la historia tal y como dice. Haciendo honor a la verdad, Fran se quejó de que Carlos hiciese conjeturas sobre su sexualidad sin base alguna. Y añadió, con evidente malicia: “Es como si yo digo que Carlos es cocainómano”. No hubo acusación. Luego Liz aconsejaba a Alejandro como solo ella sabe. “Cuando hablas debes mojarte más”, le dijo. Más que mojarse debería tener cuidado de no pisar los charcos, cosa que hace todo el rato.

La primera reacción de Fran fue decirle a Alejandro que no pasaba nada. Desde el salón, los tres nominados habían visto toda la jugada en el plasma. “Cada uno es libre de hacer lo que quiera, no pasa nada”, decía Fran. Lo cual es más o menos como el “tú sabrás lo que haces” de las madres. Poco más tarde le decía que había hecho mal, aunque la clave del asunto fue planteada por Lucía. “¿A quién quieres menos ver expulsado el jueves?”, preguntaba. Alejandro respondía que Fran. De forma que su posicionamiento fue puro postureo. Actuó movido por el miedo.

Cuando el jueves pasado Laura le reprochaba que hubiera salvado a Javier en lugar de a ella utilizaba un argumento que no entendí entonces igual que hoy. “¿Qué te puede dar Javier? ¿Conversaciones sobre coches? Yo te puedo dar otras cosas”, decía Laura. Cuando ayer contaba que Sema había pasado un rato acostado junto a Julián y bien agarrado a él, no dije que en la cama de Laura estaba Alejandro, igual de juntitos estos dos. Tal vez estaba reclamando aquello que el hijo de Makoke no le puede dar. No estoy apuntando carpeta, pero mentiría si dijese que las palabras de Laura no me suenan hoy igual que el jueves.

Suele pasar en esa casa, unos critican lo que ven en otros mientras hacen lo mismo que ellos. Julián salía a la playa y al volver criticaba que estuvieran en el salón los tres mosqueteros junto a Lucía. Decía esto en medio de un auténtico aquelarre en el que estaban poniendo bonitos a los cuatro antes dichos. Lucía ya está crucificada por ponerse de ese lado. Javier sufre una auténtica persecución, alentada por su hermanastra, y cualquier cosa que haga estará mal. Y de Fran criticaron especialmente su alegato.

Criticaba a Fran la misma Laura que la semana pasada alegaba que no debía ser nominada ni salir de la casa porque todavía tiene que aprender a maquillarse. El discurso de Fran fue para la audiencia, como debe ser, y vino a decir que no está ahí para hacer amigos (aunque añadió que alguno se llevará) sino para ser conocido por un público masivo que no le ha podido conocer bien desde que saltó a la fama de forma tan abrupta. Particularmente, no veo dónde está eso tan criticable.

Puestos a criticar, hay mucho donde elegir en el caso de Fran. Anoche mismo decía que tiene amigos capaces de contratar todas las centralitas de España. “Porque pueden”, remataba Fran. Queda muy viejuno eso de hablar de “centralitas” en pleno siglo XXI. Casi todo es un poco viejuno en el pequeño Fran. Su peinado de maestro de escuela rural, su batín y muchas de sus formas. Entiendo que algunos de sus compañeros de encierro no lo traguen y estén deseando quitárselo de encima. Otra cosa son esos odios africanos, trufados de insultos, tan inexplicables.

El odio extremo se manifiesta en ambas direcciones y con la misma endeble base. Fran cree que Julián es mala persona, y lo repite sin descanso, pero sin dar muchas explicaciones de por qué lo piensa. Igual le pasa a los Julis (Julius y Julián), que han descalificado a Fran llamándole de todo y sin que lleguemos a saber exactamente lo que tienen en su contra. No vale que acudan a su historia personal, que particularmente me es totalmente indiferente. Es arriesgado hacer juicios sobre aquello que se desconoce. Si eso es todo lo que tienen contra Fran son solo prejuicios.

Los odios africanos son habituales en Gran Hermano. También en el VIP. A pesar de ello, me llama la atención en este caso porque no he visto a Fran hacer eso tan malo que los Julis dicen. Julius soporta mal la discrepancia, y han sido Fran, Javier, Lucía y Liz los únicos que se han atrevido a cuestionarle. Anoche Julius pretendía que le aceptasen como cocinero una semana más por aclamación. No quería someter la cuestión a votación. Es más, dijo que él no quería serlo para que se lo pidiesen.

