¿Por qué Ricky no merece ser concursante?

telecinco.es 03/12/2015 09:33

Ricky ha conseguido convencer a Sofía, que en lugar de creer a su madre se inclina por dar crédito a su compañero. Teniendo en cuenta su imparable verborrea no me extraña. La noche del martes durante la fiesta compadecí a Vera porque se amarró a él y le dio una paliza monumental. Veía a Vera aguantando el tipo cuando yo había puesto ya el mute, cansado de tanta palabrería hueca y sin sentido. Ricky habla a trompa y talega, aunque a veces le funciona para conseguir lo que pretende.

No lo tenía fácil Ricky. Mucho menos con los flojos argumentos de los que echó mano de forma improvisada justo después de escuchar el alegato en contra de Maite. Lo de la farmacia abierta 24 horas sonroja a cualquier por lo pueril de su explicación. Su objetivo era lograr disipar la idea de que ha hecho comentarios vejatorios sobre las mujeres, más en concreto sobre Sofía, y por sorprendente que parezca parece misión cumplida. Hay que ponerle muchas ganas para creer a Ricky. Le ayudó que alguna de las cosas dichas por Maite no era muy exacta, lo cual utilizó para desacreditar su discurso por entero.

Lo de que Sofía era su “seguro de vida” al parecer lo dijeron en tono de broma Marta y Nied en lugar de Suso, como afirmó Maite. También niega Ricky haber entrado con mucha información porque según él fue avisado tres o cuatro días antes de entrar en la casa, no había visto nunca este programa y en esos días prefirió no informarse para entrar sin condicionamientos previos. Se lo contaba a Vera en la conversación referida antes, y añadía algo que no terminé de entender: “Ni siquiera quise saber nada más sobre Suso”.

¿Por qué iba Ricky a entrar con más información sobre Suso que sobre el resto de habitantes de la casa en ese momento? Que singularice en ese concursante su explicación sobre que no quiso conocer a los que iban a ser sus compañeros me parece curioso e inexplicable. Aunque no es eso lo principal que me sugiere la explicación de Ricky. En primer lugar, no conozco ni un solo concursante reserva o que haya entrado con el juego iniciado que afirmase haber visto el programa con detalle. Desde la primera edición el que entra más tarde afirma que no ha visto apenas nada, imagino que a sugerencia del equipo del programa y fundamentalmente para evitar que le hagan muchas preguntas.

Recuerdo como si fuera ayer a Ismael e Iván burlándose de Íñigo por esto e intentando pillarle en la mentira para demostrar que no era cierto lo que decía. Resulta bastante increíble que alguien se incorpore a este juego sin conocer mínimamente a lo que se enfrenta. No me parece de buen jugador ni siquiera hacer por conocer el nombre y algunos rasgos básicos de la personalidad de los que van a ser rivales en el juego.

En todo caso, resulta bastante hiriente que alguien desconocedor del programa, que no lo ha visto nunca, según propia confesión, y ni siquiera se presentó al casting, termine siendo concursante. Mucho más si pensamos en los miles de personas para quienes ser concursante de Gran Hermano es uno de sus sueños. Debería ser motivo de descalificación inmediata no conocer este juego, no digo ya no amarlo de forma enfermiza, como le pasa a tanta y tanta gente.

En el Big Brother de EE. UU. no puede haber un concursante que haga una afirmación como la de Ricky. Nadie allí puede afirmar que no ha visto nunca el programa, o que nunca ha seguido una edición completa. No es Ricky el único al que hemos escuchado algo similar. En esta misma edición hay más casos, como en muchas de las anteriores. Tan imposible resulta encontrar un concursante de la edición americana que no haya visto una edición al completo que es una condición imprescindible para serlo.

Durante la preparación de la edición número 13 del Big Brother de EE. UU. se filtraron dos documentos internos del programa que tienen bastante interés. Uno es un documento que se da a los finalistas del proceso de selección, un nutrido grupo de entre 40 y 60 candidatos a convertirse en concursantes. El otro es facilitado solo a aquellos que llegan a la última fase (de 15 a 20), justo antes de ser encerrados en un hotel para someterles a las entrevistas finales, pruebas psicológicas, médicas y algunas otras.

