No hubo excrementos en el suelo del baño

telecinco.es 15/03/2017 09:44

Aída no defecó en el suelo del cuarto de baño. Eso nunca pasó. Lo afirmo con tanta rotundidad porque cuando ayer Daniela y Aída contaban lo que en realidad sucedió delante del resto de sus compañeros (excepto Elettra, que había partido para Brasil horas antes) nadie rechistó. Ni una sola voz se alzó para negar o llevar la contraria a lo que estaban diciendo quienes supuestamente habían cometido tal tropelía. Acusaron falsamente a Aída de haber hecho algo que no hizo. La venganza a la broma de la falsa caca fue mucho más inocente, al tiempo que menos censurable.

Simplemente defecaron en el inodoro, como todo hijo de vecino. Lo hicieron las dos, ignoro en qué orden. Daniela y Aída, Aída y Daniela fueron al baño, hicieron de vientre (como decía mi abuela) y no tiraron de la cadena. Sin más. Hasta aquí la historia. Si ayer contamos otra cosa es porque así lo aseguraron gentes adultas y supuestamente responsables, a la sazón concursantes de Gran Hermano VIP. El resto de la casa contó que Aída había hecho algo que no hizo. Fueron Aylén y Elettra quienes vaciaron la papelera del cuarto de baño y repartieron trozos de papel higiénico manchado con una pasta marrón que aparentaba contener excrementos. Ante esa guarrería la respuesta de Aída y Daniela me parece inocua e inocente.

Solo dejaron de tirar de la cadena, de manera que la broma de Aylén y Elettra cobraba mayor realismo al ser acompañada por la percepción olfativa. Lo que hicieron con chocolate no solo parecía mierda sino que olía a mierda. Por lo visto la noche del lunes me atrevo a decir que la principal responsable del infundio fue Alyson Eckmann. La señorita que escupe en el fregadero seguía haciendo ayer su particular clasificación de guarrerías ordenadas de mayor a menor gravedad. Lo de la caca en el suelo, que según ella había perpetrado Aída, era lo más grave.

Para aislar las situaciones, Aly puso como ejemplo que cada acción se hiciera no en un suelo o en una cama, sino encima de una persona. Pobre ser humano, teniendo que soportar tanta guarrería. Aunque hay quien disfruta con estas cosas. Para Aly lo peor es que te defequen encima, luego que te miccionen y, por último, que te escupan. Lo suyo en último lugar, ya se entiende. Casi es más asqueroso dedicarse a hacer ese tipo de clasificaciones que por lo que acusaron falsamente a Aída. ¿Por qué aseguraba con tanta seguridad Aly que Aída había hecho lo que nadie hizo? ¿Solo se dejó engañar por el olor? No lo creo. Hay mucho tiburón disfrazado de concursante con conocimiento suficiente de lo que puede perjudicar a un nominado. Aída lo está, y después de que haya circulado en infinidad de medios el embuste será complicado hacer llegar a tanta gente el desmentido. No dejes que la realidad te estropee una buena noticia.

Permítanme el comentario: lo que unos relatamos con todas las prevenciones del mundo, cuidando no decir más de lo que sabemos, con mesura y poniendo los hechos en contexto, otros exageran en busca del clic. Eso es así, aunque sea otra realidad incómoda. No espero que hoy aparezca el desmentido con idéntico tratamiento que tuvo la noticia de que Aída defecó en el suelo del baño. Llámenme desconfiado. Por eso es efectiva la mentira de Alyson. Dijo que olía, y ya sabemos por qué era. Aunque no siempre el olor acompaña a la mierda. Ayer nadie mostró zozobra alguna ante la calumnia. Un día entero hablando de Aída la cagona, y a nadie pareció importarle que fuera todo un malentendido, por no decir un embuste.

