Formas de reclamar protagonismo: del 'edredoning' a las bromas con el alcohol

telecinco.es 02/10/2017 09:29

Cuando hablaban de Gran Hermano Revolution creo que se debían referir a que varios concursantes iban a entrar con las hormonas revolucionadas y ganas de desfogarse dentro. Rubén está a pico y pala con su medio paisana Miriam. A Petra le quedan dos Pasapalabra para llorar porque Cristian F. no le hace suficiente caso. Maico querría entrarle a Laura, pero le frena la diferencia de edad. A su vez, sospecho que Laura trama algo porque ya ha empezado a contar que no estaba en el mejor momento con su novio cuando entró en la casa. Y, como cabía esperar, la primera carpeta oficial ya ha tenido tema que quema debajo del edredón. ‘Edredoning’ en toda regla de Carlota y José María. Nada de posibles manos que se rascan una pierna o igual están haciendo manualidades con el prójimo. Lo que he visto anoche es inequívoca coyunda, lo que se dice cópula, fornicio, yacer, enhebrar, bombear, follar, echar un caliqueño, un casquete, un kiki, un polvorón.

Aitor es el novio de Laura y lo conocimos en la primera gala. Ambos pudieron hablar antes de saber que ella estaba dentro. Se disputó la plaza con Joana, cuyo novio también estaba junto a Jorge Javier. Aitor deseó a Laura que se quedase para ganar el concurso, y le dijo que la quería. “Yo también te quiero, amor”, respondió Laura. En realidad, se había adelantado la concursante y ya la habíamos escuchado diciendo a media voz: “Te quiero, gordo”. ¿Qué necesidad tenía el novio de estar en plató si estaban pasando un mal momento? Aitor y Ramón fueron los únicos novios que conocimos en directo mientras veíamos elegir a los primeros 18 de entre los 100 que habitaban la casa desde hacía un par de días.

Evitaré decir que no me creo lo de la crisis entre Laura y Aitor, pero me parece sospechoso ver a Laura sacando esto de la manga ahora cuando ha estado guardándolo durante los primeros diez días y después de su emoción al ver a su novio en plató. En sus últimas palabras a Aitor volvía Laura a decir que lo quiere mucho, además de recordarle que cuidara a su niño. Imagino que el novio de la concursante quedó encargado de cuidar su mascota. ¿De verdad debo creer que pasando un mal momento en la relación una persona decide entrar en Gran Hermano y le deja al cuidado de su perrito (o lo que sea)? No me cabe duda de que Aitor volverá al plató, como lo hará el marido de Petra, quien muy precavido ha advertido que “todavía” no quiere ir al programa. Dale tiempo al tiempo. Puedo hacer de todo esto una cuestión de fe y creerme a pie juntillas ambas historias, pero en tal caso debo confirmar que cada vez entiendo menos todo.

Lo que sí creo entender es que algunos andan nerviosos imaginando que Carlota y José María están concentrando toda la atención por sus maniobras orquestales en la oscuridad y no quieren perder el tren del ‘edredoning’. Estos concursantes van con las ideas claras y dispuestos a no malgastar su oportunidad. Lo demostraron hablando a las claras a la hora de explicar su voto para decidir la primera expulsión, y luego nominando a la cara. Han ido directamente a jugar, sin perder el tiempo con esa fase odiosa en la que se pasan la mano por el lomo congratulándose por ser los que mejor se llevan en la historia del programa. Me gusta que hayan preferido ir al grano, poniendo desde el principio las espadas en alto y sin andarse con muchas tonterías innecesarias.

En cuanto al movimiento bajo el edredón siempre tiene que haber unos padres, abuelos, hermanos o incluso un profesor de la universidad que pueden ofenderse y frenan un tiempo el impulso primero. Y cuando parece que estamos ante concursantes más adultos y menos dependientes de sus progenitores u otros ascendentes que condicionen sus actos aparece como inconveniente un hijo, hija, alumno o lo que sea. Por eso celebro que Carlota y José María hayan pasado de todo poniéndose a la faena más pronto que tarde. Me alegraría por ello incluso si lo hicieran ávidos de abrir las galas con su vaivén nocturno bajo las sábanas. No hay tiempo que perder.

