Ni un oso verde hubiera quitado protagonismo a Nicolás

telecinco.es 08/01/2016 09:38

Podía haber entrado un oso de color verde fosforito que no le habría quitado el protagonismo al pequeño Nicolás, también conocido como Francisco Nicolás, "llámame Fran". Tanto empeño en que le llamen Fran será en vano. A lo sumo podrá lograrlo entre sus compañeros, pero no con la audiencia. Personalmente he decidido llamarle Nicolás. Que no hubiera insistido tanto.

No le preocupó al programa que se notase la diferencia entre concursantes. Unos pisando la alfombra roja y entrevistados en plató por Jordi González mientras otros quitaban el envoltorio a la casa. Menos mal que acabamos de pasar los Reyes Magos y venimos entrenados en quitarle el papel de envolver a los regalos. Como corresponde, Nicolás estuvo en el grupo de los elegidos, con alfombra roja y entrevista. Lástima del error de conjuntar su traje y corbata con los de su defensor. Ahí estuvo ágil Jordi cuando dijo que parecían de la misma orquesta. Dice Nicolás que era para que reconocieran a su defensor. Menos mal que no tuvo la misma idea Rappel, porque no veo a Ismael Beiro con túnica.

Dejo para otros la crítica del estilismo de los concursantes, aunque he de decir que no parecían ir todos a la misma fiesta. Entre lo informal que iba Javier y el traje de gala de Alejandro hay una diferencia considerable. A destacar el imposible vestido de Liz o los pezones amenazando con rasgar el de Belén. Esto fue lo único que puso en peligro el protagonismo de Nicolás.

Supongo que Nicolás tenía prisa porque la audiencia viera otra persona diferente al que conocemos. Por eso se hizo llamar Fran y tardó segundos en quitarse la corbata (a la mierda la clave para identificar a su defensor). Se arremangó la camisa y puso todo su empeño en desempaquetar todo. Mientras tanto, su defensor decía poco más o menos que no ha dado golpe en su vida. Si eso dice su amigo, a la sazón policía, que será lo que dicen sus enemigos. Ah, sí, que sus enemigos le han acusado de todo y más.

Carlos Lozano se tomó la molestia de ir recibiendo concursantes, y para todos tuvo una metedura de pata preparada. Chocó especialmente con Liz, a quien le impresionó verlo en persona. Parecía como si hubiera visto a un muerto, pero él solo ha estado en Perú, aunque ahora amenaza con volver para quedarse. Me hizo recordar otros tiempos cuando dijo “mi niño” al 'súper'. Desde entonces deseo escucharle decir aquello de “cruza la pasarela”.

El casting es equilibrado y dispar. Debo reconocer que está más currado de lo que suele verse en realities de famosos. Lo mejor es que algunos perfiles le roban el papel a otros, lo cual me resulta especialmente llamativo. Por ejemplo, Julius le quita el papel de cocinera a Rosa. Alejandro le roba el rol de cachitas potable a Javier. Nicolás le hace sombra a Carmen en el terreno de la política. Lucía, con sus casi 41 años, le roba el de tía buena al resto de las chicas, y a Carmen el de miss. Por último, Belén y Liz se disputan el papel de rubias. Sí, ya sé que Liz no es rubia, pero yo sé lo que me digo.

También tiene sus riesgos este casting. Tiemblo al pensar que puedan juntarse Nicolás y Julián provocando tanto formalismo y pedantería juntas un choque entre agujeros negros que haga vibrar el espacio-tiempo y ese temblor se propague por el universo. Al menos el universo de Gran Hermano. Julián es la alegría de la huerta. Solo verle da pena. Iba vestido como para un entierro, aunque tuvo la decencia de no repetir una vez más lo de “yo vengo para que se me conozca de verdad”, porque lo dicen una vez más y sí que habría peligrado el espacio-tiempo ese.

El eufemismo no es pequeño. Se dice que el caché de Nicolás es astronómico. Supuestamente igual que pasó con Belén Esteban el año pasado. Ella misma contó a sus compañeros que si duraba en el concurso ganaría una cantidad de dinero superior a la del premio al ganador. Pero decir que ha ido porque le pagan una pasta le debe parecer demasiado ordinario. Otra excusa es la de “me lo ha pedido Vasile”, aunque diciendo sin decir. Nicolás ha visto a ratos el directo de GH 16, pero debería haber prestado atención al anterior GH VIP. Ahí tienes escrito casi todo, pequeño Padawan.

Hablando de la Esteban, se la recibió con todos los honores en plató y también en la casa. Por si era necesario, empezó aclarando a los concursantes que ella ganó el año pasado. Luego sorteó los capitanes de equipo con tan mala fortuna que salió la otra Belén dos veces. También dijo alguna cosa sensata. Además de advertir a los concursantes de que no fuesen muebles, momento en que me pareció ver que miraba fijamente a Julián, comentó con Jordi la importancia de los defensores en plató. Belén tiene toda la razón en esto.

Lo vimos nada más empezar la gala con los defensores de Javier y Laura, especialmente el de esta última. Se trata de Diego Matamoros, que aprovechó su breve intervención para preparar el terreno de un Deluxe. Su principal motivo de ataque al amigo de su hermanastro Javier es que no fue a defenderle su madre, a la sazón pareja de su padre y gran enemiga del exconcursante de Supervivientes. Absurdo ataque solo justificado porque Makoke es su enemiga, aquella persona con la que quiere enfrentarse en otros platós para rentabilizar la cosa, dado que al plató de GH VIP irá sin cobrar, como bien se encargó de remarcar.