No le salió bien la cosa a Julius porque encontró más oposición de la esperada. Estoy seguro de que será cocinero una semana más, lo cual es peor para él. Cuanto más dure su dictadura en la cocina peor se resolverá el conflicto que genera. Decir conflicto y Julius en la misma frase es pura redundancia. Anoche el plato de Lucía tenía claramente menos cantidad de pasta que el suyo. No protestó por ello, solo pidió un poco más de queso. Julius se negó a ponerle más queso y lo hizo de forma extemporánea. Casi llevo peor que sea malhumorado a autoritario y egocéntrico.

El equipo de la puerta roja no superó la prueba. Las cuentas de la semana no sirvieron para nada porque todo se decidiría en la última cuenta de una hora, durante el programa nocturno de ayer. Tenían una posibilidad de desfase de cinco minutos, tanto de más como de menos. Los rojos se quedaron en los 53 minutos y pico. Los negros en poco más de 55 minutos. Al borde los dos, pero dentro del margen permitido solo estos últimos.

Jordi González anunciaba que solo los componentes del equipo que ha estado tras la puerta negra podrán nominar esta semana. Son Fran, Javier, Alejandro, Raquel, Julius, Laura y Carlos. El intercambio de Lucía por Carlos evita que haya mayoría de los afines a Fran, aunque visto lo de anoche, Alejandro igual nomina a Javier y a Fran, si no lo expulsa la audiencia antes.

Ese ejercicio de autoflagelación de Julián cada semana después de perder la prueba es un poquito ridículo. Primero porque todos son responsables, especialmente el grupo que ha fallado. La mala fortuna ha querido que Julián militase en el equipo que ha hecho perder la prueba la semana pasada y esta. También que con el jeroglífico fuesen él y Julius los que tomaron la responsabilidad. Igualmente esta semana Julián parecía el que mejor controlaba el tiempo. Bien visto, llamémoslo mala fortuna o mal fario. Lo mismo me da que me da lo mismo.

Si el martes de la semana pasada Julián quiso reparar el error en la prueba pidiendo al ‘súper’ que sí le hiciesen celebración de cumpleaños, para poder compensar al grupo con una tarta, no sé el sacrificio que estará dispuesto a ofrecer esta semana. Si es por ganas seguro que ofrecería el sacrificio de Fran como cordero de Dios. Todo hay que decirlo: ojos de cordero degollado ya tiene.

Moleskine del gato

Lo de la concejala no sé si es para reír o para echarse a llorar. Mejor llorar de risa. Sus excusas de telenovela barata son pura patraña. No me cabe la menor duda. Lo gracioso es que pretenda encontrar un incauto que la crea. No he visto cebos más cutres nunca. Que si unos informes del pequeño Nicolás , que si una trama de corrupción. ¿Qué será lo próximo? Por suerte tenemos a Jordi González que nos representa. ¿De verdad se piensa la concejala que somos tan tontos como para creernos sus historias del tebeo?

Ni para descubrir al que se bebió la ginebra sirve la concejala. Durante la gala pasada ya dijeron Liz y Sema que ellos habían guardado un vaso con ginebra. Lo hicieron con picardía, cuando el ‘súper’ pedía que devolviesen las botellas de alcohol. En lugar de devolver la de ginebra con líquido elemento iba vacía, porque habían hecho el transvase a un vaso. Quedó claro entonces que el de la “trampa para ratones” era otro vaso. El “otro” vaso concentró desde entonces la atención, dentro y fuera de la casa.

Que ahora la concejala venga a vendernos que fueron Liz y Sema da buena cuenta de que no se entera de nada. No os dejéis engañar, amigos. El vaso de ginebra que guardaron los Julis es otro. Y todavía no sabemos quién se lo bebió.

Tenemos porcentajes ciegos. Los últimos de la noche, después de haberse incrementado en cinco puntos el del más votado, eran los siguientes: 55,3 %, 30,5 % y 14,2 %. El vaivén habido anoche mismo es indicativo de que no se está votando mucho. Por tanto, el ‘sorpasso’ acecha, amigos.