La historia del excremento que nunca existió ha servido para comprobar hasta dónde puede llegar la mente retorcida de algunos. Irma la tomó ayer con Daniela, en quien ha podido comprobar un cambio de estilismo que la tiene despistada. Dice que lleva dos días vistiendo de negro. Esto es un indicio que ni los de CSI. Parece ser que para ella vestir de negro simboliza poco menos que invocar al demonio. Además, ya no se pone coletas de colegiala, sino que lleva el pelo liso. Esto cada vez es más inquietante. Más que un caso para CSI parece para ‘Cuarto milenio’. Emma completaba el oscuro panorama que rodea al expediente Daniela con otro turbador indicio: Daniela ha dejado el hula-hoop. ¡Cáspita! ¿Qué querrá decir esto?

Podemos añadir a todo lo anterior que ayer volvieron a dar la razón a Alejandro cuando hablaba de la mirada de Daniela, que semanas después enardece a Irma y a Emma. Mirada turbia e inquietante, ropas negras, pelo liso y nada de juegos infantiles alrededor de la cintura. El expediente tiene un nombre: Cuando el diablo viste de negro. Este gato inocente lo considera una monumental chorrada, pero a las del visillo las tiene desconcertadas e inquietas. En realidad, Irma y Emma me recuerdan a las hermanastras de la Cenicienta. Envidiosas, resentidas y con todo el resquemor de quien sabe a todo lo que pueden aspirar. El carpeterismo imperante no las dejará llegar a la final. Será esa Elettra a la que tanto adulan (hasta al paroxismo de llevarle la maleta ayer cuando se marchaba) quien les robe la tostada. Triste recuerdo el que van a dejar, especulando sobre el extraño motivo por el que una compañera viste de negro. Tristérrimo, diría.

Aída contratacaba ayer recordando a esa Elettra que después de chupar sus dedos los introducía en el agua del vaso que había preparado para Aída la semana de servicio y clientes. También la acusó de haber meado en la cama de otra persona, la segunda cosa más asquerosa que se puede hacer en la personal clasificación de Aly. Elettra lo negó todo, pero con especial insistencia que hubiera depositado su orín en cama ajena. Siento lo escatológico que está resultando esto ayer y hoy. Como decía José María García, me limito a ser “notario de una actualidad que otros escriben”.

Elettra le decía a Irma que había ido al ‘confe’ a pedirle al súper que buscase en Google lo de mear en la cama porque no iba a encontrar nada. Pues bien, al súper le digo que existe vídeo y testimonio de que eso sucedió. Dudo mucho de que le interese lo más mínimo, pero así es. Si Elettra no lo hubiera negado casi seguro que no estaría yo aquí hablando de esto. Lo que hiciera en otro reality anterior me trae sin cuidado, pero no puedo evitar que me llame poderosamente la atención verla mentir de forma tan contundente sobre algo que sucedió en realidad.

“Los leones mean para ver quién es más fuerte”, no es parte de un documental de National Geographic sino lo que decía a cámara Elettra tras esparcir su agüita amarilla por encima de la cama de una compañera de reality. “Claramente yo soy el más fuerte, te meo en la cama”, decía a continuación, vanagloriándose de su dudosa gesta. Aunque atendiendo a sus propias palabras es capaz de esto y de cosas peores. Hasta llegar al ‘top 1’ en el ranking de Aly. Lo afirmó refiriéndose a Toño, a quien le bastó con una semana para ganarse la inquina de Elettra. Una inquina bastante marrana, dicho sea de paso. Estas fueron las palabras que rescato de la memoria, pronunciadas por Elettra hace casi dos meses: “Voy a sacar a la verdadera Elettra. Te escupo en el plato y te cago en la cama. Soy capaz de hacerlo, lo he hecho muchas veces”. La memoria es subversiva.

Habría supuesto que se trataba de una bravuconada, pero visto lo visto no descarto nada. Igual es cierto que lo ha hecho muchas veces. Y obsérvese que, en realidad, tenemos constancia que ha hecho en público el ‘top 2’ de Aly, y dice ser habitual ejecutora del ‘top1’ y el ‘top 3’. Esta chica es muy completita. No sé por qué les mandamos siempre lo mejor de cada casa a los brasileños. A Noemí Merino (GH 12+1) le dio por desnudarse y decir que en la casa española se bañaba desnuda día sí y día también. Imaginen que a Elettra Lamborghini le da por mostrar su ranking de la cochambre al completo.