En la casa se han formado ya dos grupos, como es bastante habitual, pero hay también otra división atendiendo a la manera que los concursantes intentan atraer el foco de las cámaras. Unos por la vía carpetera y otros mediante el drama personal. Pilar y Yangyang están en este segundo grupo. Pilar porque exagera sus dificultades de integración al no tenerlo fácil a veces en las pruebas. Vuelve a parecerme injustificado su enfado con Carlos porque advirtió de que Carlota había puesto un pie en el suelo y eso podía ser fallo de prueba. No estaba de más la advertencia teniendo en cuenta que no han superado la prueba y se quedan sin presupuesto para esta semana. Anoche se celebró la prueba final y nos dejó dos imágenes impactantes: Carlota tirando de Yangyang para levantarla del suelo, y Carlos estampándose contra la pared después de derrapar en la carrera. La reacción airada de gran disgusto por parte de Pilar no hace sino confirmar su disposición a vender drama e historia de superación.

El comentario de Carlos ni siquiera era para Pilar, que no parecía tener grandes problemas para sujetar a Carlota. Esta supongo que intentó ayudarla descargando un poco de peso al poner un pie en el suelo, lo cual también entiendo. Entendible lo de Carlota y la advertencia de Carlos, que es bastante meticón, lo cual no quiere decir que le falte razón muchas veces. La única actitud que me cuesta entender es la de Pilar. Yangyang no se queda atrás y anoche lloraba en el hombro de Juan, que aguantaba la chapa estoicamente. Juan parece el muro de lamentaciones de Pilar y Yangyang.

No le arriendo a Juan la ganancia, porque entender a Yangyang se me hace muy cuesta arriba. Creo que en el casting debería ser condición ineludible hablar nuestro idioma medianamente bien, lo cual no es el caso de esta concursante. Prometo que me resulta imposible entender dos terceras partes de su discurso. Me parece demasiado. Creo que a veces preferiría no entender el otro tercio porque me enerva verla intentando autonominarse con tres puntos, como si no supiera que eso no se puede hacer. Anoche le contaba a Juan tras el directo del Debate que el próximo jueves quiere nominar por sorteo.

Tuvo que ser Juan quien hiciera el papel de ‘súper’ advirtiendo que eso tampoco es posible. Por favor, que no es tan complicado. Solo pido que se vean una edición completa antes de entrar. Los americanos se lo exigen a los aspirantes en la fase final de casting. Les dan incluso enlaces para encontrar en Internet los programas. Para la próxima que se apunten pedir un mínimo dominio del idioma y visionado obligatorio de una edición completa. Que se metan mitele en vena antes de entrar.

Me hace gracia ver a Hugo intentando pescar en el enfado de Pilar. Su amigo Juan (y a la vez ‘murodelaslamentaciones’) le pregunta entre susurros por qué tiene la sensación de que nunca nadie le hace caso. Ellos dos están cama con cama, pero Hugo está relativamente lejos, aunque con la oreja pegada, por lo que se ve. Entonces se adelanta a Pilar en la respuesta y dice: “Porque es la verdad. Lo dije el primer día”. Hugo aprovecha el momento para intentar arrimar a Pilar (y por arrastre a Juan) a su grupo. Son dos candidatos, por lo hablado entre Hugo y Rubén. Los ven moldeables y suponen dos votos valiosos, que podrían llegar a ser tres si también arrastran a Yangyang. Sería una buena jugada ganarse a los hasta ahora no alineados.

En la mayoría de ediciones se han formado dos grupos claros, aunque siempre hay quien se queda orbitando de un lado a otro, bien porque no se terminan de decidir o porque prefieren no hacerlo. Esto ocurre siempre entre la primera y la segunda semana de encierro. Es decir, con bastante celeridad. Si pasan los días y no se han empezado a conformar los grupos quiere decir que va a ser una de esas ediciones sin dos grandes grupos donde los equilibrios son más complicados porque se atomizan las fuerzas y no hay líderes.