El primer documento del que hablo comienza con un párrafo muy significativo. “Emprender la fase final del casting con la idea de que tienes una ventaja por afrontar el juego limpio de información no es una buena idea. Temporadas completas del programa están disponibles para ser adquiridas en iTunes y algunas webs tienen todavía temporadas pasadas de forma gratuita. DEBES haber visto al menos una temporada COMPLETA”, dice ese texto. Si esto fuera así aquí, concursantes como Ricky nunca hubieran llegado a serlo.

El texto lo dice con gran claridad, hay algunos que incluso quieren presentar su desconocimiento del programa como una baza a su favor por entrar “limpios”. No se pensaría jamás esto en ningún otro juego. Aparte de la suerte del principiante, nadie considera una ventaja jugar al póker sin haber jugado apenas antes, frente a contrincantes que son auténticos expertos. Es importante que en ese documento remarquen con mayúsculas la obligación (el deber) de haber visto el programa. Y, de nuevo con mayúsculas, exigen haber visto temporadas completas, nada más y nada menos.

De la edición americana me haría feliz que importásemos esta condición impuesta a los concursantes. Sobre el resto del programa no hace falta copiar mucho más, aunque también resulta tranquilizador que allí busquen concursantes que tengan una estrategia, porque la estrategia es buena y necesaria en cualquier juego. Aquí seguimos arrastrando la frustrante idea de que ser estratega es malo, lo cual lastra el programa e impide que sea lo que debería ser.

Está visto que el concepto es diferente aquí. La pregunta que sirve de título para este escrito queda respondida y explicada de forma detallada a estas alturas. Ricky no debería haberse convertido en concursante porque no conoce este programa. ¿Qué ha ido a hacer allí? ¿Por qué le han buscado? Surgen otras preguntas al hilo de la primera, aunque en este caso con una respuesta no tan fácil. Ricky, novio o exnovio (o lo que sea) de una pretendiente de ‘Mujeres y hombres y viceversa’, protagonista secundario de algún videoclip musical. Es justo el perfil menos idóneo para este programa.

Igual de fácil que es responder a la pregunta de por qué merece ser concursante parece complicado saber por qué ha podido ser elegido de forma directa, sin haber pasado el proceso que tantos completaron y más o menos conocemos, consistente en mandar un vídeo, pasar unas pruebas de selección y demás. Puedo imaginar que el objetivo era que le diera la réplica a Suso y se pudiera convertir en su enemigo o rival, si no en el juego al menos en el terreno amoroso. De ser así ha resultado un fiasco absoluto, convirtiéndose en el gran amigo y aliado del que debería haber sido su rival.

Tampoco quiero que parezca esto una glosa del concursante que tiene muchas probabilidades de convertirse en uno de los expulsados de esta noche. Como dije ayer, si no es en la última expulsión de la temporada puede serlo como el menos votado para ganar el programa. Una votación que se abrirá hoy y continuará hasta tener un ganador el día de la final.

Varias ediciones han terminado en fechas navideñas o prenavideñas. GH 6 terminó la víspera de la Nochebuena. En aquella ocasión la semifinal, en la que era expulsada Diana Bartolomé, tenía lugar el domingo anterior, y la final fue en jueves. Otras ediciones que la final se celebró antes de los días clave de las fiestas navideñas fueron GH 8 (el día 21, con una semifinal el día anterior) y GH 15 (día 18), mientras que en GH 9 terminaba el día 27, justo entre la Nochebuena y la Nochevieja. Algunas ediciones más vivieron toda la Navidad dentro de la casa puesto que terminaron en los meses de enero o febrero.

Hasta llegar al final quedan todavía un par de galas, aparte de la que viviremos hoy mismo. Esta noche tendrá la mecánica siguiente: primero será expulsado uno de los tres últimos nominados. No habrá más nominaciones a la cara, pero tampoco de ningún otro tipo. Las nominaciones de los familiares y amigos de la pasada semana fueron las últimas de la temporada.

Es una lástima que se haya repetido tanto el gastado recurso de la nominación a la cara, del que soy tan poco partidario, mientras que nunca nominaron en positivo. Creo que es la primera edición en mucho tiempo que no podemos vivir ese momento realmente desconcertante para los concursantes, en el que se puede medir con gran efectividad el cariño que cada uno de ellos ha logrado concitar dentro de esa casa. Me hubiera gustado comprobar si alguno que ha sido siempre considerado como un concursante fuerte era elegido entre los tres intocables por más de un compañero.

