Raquel: “Prefiero que el premio se lo lleve un español antes que un chino”
Por momentos la vida en el apartamento de los repescados resulta bastante más interesante que esa desquiciada convivencia de la casa principal, donde todo parece que vaya a saltar por los aires en el momento menos pensado. Buena parte del interés está entre esas cuatro paredes donde el ‘súper’ habla por mensajes en los monitores y que en el ‘confe’ necesitan de auriculares para escucharle. Allí donde el jardín es un exiguo espacio donde Quique terminaría enseguida si quisiera contar los pasos de un lado a otro. En ese espacio que nos suena tan familiar ("El apartamento de Friends", decía Marta en GH 12+1) hemos asistido este fin de semana a una tensa discusión entre Quique y Raquel, fiel reflejo de lo que son las renovadas intenciones del médico en esta nueva etapa. También hemos conocido algo sobre las intenciones de Ricky, bastante más listo de lo que pudo parecer el jueves pasado. Y, sobre todo, ahí se ha desarrollado una de esas conversaciones en las que todos parecían haber olvidado la presencia de las cámaras. De otra forma no se explica.
Raquel se llevó la peor parte, aunque he de decir que nadie optó por poner un contrapunto de cordura a lo dicho por esta concursante. Recordaban los cuatro aspirantes a la repesca que habitaban en ese momento el loft la estrategia malograda de Carolina e Ivy. Plantearon nominar a Aritz, Amanda y Han, de lo cual fueron disuadidas principalmente por Quique. Siempre me pareció que el plan era bueno, lo único erróneo era haberlo compartido con demasiada gente. El viernes Quique opinaba que entre esos tres candidatos a la expulsión se iría Han, coincidiendo Raquel con esta opinión. Entonces Raquel comenzó a desvariar.
“Es lo que decía Maite hoy, que la gente en España vota antes a un español que a un chino. Que me larguen por decirlo si no es así”, decía Raquel, y se extendía en tan espinoso tema: “Quiero mucho a Han, pero ¿qué quieres que te diga? Una familia humilde que lleva toda la vida currando…” Supongo que Raquel no considera a la familia de Han una familia humilde y currante. Y eso que el propio Han decía en su vídeo de presentación que curran como chinos. Como una segunda voz, Maite había ido apuntando su conformidad con lo dicho por Raquel. “Ya lo que faltaba”, llegó a decir, aparentemente escandalizada con la posibilidad de que ganase el programa un chino. ¡Por el amor de Dios! Un chino.
Un miserable chino o, como dijo Raquel: “Estamos hablando ahora mismo de un chino con un bazar”, de nuevo jaleada por Maite. ¿Dónde vamos a llegar? Un chino de bazar ganando Gran Hermano. Se están perdiendo todos los valores. ¡Virgen santa y arriba España! Lo del chino con un bazar venía por establecer distancias entre Han y Muti, que se había dado por aludido con lo dicho. Muti siempre que puede pone de excusa el color de su piel para justificar su mala fortuna en el concurso. Sus dos argumentos recurrentes son que es negro (la lucha de Luther King en vano) y entró más tarde en el juego (cuatro días, solamente eso). Fue escuchar que le querían negar el premio al chino y quiso saber si a él también por ser negro.
Cuando Muti se interesó porque le explicaran la teoría de los españoles y extranjeros optando por el premio, Raquel le preguntó si se consideraba extranjero. Quique intervenía por primera vez bromeando con que el sevillano tiene acento ruso. Y Muti contestaba: “Pero tengo el color de piel negro”. Anda, mira, si no me había dado cuenta. Un sevillano negro y amigo de los Montoya. Salvo por esto último, no veo razón para tener menos opción a ganar que cualquier otro. Quique, imagino que preocupado por la conocida hipersensibilidad de Muti respecto a este tema, le intentó explicar que hace 30 años puede, pero ahora no se juega con estas cosas.
Bien habría estado que Quique demostrase tanta corrección censurando las palabras de Raquel. Por desgracia, nadie salió en defensa de Han, lo cual hubiera sido como representar la cordura en esa conversación. Una cordura que no apareció por ningún lado. Raquel hablaba de un chino con un bazar, “no de un negro, tío”, como ella misma aclaraba. Ella siempre dice "tío", ya sea para enfatizar como para suavizar sus asertos. Para compensar lo de negarle el premio al chino con bazar, Raquel se prodigaba en elogios vanos. “Adoro a Han. ¡Que me lo como entero! Y antes que a mucha otra gente le daría el premio a él”. Claro, pero como es un chino con bazar que le peten. O algo.
Cuando todo parecía que la conversación se podía reconducir hacia algo más normal, Raquel sorprendía otra vez. Los compañeros de encierro a su derecha y la cámara a su izquierda. Nada le podía impedir terminar de encumbrarse tras los comentarios susceptibles de ser considerados racistas y xenófobos. Faltaba que le pusiera unas gotitas de homofobia también. Porque, claro, el puto chino de bazar de los cojones resulta que también es homosexual. Si es que lo tiene todo el colega.