Creo poder decir que estamos ante una edición con dos grupos y líderes claros. Al menos tenemos candidatos, ahora falta ver si no se terminan matando entre ellos dentro del mismo grupo. Petra y Mina pueden tener dificultades para ceder el liderazgo de su grupo. En el otro, creo que puede imponerse la bicefalia de Hugo y Rubén, aunque la paz dependería de que Maico no tenga aspiraciones. Su espíritu hippie así lo sugiere, aunque no lo tengo claro del todo. Cada uno de los grupos intenta concentrar poder y esta semana podemos asistir a unas nominaciones estratégicas. Me relamo pensando que en las dos partes se dejen los cuernos pensando hacer la mejor jugada. Da igual si sale bien o mal, el caso es verlos jugando a este juego que se llama Gran Hermano. Estaba deseando que llegara un momento así. Todavía lo deseo, y lo mejor es que puede haber llegado. Anoche mismo ya estaba haciendo cálculos Carlos, que si Petra y Mina se despistan no va a limitar su mando a la cocina, reclamando también plaza de líder.

Mientras se conforman los grupos tenemos fugas, recolocaciones y los típicos infieles, conspiradores o intrigantes. Javier se ha cambiado de habitación porque estaba durmiendo con su enemigo. Dormir cerca de sus tres nominados no parece que le tuviera muy tranquilo. Su maniobra ha sido interpretada correctamente por ambos grupos. Christian G. nominó a Petra y Mina, lo cual le acercaría al grupo de Hugo y Rubén, pero después fue a chivarse al otro grupo de que aquellos intentaron pactar nominaciones, o algo similar. Eso dicen ellos, y de ser cierto convierte a Christian G. en alguien poco de fiar. Con todo, no le podrá disputar a Miguel el papel de infiel correveidile de esta edición. Va con dimes y diretes de un grupo a otro. El jueves parecía estar del lado de Hugo y le metió un punto. A todos dice lo que quieren escuchar, lo cual hace con torpeza. Miguel deja demasiado al descubierto su juego. Lo malo es que no es un juego bonito.

Termino con lo de Daniel, que no tiene mayor importancia por mucho que algunos quisieran dársela. Este concursante hizo una broma acabando una botella de Ginebra y rellenando con agua la botella. Lo que no debería haber pasado de una broma, con más o menos gracia, terminó siendo motivo de polémica durante la última fiesta. Carlos es hipersensible a las bromas y apeló al compañerismo de forma equivocada. No veo mala intención en la broma de Daniel. Le podría afear otras cosas, como cierta tendencia a sonsacar información a los demás convirtiéndose en confidente de varios de sus compañeros a la vez. También es un poco 'metemierdé', que diría la Esteban. En este caso creo que no intentaba otra cosa que los del 'edredoning'. Igual que Pilar con sus dramas. Daniel quiso sacar la cabeza con su broma durante una fiesta. Si es así no le ha salido tan mal.

Moleskine del gato

Sigo presenciando con estupor a exconcursantes en el Debate demonizando las estrategias. Lo mismo me pasa cuando los veo insultando o menospreciando a concursantes, sobre todo si ya no están en el juego. Pasó anoche con Nerea, a la que pusieron contra las cuerdas con considerable dureza. Se me escapa el interés que pueda tener la ocupación profesional del padre de Nerea, pero esa fue una de las preguntas que le hizo Belén Esteban. Los padres no concursan, gracias.

Conocimos anoche los primeros porcentajes ciegos de votación para una expulsión, que cambiaron de forma importante durante el Debate. Los dos primeros estaban muy parejos, pero terminó destacando uno de ellos. Así estaban al final del programa: 52,9 %, 37,4 % y 9,7 %. Creo que el porcentaje mayor puede ser de Hugo, mucho menos antipático e impopular que Yolanda, pero del que vimos un pequeño detalle con el que se puede hacer mucha demagogia. Cuando Maico decía que Laura le excita vestida de determinada manera, Hugo hizo una pregunta incómoda. “¿No hay nada raro en su voz?”, dijo. Muchos hubieran hecho ese mismo comentario, pero con una cámara delante es distinto.

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