La salida de Fran hace a Lucía y Laura líderes de sendos grupos enfrentados

telecinco.es 22/01/2016 09:47

Se cumplió el mal presagio que contaba con una audiencia cainita, que odia el programa de sus amores y acostumbra a prescindir de los concursantes más prometedores a las primeras de cambio. Se puede decir más alto, pero no más claro. La expulsión de Fran es un golpe bajo que pone en peligro las expectativas de esta edición VIP. El propio programa de anoche lo confirma. Aproximadamente una hora y media de contenidos generados por Fran Little Nico, concursante que ha suscitado el odio, dentro y fuera de la casa. Es uno de los riesgos de este formato con famosos, el prejuicio inevitable hace que la historia conocida de cada uno pese muchas veces más que el papel desempeñado en el encierro.

Han criticado a Fran más por su pasado conocido que por lo sucedido ahí dentro. No es el único afectado por el prejuicio de compañeros y audiencia, pero sí el primer expulsado de una edición que en sus dos primeras semanas ha sufrido ya dos bajas importantes. La olla a presión que era anoche la casa de Guadalix terminó explotando con una bronca entre Laura y Lucía, que se convierten así en líderes de sendos grupos enfrentados. Sin pretenderlo, las mujeres han cogido este toro por los cuernos, asumiendo la responsabilidad de marcar las líneas del territorio propiedad de cada una.

Ahora falta ver terminar de configurarse ambos grupos, especialmente el que ha de acompañar a Lucía, ausente Fran. Digamos que Fran es inspiración para ese grupo, que solo cuenta con el apoyo firme de Javier, aunque anoche parecían unirse Carlos y Belén. La confianza en sus integrantes es desigual. Belén ha ido dando bandazos sin terminar de definirse, aunque la presión chantajista de Julián puede haberla echado a los brazos de los que este considera sus enemigos. En cualquier caso, es un grupo atractivo, liderado por una mujer que ha demostrado integridad e inteligencia, a la que anoche Laura puso a prueba con la provocación del ganador. Pero eso lo contaré un poco más adelante.

Hablo de la prepotencia de los ganadores por la actitud de Laura y su grupo anoche. El subidón que les produjo la expulsión de Fran puede que les hiciera sentirse más dueños de la casa todavía. Nada más terminar la gala pretendían descalificar a Javier por haber pactado sus nominaciones con el expulsado, aludiendo al espíritu del programa. ¡Qué manía de invocar a los espíritus! Al final habrá que llamar a Iker Jiménez para que nos explique bien esto. Si los concursantes dejaran su espíritu en esa casa el de Pepe Herrero se estaría retorciendo de dolor anoche al escuchar a Julián hablar de que este es un concurso de individualidades.

El propio sentido común niega y echa por tierra las tesis absurdas de Julianín. Cuando parece que nadie discutía el acuerdo al que casi todos hemos llegado sobre que este es un programa de convivencia, con la única salvedad de que no tiene necesariamente que tratarse de una buena convivencia, viene este concursante a reivindicar al individuo. El solitario y poco social Julián no considera que se pueda jugar en grupo en Gran Hermano. A tomar viento fresco las estadísticas del juego. “Aquí se concursa individualmente porque se gana el premio individualmente”, decía con evidente ignorancia Julián. No hace falta ni explicarlo. Todo lo que cree saber y dice sobre este concurso es un insulto a sus seguidores. Solo con que viera una edición de tan agradable recuerdo como GH 7 bastaría para salir de su error.

El equívoco lleva a algunos concursantes a hablar de juego sucio. Sencillamente porque Javier y Fran, incluso Alejandro, hubieran podido pactar sus nominaciones. De nuevo la estrategia en el juego cuestionada, como de costumbre por aquellos que no saben jugar. Rosa se lo reprochaba la semana pasada, extendiendo su dedo acusador, a un educado y tolerante Fran, que no salía de su asombro. Anoche volvían con la misma monserga, en este caso contra Javier, porque a Alejandro creen que es más fácil retenerle en sus redes. Creo que fue esto lo que logró aportar un extra de energía a Javier, que ganaba muchos puntos anoche con su apoyo a Lucía y dejando claro a Alejandro que no se puede estar a bien con todos.

No se trata de un estás conmigo o contra mí. Sucede simplemente que, llegado el momento, hay que ponerse de un lado u otro. Anoche el lugar de Javier era junto a Lucía, estando atento con ella en todo momento, cuidándola y protegiéndola en cierta medida. Ese fue el sitio de Javier, y allí no encontró a Alejandro. A veces hay que estar donde se debe, y si no se está queda todo dicho. No nominó mal Alejandro, al menos de momento puede ser útil todavía, pero prefirió quedarse bromeando con el enemigo. Un tono de broma impropio del momento, algo que indignó a un Carlos para quien también fue fundamental la noche. El enfrentamiento forzado e innecesario que Raquel exageró hasta el límite del absurdo pudo terminar de ponerle del otro lado.