En su línea reciente de investigadora, Irma decía ayer que lo de mearse en la cama de otra persona forma parte de algún ritual. La oscura Daniela, con ropajes negros y pelo espeluznante liso, seguramente conoce ese tipo de rituales. También su asistente Aída Nízar, que probablemente sea médium (o ‘enterum’). Poco le falta para hacer conjeturas sobre el origen demoníaco de la consigna “adoro mi vida”. Ayer Elettra gritaba enfervorecida: “Adoro mi caca”. ¿Será verdad? Decía Irma: “Lo que me extraña es que se hablara de la expresión ‘mearse’. ¿Por qué se utilizó esa expresión? Porque alguien sabe que se pueden hacer rituales y que se hace eso. Nosotros no”. ¡Manda narices!

Necesito descansar de tanta guarrería. Pido una tregua. En medio de todo lo anterior, la ‘pareja reality’ (diría que tienen una mierda de relación, pero es que había pedido una tregua) casi tira por la borda ayer lo que con tanto esfuerzo llevan manteniendo desde que el domingo conocieron que Irma se salvó y subió Aylén a la terna de nominadas. Marco también es como el escorpión del chiste y no puede ocultar su naturaleza. Ayer su novia le reclamaba un masaje antes de la gala de mañana, y su respuesta resultaba bastante reveladora. Dijo así: “Le deseo a usted que encuentre un novio bonito, simpático y que la respete”. Aylén se quedó a cuadros.

“¿Qué hablas?”, respondía Aylén. Con una finta rápida, Marco reculaba y añadía: “O quizá ya lo tienes”. Se debió dar cuenta de que no es momento para hablar de realidades. Están poco acostumbrados a ello. Se limitan a seguir el libreto de su representación. Y ese guion dice que ahora toca ponerle glucosa a la relación, simular voz de niña pequeña, dar caricias inéditas hasta este momento. Hasta que pase la nominación, y esperando que esto acabe cuanto antes, deben mantener las formas. Su cutre pantomima debe continuar. “The show must go on”.

Daniela daba con la clave de la cuestión. “Tus seguidores y los míos se deben unir para echar a Aylén”, le dijo a su amiga. Luego añadió que lo sentía en el alma porque no tiene nada en contra de Aylén, con quien se lleva bien, aunque no creo que vuelva a convertirse en confidente máxima. Daniela controla la situación como nadie. Puede que no esté pendiente de cuántos vasos de refresco se sirve cada compañero, como hacía el concejal, pero se da cuenta de las cosas importantes. “Los de Elettra también deberían votar a Aylén porque ella se puso detrás en los posicionamientos”, insistía Daniela. Ella sí que sabe.

Los arduos intentos de Irma por enemistar a toda la casa con Aída y que Aylén vuelva a contar con la simpatía de Elettra o Aly casi dan su fruto ayer. Eso de Aída que nunca sucedió y que todos afirmaron haber visto, pero anoche se demostró que nadie vio ha servido para que ayer Elettra le dijera a Aylén: “Ahora prefiero que se marche Aída antes que tu”. Aly, más sensata, se limitó a mirar manteniéndose en silencio.

Moleskine del gato

La prueba de esta semana se llama: Maniquíes como puedas. Igual estamos llevando demasiado lejos lo de añadir a todo el “como puedas”. Es otra prueba de baile, y en esta ocasión veremos de nuevo a Lola González como jueza. Tras no haber superado la prueba de la semana pasada nada mejor que echarse un bailecito. Voy a echar de menos la nave extraterrestre, símbolo de la que ha sido probablemente la mejor prueba de esta edición.

En la fiesta de anoche se dieron entre ellos unas medallas. Las votaciones no fueron públicas, pero sí el resultado. Demostraron poca originalidad dando las medallas negativas a Aída. La medalla al escaqueo y a la más chismosa para ella. Marco se llevaba la medalla al personaje, mientras que él mismo e Irma empataban la votación de la medalla a la convivencia. Marco cedió esta última a Irma. Paripé máximo.

Termino con una escueta confesión: estoy hecho una mierda. Suerte que, como decía Jesús Hermida y ayer se encargó de recordar Irma Soriano: “El sol sale para todos”.