Digo que es absurda la crítica de Diego Matamoros y le hubiera bastado con echar un vistazo al banco de defensores para darse cuenta él mismo. Creo que la madre de Sema es la única excepción. Al resto les defendían desde un policía represaliado por verse con el pequeño Nicolás hasta una tuitera con el sobrenombre de la ‘Perra roja de Satán’. Variedad que refleja la que existe entre concursantes. Pero pocas madres. La coartada Matamoros tumbada sin esfuerzo. En realidad, él mismo iba defendiendo a su hermana, en lugar de hacerlo su conocido padre, al que no se le caerían los anillos (ni las tiras de papel celo de la cabeza) por hacerse unas horitas más de plató a la semana.

No sé si me llama más la atención lo escuetos que son algunos de los currículos de los concursantes o lo falsos que parecen ser otros. Lo de Carmen es de traca. Salvo que es amiga de la infancia de Lucía, el resto parece estar debidamente maquillado. El mismo Albert Rivera, que descansa de su reciente maratón televisivo, tuvo que salir a desmentir a Carmen en Twitter. Dice que no es de Ciudadanos. Yo hasta dudo de que realmente haya estado viviendo en Chicago. Si es así, no me explico cómo conoce tan bien a Belén y dice que la veían en familia cuando fue tronista. De Nicolás se ha dudado siempre, aunque todavía sigue repitiendo que ha trabajado para la Casa Real, el CNI y presidencia del gobierno. Demasiadas páginas tiene la biografía de Nicolás. La de Laura y Javier es más escueta que el escote de Belén. Y me temo que vamos a escuchar varias veces a Carlos contar lo suyo.

Pero si hay una biografía que me llama la atención es la de Rappel. Dice que antes de ser adivino fue modisto 25 años, y luego durante otros 10 director de la sala de fiestas Florida Park de Madrid. Teniendo en cuenta que como adivino dice que ha cumplido ya los 50 años, la suma revela que estamos ante una auténtica momia. Vestido de faraón lo parecía, aunque a ratos me recordaba a la madre Teresa de Calcuta. A ver, sumemos: 25 más 10 más 50 suman 85 años. Debemos suponer que no empezó a ejercer de modisto con menos de 15. Por tanto, tiene más de 100 años. No estaba tan impresionado desde que le vi posando con sus 10 bañadores preferidos.

Ya se apuntan posibles carpetas, y eso que esto no ha hecho más que empezar. La más evidente es entre Rosa y Carlos. De momento, ella se ha pedido la cama al lado de él, y se nota que babea a su lado. El nuevo Montalvo está encantado con la situación, aunque le tira la caña a Liz. En realidad, mayor tensión sexual veo entre Javier y Laura. Ya sé que es muy incorrecto, aunque recuerdo que son hermanastros. Es decir, no hay lazos de sangre. Tensión existe, otra cosa es que sea sexual o esto solo lo vean nuestros maltratados ojos.

Liz tardó en encontrar el abrebotellas para el vino menos de lo que Carlos tardó en meter la pata y preguntarle a Laura si ella era hija de Makoke. “Más o menos”, contestó Javier, y se quedaron tan contentos. Estamos perdidos si le dejan el vino a Liz por las noches. La primera consecuencia fue una triste conversación de madrugada con Nicolás. Y eso que hablaban de libros, lo cual celebro. Pero es que si no puede ser no puede ser.

De momento, ya he escuchado motivos para echar a correr y no parar. El “soy muy competitivo” de Nicolás me produce pavor. Aunque igual lo prefiero a lo que dijo Lucía de “no tengo ningún tipo de vergüenza”. Visto desde este lado del cristal vale, pero si estuviera ahí dentro ya habría pedido el taxi para volver, a lo Matamoros padre. Tampoco ayuda que tuvieran dificultades para entender dos palabras pronunciadas por el ‘súper’, a saber “aperos” y “ágape”. Quedó gracioso lo de “os hemos preparado un ágape”, y algunos concursantes preguntando qué diablos era eso, por lo que el ‘súper’ optó por la vía sencilla diciendo “que tenéis cena”. Como diría Coman (GH VIP 3): “Grande súper”. Aunque mi frase preferida de la noche es esta: “Fui trending topic negativo mundial”. Lo dijo Carmen y se quedó tan ancha.

En la elección de equipos, malo que Carmen se quedase la última, como la elección forzada. Está claro que quedó un equipo fuerte, con Julius de capitán y formado por Carmen, Laura, Carlos, Raquel, Alejandro y Julián. Así las cosas, el otro equipo tenía que ser elegido como esclavos. No en vano, junto a la capitana Belén quedaron Rosa, Fran, Liz, Sema, Javier y Lucía. Si hubieran intercambiado a Lucía por Carmen hubiera sido perfecta la división. Los faraones mandan, en una reedición poco evolucionada de los señoritos y sirvientes. No tengo claro si es más humillante el uniforme de sirviente o el de esclavo, aunque el de faraón también tiene delito.

Este plato se está cocinando lentamente, un poco como la gala de anoche. Impecables fueron los vídeos de presentación de los concursantes, cuya factura supera lo nunca visto. He de decir que todo fluyó bien, sin sensación de sorpresa y con escasa emoción, pero con pocos errores (por no decir ninguno). Los buenos caldos se hacen a fuego lento, sin prisas. Y esto tiene muy buena pinta. Creo que aparte de pasarlo bien, lo cual no dudé en ningún momento, vamos a disfrutarlo.

Moleskine del gato

Me gustó ver a Sandra Barneda en plató en la noche de presentación de este GH VIP. Ella se encargará de los debates dominicales y debía estar ahí. También me gustó que Jordi mencionase el programa MorninGlory, de Radioset, donde hablaremos con cariño de este Gran Hermano, como siempre hacemos, aunque no se diga o se diga poco. Esto es comenzar haciendo las cosas bien. ¡Bravo! Y amén.