“Escúchame, y tiene más apoyo porque es gay, porque es diva y tal”, decía Raquel. Y todavía tenía que rematar su deslumbrante faena de esa noche: “Si Han fuera hetero a lo mejor no hacía tanta gracia. Bueno, en verdad, a lo mejor es que no era gracioso”. La cámara a la derecha de Raquel de nuevo la estaba saludando sin que ella se enterase. ¡Hola, Raquel! Soy tu cámara. Aquí estoy, gozándolo. ¿Qué tal si reparas en dónde estás?
El problema es ese, olvidarse de que están rodeados de cámaras y comiencen a hablar como en su casa, junto a personas de total confianza. Yo mismo hice la reflexión en voz alta sobre si ser chino podía beneficiar o perjudicar, pero estaba hablando en la privacidad absoluta del salón de mi casa. Además, no lo tenía nada claro, porque chinos hay mogollón en España, aunque mucha gente les tiene cierta tirria porque se están quedando con muchos viejos negocios de barrio, de los de toda la vida. A mí me encantan los chinos, quiero decir sus bazares.
Raquel podría haber hecho estas afirmaciones entre sus amigos y posiblemente a nadie extrañaría. Pero, sobre todo, ninguno de nosotros nos habríamos enterado. Pero claro, en el apartamento de Gran Hermano, esperando a ser elegido para la repesca, uno debe tener cuidado con lo que diga. Conste que yo les agradezco muchísimo que se dejen llevar y olviden las cámaras. Esa sensación tuve el viernes, con los cuatro hablando como viejos amigos, imagino que pensando en el protagonismo mucho menor que estarán teniendo ellos al lado del que acapare la casa principal.
Resumiendo las insensateces de Raquel: la gente vota antes para ganar a un español que a un chino, mucho menos si es un chino con un bazar, y Han apenas tendría gracia si no fuera gay. Con poco esfuerzo bien podría haber ofendido a un par de colectivos más. Funcionarios y seguidores del Real Madrid o el Barça son de los más numerosos y vulnerables. La próxima vez no te olvides, Raquel. Y di algo en contra de desahuciados y/o preferentistas. ¡Tú puedes!
La tensa discusión entre Raquel y Quique fue a cuenta de Suso. He escuchado a Raquel decir una docena de veces que no hablen de Suso, pero es inevitable. Ella misma lo hace, y cuando les visita Ricky van sus preguntas en esa misma dirección. No veo por qué iban a hacer caso a Raquel en lugar de hablar de lo que les dé la real gana. Solo puedo censurar a Quique por la obviedad de llamar machista a Suso. Poner las palabras machista y Suso en la misma frase es pura reiteración, anáfora sin rima ni métrica.
Algunos quieren reinventar el lenguaje, probablemente por puro desconocimiento. De otra forma no se entiende que intenten vendernos un significado para el machismo distinto del que recoge el Diccionario de la lengua española, tan sencillo. Dice así: “Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres”. Tan solo eso. Decir que lo de Suso es otra cosa, no machismo, es ignorar que se trata de algo tan simple. O tal vez intentan burlarse de nosotros. No descarto ninguna de las dos opciones. Suso es un machista de libro. Y ahora medio centenar de personas se tomarán la molestia de señalar a otros concursantes, preferiblemente entre las mujeres de la casa, afirmando que ellas (o ellos) también son machistas. Bueno, ¿y qué?
Diciendo que Suso es machista no se está negando que lo sea nadie más. No tiene la exclusiva. ¡Faltaría más! Ahora bien, él lo es de libro (de tomo y lomo, vamos). No me cabe la más mínima duda. Su prepotencia denota inseguridad y cierto complejo; también puede estar relacionado con su escasa formación y la deficiente educación que atesora. Antes de que me lo diga nadie, en esto no se diferencia de la mayoría de concursantes. Lo tengo escrito. ¡Gracias!
La discusión entre Quique y Raquel fue más violenta en las formas que en su contenido. Tan solo discrepaban en que Suso sea machista, tal vez porque Raquel también lo es. Esta era la tesis de Quique con la que coincido plenamente. Esta es una de las razones por las que apoyo a muerte al médico, ahora más que nunca. No elegirán tan buen candidato a repescado, pero debería ser quien volviese a la casa, especialmente ahora que se ha dado cuenta de sus errores. Coincido con él en que deberíamos tener tolerancia cero respecto al machismo. Mucho más sobre su difusión en un programa que la propia organización califica de ejemplarizante. Si en alguna ocasión se ha utilizado el argumento del sufrimiento de algún colectivo para explicar una expulsión disciplinaria, no estaría de más recuperar esa misma idea cuando vemos actitudes machistas como la de Suso, o comentarios posiblemente racistas, xenófobos u homófobos como los de Raquel.
El tercer momento interesante de los últimos días en el apartamento fue la primera visita de Ricky, durante la fiesta del viernes. A su regreso le recibieron sus compañeros evidenciando que ha sido pillado. Este jueves solo nominará con tres puntos, igual que las siguientes tres semanas, si es que no es expulsado antes. Se quedó sin habla cuando vio lo convencidos que estaban todos de que había desaparecido para ir a la otra casa, donde saben a ciencia cierta que hay gente. Han escuchado voces y relacionan con esto que la sala de juegos lleve cerrada desde el jueves. El viernes tuvieron fiesta carpetera y fue la primera que no hicieron en esa dependencia de la casa.