La salida forzada de Fran ayudó a que estallase esa olla a presión de la que hablaba antes. Su despedida de la casa generó intriga y cierto grado de indignación. Rosa abogaba porque no debían haberle permitido decir lo que dijo en su despedida. Se refería al “no te fíes de Laura” que expresó dirigiéndose a Javier. Tampoco debe Rosa haber visto este programa antes, porque como mensaje de despedida es bastante poco polémico en comparación con otros que muchos recordamos. Ya lo había dicho dentro de la casa, lo cual se encargó de difundir Alejandro.

También dijo Fran en su despedida que “nada es lo que parece”, un mensaje menos enigmático de lo que puede parecer. Creo que se debía referir a que los malos a veces no son tan malos ni los buenos tan buenos. O sea, uno de los lugares comunes de este programa, frase repetida en innumerables ocasiones por muchos concursantes. Antes de su despedida la entrevista con Jordi González había transcurrido en un tono poco usual. Fran reconoció que se ha equivocado muchas veces en la casa, alabó la buena edición de los vídeos y se mostró converso partidario del formato. Justo lo contrario de lo que suelen hacer la mayoría de expulsados.

El reconocimiento de sus errores fue explícito al referirse a su respuesta frente al ataque de Carlos el segundo día de encierro. Ni siquiera recordó que en realidad no le llamó “cocainómano” sino que planteó qué pasaría si se lo llama, porque la mala intención quedó clara y es lo que cuenta. Fue honesto en esto y no tuvo inconveniente en pedir disculpas de forma reiterada, incluso se levantó a hacerlo personalmente al defensor del presentador en plató. Insisto en que no es usual un reconocimiento del error tan claro y sin excusas de ningún tipo en un concursante que acaba de ser expulsado. Sobre los vídeos, lo común es que critiquen su edición o la selección de momentos, que casi siempre consideran poco representativa de su paso por la casa. Fran anoche decía en más de una ocasión que eran muy buenos los vídeos. Aunque donde me terminó de ganar fue cuando se deshizo en alabanzas a su experiencia de estas dos semanas.

Fran entró casi desconociendo el formato y ha salido siendo un encendido defensor del mismo. Su emoción al hablar de ello, el brillo de sus ojos y su voz ligeramente quebrada nos mostraron por fin un tipo bien distinto al que creíamos conocer. Su objetivo se cumplió más anoche que en todos estos días. Él mismo lo expresó con convicción. Esta experiencia le ha cambiado, poniendo en solfa su frialdad y su ambición, haciéndole más humano, y capaz de poner la amistad por encima del resto de cosas. “Mi objetivo toda mi vida hasta que entré en esa casa era ser alguien, ir a una buena universidad, tener buenos contactos, estudiar en el extranjero… Ahora lo que quiero es ser feliz, y creo que esto me ha ayudado mucho a serlo”, decía anoche Fran, que calificaba la experiencia como una de los mejores experimentos para conocerse y darse a conocer. Emociona escuchar esto a un concursante, más si se trata de un converso confeso.

Por su entrevista tanto como por su paso por la casa, Fran se me antoja como uno de los mejores concursantes que ha tenido Gran Hermano. En la parte negativa su colección de historias increíbles, que hasta sus más afines escuchaban con descreimiento. La cara de Javier era un poema a veces, otras parecía directamente que había dejado de escuchar cosas como lo del despacho, secretaria y chófer que probablemente tenía con 15 años. Luego vino la escolta detrás y la mayor demostración de poder, que no es otra sino la escolta de delante. Ahí dejo de tomarme en serio a Fran y me río, no sé si con él o de él.

Parece inevitable que durante las nominaciones se produzca alguna discusión. Anoche fue entre Raquel y Carlos, que tal vez así aprenda a no comentar sus nominaciones, ni antes ni después. Los calambrazos hacen que las nominaciones vayan siendo conocidas por todos, una de las peores ideas posibles, auténtico caballo de batalla de quienes amamos este programa. El Gran Hermano que conocimos y del que nos enamoramos es otro, cada vez más lejano e inalcanzable. Tanto es así que a veces dan ganas de acompañar este escrito de una oración diaria en su memoria. Este otro Gran Hermano que ahora tenemos es claramente peor, por mucho que haya broncas durante la gala, que al final no terminamos de ver porque el programa sigue su curso.