Después de la expulsión que se habrá de decidir entre los tres últimos nominados, se abrirán las líneas del televoto para la votación final, que habrá de decidir el ganador. No lo puedo asegurar, pero parece lógico que esta votación se abra esta noche y los votos vayan acumulándose hasta el último día. De momento, tras una votación de urgencia, esta misma noche saldrá otro concursante de la casa, aunque a este no podemos considerarlo estrictamente expulsado. Será el que menos votos haya logrado en la votación para ganar GH 16.

En las dos siguientes galas la mecánica será parecida a esta segunda parte de hoy. Es decir, el que haya logrado menos votos para ganar saldrá de la casa, tanto el jueves próximo como el siguiente. Teniendo en cuenta que sigue habiendo 8 concursantes en la casa y hoy salen dos terminará la noche con 6. El jueves próximo quedará la casa con 5, y el siguiente con solo 4. Así se llegará a la fase final.

Son casi tres semanas, pero estoy seguro de que se pasarán volando. Llega el momento de echar un poco la vista atrás y hacer los retratos acostumbrados de los concursantes que han llegado hasta esta fase final. También de disfrutar (o sufrir) con el espectáculo del mercadeo de votos, esa almoneda en la que irán cayendo pijamas de concursantes, jamones de jabugo e incluso la poca vergüenza de alguno que se aprovechará de este trasiego de dinero en beneficio propio. Me temo que esto es inevitable por el momento, al menos hasta que se cambie el modo de votar.

Es una de las asignaturas pendientes de estos exitosos realities, y hablo en plural porque pienso en Gran Hermano y Supervivientes fundamentalmente. Poniendo la mirada en otros países se puede comprobar que en Italia ya emprendieron el proceso de evolución de las votaciones. Aparte de que allí el televoto siempre ha sido mucho más barato (en toda Europa lo es, lo cual se puede comprobar con especial facilidad en las votaciones del Festival de Eurovisión que celebran las televisiones públicas), ahora mismo ya se puede votar por diferentes vías, algunas de ellas gratuitas.

Con limitaciones de voto mucho más estrictas que aquí, se suman varias formas de votar, desde el voto tradicional por llamada telefónica o SMS hasta el más reciente voto enviando un mensaje directo al perfil del programa en Twitter. Tiene este método el simple requisito de haber habilitado previamente nuestro perfil en esa red social mediante un SMS, proceso que solo se debe realizar una vez y vale para siempre. Solo un SMS de coste para poder votar 10 o 20 veces al día en cada votación. Esta mecánica funciona ahora mismo en muchos países, adaptando el voto al momento que vivimos.

La era dorada del mensaje corto de móvil ya pasó. Ahora vivimos la explosión de las redes sociales. Vemos la televisión con la doble pantalla, de un lado la televisión y del otro el dispositivo móvil en nuestras manos para ver lo que se comenta en redes sociales y aportar nuestra propia visión de lo que está sucediendo. No terminaremos de ver las redes sociales imbricadas en Gran Hermano hasta que no podamos votar a través de ellas, como hacen ingleses o italianos. Esa es una de nuestras asignaturas pendientes

Moleskine del gato

Disculpe el lector este escrito lleno de reflexiones sobre el futuro del programa. Tanto el futuro inmediato de las próximas tres semanas como mirando un poco más allá. El caso es que esta noche tenemos una fiesta, y ya nos quedan pocas pendientes. La agenda ya está completada y con nostalgia marcadas las cuatro siguientes fiestas. En todas ellas tendremos a Mercedes Milá, que una edición más ha sido alma mater de este Gran Hermano, nuestra querida anfitriona y guía.

A pesar de lo abultado de los porcentajes, según pudimos ver el pasado martes, creo que todavía no está todo dicho sobre la última expulsión de un nominado en esta edición. Damos por seguro que se irá Ricky, entre otras cosas porque él y Carlos parecen firmes candidatos a estar entre los menos votados para ganar, por lo que si no es en la primera expulsión puede que salga en la segunda. Quiero decir que viendo cómo se han organizado las comunidades de seguidores del programa, no descarto que pueda salir el otro nominado. Si no sale esta noche será finalista casi seguro. Aunque si he de ser sincero considero que merece más salir Ricky, concursante que nunca debió serlo.

Y ya no estoy.