Quique le insistió varias veces a Ricky para que se fuera. Una cosa es desaparecer un momento y otra hacerlo durante un tiempo tan prolongado. Carlos fue el primero en darse cuenta el domingo, aunque luego fueron reparando algunos otros. Al menos podemos decir que Ricky aprovechó bien la visita. En su segundo día en la casa, cuando apenas cumplía las 24 primeras horas, Ricky nos daba una pista esencial: ha decidido ir en contra de Suso. Lo dejó bien claro en su primera valoración ante los habitantes del apartamento, y lo ha confirmado después en algún ‘confe’. A Ricky también le llama la atención lo pelota que es Suso. “Eres un crack, me dice. ¿Un crack de qué? Si no me conoces de nada”, decía Ricky en un ‘confe’. Solo por eso me alegro de su entrada.
Lástima que quien haya tenido que ir a desenmascarar a Suso sea otro de su misma cuerda. Con concursantes como Suso y Ricky el formato languidece. Y no muere porque siempre tenemos ganas de Gran Hermano, pero está en claro peligro. “Los tíos hablamos de pesas, mujeres, de ver a quién me peto, o mira qué tetas tiene esa”, decía Suso el otro día. Como él mismo reconoce, sus conversaciones son muy limitadas. Tan limitadas como repulsivas. En esto se diferencian poco ambos concursantes. Su mayor preocupación es tener un cuerpo del que presumir. Y los dos dicen cosas similares. Va una de Ricky: “Vengo con el rabo cargado. No me descargo porque no hay ninguna dispuesta”. Pura poesía. Ahora digan que hablo por envidia, que así será fácil identificar a los que son tan limitados intelectualmente como Suso. O más, si cabe.
Lo único sensato que ha dicho Suso en estos últimos días fue una fugaz confesión que ha pasado inadvertida para la mayoría. Dice así: “Yo creo que a Raquel no le gustaba”. La mismísima Raquel ha demostrado que mentía antes o miente ahora, cuando reconoce que al principio odiaba a Suso. También lo dijo con fugacidad, y posiblemente deseando que se haga realidad aquello de que las palabras se las lleva el viento. Pero, por suerte, algunos ejercemos de testigos. Y hasta de vigilantes, como dice el gran Jordi González.
Thug Life
Dije que Muti sería menos que nadie y no me equivoqué. No estoy faltando al pobre excandidato a concursante repescado. Anoche Muti volvió de Guadalix con el discutible privilegio de haber sido el menos votado. Posiblemente es el menos votado en la historia de la repesca, que tiene ya seis o siete ediciones de antigüedad. Lo más sangrante es que junto a los tres primeros expulsados de esta edición había una quinta opción en la votación (sigue existiendo). Es la de quienes no quieren que entre ningún repescado. De forma que solamente un 2 % de los votantes se decantaron por Muti. Menos que el 3 % partidario de que no entre nadie. Muti es menos que nadie. Ya se entiende.
Se dice el pecado, pero no el pecador. Incluso en este ‘thug life’. El debate de ayer evidenció que algunos colaboradores no es que sean galeros, sino que directamente no ven el programa. Anoche alguien preguntaba a Ivy por qué no habían pedido ella y Carlos una hora sin cámaras. “Sí tuvimos una hora sin cámaras”, respondió la mexicana, con tanta perplejidad como muchos espectadores. Y un ejemplo más. Otro colaborador dice que Marta comienza el día enfadada. “Se levanta a las ocho y media enfadada”, afirma. Ni un solo día se han levantado tan temprano. Lo hacen mucho más tarde. Muchísimo, diría yo. Vuelvan a intentarlo, personalmente no tengo inconveniente. Pero no confío nada, he de decir.
Moleskine del gato
Carolina aconseja a Carlos que solo confíe en Aritz, Suso y Amanda. Lo hace con buena fe, no me cabe duda ninguna. Aunque posiblemente se equivoque porque está valorando en función de a quienes no nominaría hoy, más que por los que no la nominarían a ella. Es posible que no podamos comprobarlo porque el jueves salga la niña de los espíritus, lo cual lamentaría profundamente. Pero no creo que las nominaciones fueran tan distintas a las del pasado jueves. Y he de recordar que tanto Aritz como Suso le dieron puntos. Amanda no lo hizo. Tras la salida de Ivy, creo que Carlos y Carolina solo pueden confiar el uno en el otro.
A Big Brother México irá una exconcursante de anteriores ediciones. Las candidatas eran Lizfanny Emiliano, Noemí Merino y Paula González. La de las piñas y el muero de amor ha sido finalmente elegida por la audiencia mexicana. Paula pone rumbo a México para entrar en la casa este mismo jueves (el jueves es día de Gran Hermano en España, de Big Brother en México y de Grande Fratello en Italia). Suerte, Paula. Buena elección.