Anoche Carlos afirmaba al dar sus dos puntos a Raquel que ya se lo había advertido, diciéndole a ella que podía devolvérselos si no tenía a quién dárselos. Lo mismo dijo con los tres puntos a Rosa, ignorando en ese momento que los miembros del equipo rojo no nominarían. No debió explicarlo bien Carlos al volver de nominar, o bien Raquel no supo entenderlo. Ella creyó que había dado a entender un pacto entre los dos para nominarse mutuamente, lo cual no tiene ninguna relación con lo dicho. Tal importancia le dio al tema Raquel que, acabada la gala, seguía con lo mismo.

En el fondo subyace algo distinto en la virulenta reacción de Raquel. Sospecho que ella y Rosa piensan que deberían ser inmunes hasta el final. El simple hecho de que Carlos las nominase hizo que se pusieran de uñas con él, con formas más propias de un charlatán de feria ofendido porque le han robado parte de su mercancía. A Bollo y Benito les han robado la inviolabilidad como concursantes. No les basta con tener un altavoz vespertino en defensa de la unidad familiar, también quieren ser innominables.

La bronca entre Laura y Lucía fue una provocación en toda regla de la hija de Matamoros. La única que permaneció todo el rato defendiendo que debía quedarse en la casa Fran fue Lucía, razón suficiente para que esté en el punto de mira de Laura y los Julis. También es motivo para enarbolar la bandera del #LucíaTeam en revancha por la expulsión de Little Nico. De momento, a este gato peleón le dio anoche un “de repente” con ella. Laura amenazaba con “calzarle una hostia” y se movía alrededor de Lucía soltando lindezas del tipo “tu puta madre”. Incluso se acercaba para que la provocación fuera todavía mayor. Puede imaginar el lector y pensar a lo que se asemejaba esa actitud provocadora, que excuso calificar, aunque sí he decir que resultó un poquito macarra.

Lucía aguantó el tipo, y al momento se iba a la playa sin poder reprimir el llanto. La desfachatez de Laura alcanzaba cotas increíbles cuando negaba que hubiera hablado mal de su padre ahí dentro. Igualmente negó que hubiera comentado nada de su hermanastro que no estuviera relacionado con su papel como concursante. O sea, que todo lo que ha contado de fuera nos lo hemos imaginado los espectadores. No sé si se ríe de nosotros o nos toma por idiotas.

Un rato más tarde Laura iba al baño y se encontraba allí a Lucía hablando con Belén. Le pidió perdón por las formas, lo cual también hizo Lucía. Laura volvía al dormitorio con una sonrisa, contando satisfecha lo sucedido en el baño. Todos estaban satisfechos, no de que se hubiera impuesto la cordialidad para terminar la noche sino porque están convencidos de haber herido de muerte a su próxima víctima. Si todo esto ha servido para que se forjase el #LucíaTeam bienvenido sea. Y, por otro lado, confieso que nos proporcionó la primera noche épica de esta edición.

Observatorio de nominaciones

Las votaciones fueron como sigue:

Julius > Lucía (3), Javi (2) y Alejandro (1)

Carlos > Sema (1), Raquel (2) y Rosa (3)

Raquel > Javier (3), Carlos (2) y Alejandro (1)

Alejandro > Julius (3), Raquel (2) y Julián (1)

Javier > Julián (1), Julius (2) y Sema (3)

Laura > Lucía (3), Carlos (2) y Javier (1)

Nominados: Javier, Lucía y Julius. Esta semana no hay salvación ni inmunidad, aunque ellos piensan que todavía lo pueden tener este domingo. Estos son los nominados definitivos, doble exposición de los afines a Fran y el dictador de la cocina expuesto al juicio popular. Veremos lo que sucede.

A destacar que Rappel es ya el único concursante que mantiene su marcador a cero, no habiendo sido nombrado por ninguno de sus compañeros en las dos primeras rondas de nominaciones.

Moleskine del gato

La frase de la noche fue dicha por Lucía y es esta: “El dinero me lo paso por el forro del candemor". Hay que quererla a la fuerza.

Destaco dos tuits de anoche, que me llamaron la atención por razones bien distintas. El primero es de @Marototuit y dice así:

“‘Ser un pistos’ solo da 4 resultados en Google, dos de Laura, uno que quería poner pistón y el otro es una búsqueda. Vaya, que NO EXISTE”.

Anotado queda. El otro es de @monica6belatti y me inquieta de principio a fin. Ya verán por qué:

“Presiento qmis dioses YORUBAS meestandiciendo q Rapel ES KIMBOBO EN PLATO LLANO comodice lacansion kimbobo q resbala a la yuca seca”.

¿Debo tener miedo? ¿O algo?