¿Por qué ni siquiera se arriman Sergio e Ivonne?

telecinco.es 16/02/2017 09:32

No sé quién dijo primero aquello de “ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos”, pero casi siempre es aplicable. Irma Soriano está en el bando de los buenos de forma inequívoca, así que ya sabemos lo que le toca. Resulta que hay algunos que no suben con facilidad la pared hasta al balcón de Julieta en Verona. Parte de la prueba consiste en hacer ese ejercicio, aunque el sentido común dice que la clave para superar la prueba de esta semana no está en el rockódromo sino en el texto de Shakespeare que deben memorizar para declamar después. Parece que lo de la escalada sirve para tener el texto en papel durante 20 minutos, lo cual facilitaría su memorización. Por tanto, el que Irma, Emma, Elettra o Alejandro no completen la escalada tendría una importancia relativa.

Ayer Marco estaba bastante contrariado porque no aprecia mucho interés por la prueba en algunos de sus compañeros. Alejandro no puede con la escalada, pero lo intenta una y otra vez, con gran dedicación. Muchas veces es más importante la predisposición que los logros obtenidos. Es el único fallo en el equipo del que es líder Sergio. Sin embargo, en el equipo de Irma pasa casi todo lo contrario, ya que la mayoría no pueden o no quieren. Lo más llamativo es que no solo fallan en la escalada, tampoco memorizando el texto están tomando suficiente interés.

Elettra ha completado la escalada, pero ella no tiene la disciplina suficiente para hacerlo las veces necesarias. Con demostrar que puede hacerlo le basta. Son caprichos de niña rica, por lo visto. Irma y Emma, dos almas cándidas en la casa que se permiten con frecuencia ponerse de ejemplo ante los demás, no se aprendieron el texto el primer día y ayer tampoco. Marco y Sergio coincidían al señalar que Alejandro ha estado machacando el texto, pidiendo al concejal que le ayudase durante algún rato los dos días. Ayer se lo sabía perfectamente, algo que no podían decir Irma y Emma. Y lo que es peor, no hicieron nada por aprenderlo hasta que Marco les hizo ver que así no iban a superar la prueba.

Un fallo lo tiene cualquiera, pero llama la atención la forma que tiene Irma de responder ante una llamada de atención como la que se produjo ayer. Ella que tanto ha criticado la ironía de Alejandro, haciendo comparaciones bastante inconvenientes, usa ese recurso con frecuencia. Su aparente amabilidad no deja de estar cargada de ironía, utilizada como una forma de obviar sus fallos. Qué difícil nos resulta a muchos aceptar nuestros errores, y cuántas veces nos salimos por la tangente con tal de evitar reconocerlos. No es algo exclusivo de Irma, pero ella tiene una peculiar manera de salir de ciertas situaciones que me incomoda particularmente.

Creo que Irma, Emma y Elettra vieron que no todos van a poder completar la escalada y dejaron de prestar atención a la prueba convencidas de que no es posible superarla. Por eso la italiana dejó de escalar y las tres han pasado de estudiarse el texto. Anoche, cuando Irma sabía que tenía una cámara encima, repetía el texto de ‘Romeo y Julieta’ en voz baja. Seguramente pensó que igual queda esa imagen en la retina del espectador, y no la de Marco llamando a capítulo a las integrantes del equipo de Irma por no estar poniendo interés en la prueba.

Lo de los buenos y los malos se resuelve de un plumazo en esa casa. Por eso quiero decir dos cosas. Dado que Alejandro es el único al que se le ha atribuido el papel de malo, es necesario que continúe en la casa para que eso no se convierta en una delegación del cielo en la tierra, con Sergio haciendo de adjunto de San Pedro y todos andando un palmo por encima del suelo, en permanente levitación angelical. Digo más, Alejandro necesita alguien que le acompañe como guardián de los infiernos. Me vale Toño o Aída, dependiendo de las ganas que tengamos de jarana. Y no sé cómo decirlo, pero después de esta semana solamente animada por la pimienta que pone Alejandro en los posicionamientos y demás ocasiones, casi que me pide el cuerpo un poco de jarana.

Quiero decir que Alejandro y un repescado afín a este concursante pueden salvar los muebles, que se dice. O, en este caso, podríamos decir que pueden hacer el trabajo que tanto mueble en esa casa se resiste a hacer. Lo siento mucho por ella, pero Emma es un cero a la izquierda que no aporta nada. Me cae fenomenal, es graciosa casi siempre y una actriz entrañable perteneciente a una gran familia de actores. Pero no vale como concursante de Gran Hermano. La idea de que pueda ser expulsado Alejandro y siga Emma en la casa me produce un molesto sarpullido. Tanto es así que solo deseo hablar de esto. Necesito repetir que Alejandro no se debe ir. Es imprescindible para no perder la fe y seguir con el interés intacto. Solo por ver algunos fragmentos de sus ‘confes’ en algún resumen merece la pena.

Agradezco infinitamente que los editores de la tira diaria en Divinity nos estén dejando ver algunas perlitas de Alejandro en la sala de confesiones. Ayer vimos que hablaba del gesto de algunos concursantes vertiendo el líquido en su propia probeta el pasado lunes. “No me ha gustado nada que muchos de los participantes se hayan votado a ellos mismos. No lo entiendo. ¿Es que dudan de ellos mismos? ¿Lo han hecho por humildad? Es que por humildad no hay que hacerlo. Aquí hemos venido a concursar”, afirma Alejandro. E insiste: “Se acojonan de votarse unos a otros, pero es que lo van a tener que hacer. Y van a tener que dar motivos. Y no van a poder estar hasta el final del reality diciendo: ‘Es que me cae muy bien, es muy buena, pero…’. No, no pueden. Tienen que dar razones de peso, hombre. Y mojarse, hombre”.

Puede parecer una tontería, pero escuchar las palabras que transcribo en boca de Alejandro me produce una catarata de emociones. Por un lado, confirmo que no me he equivocado defendiendo a este concursante. El único que ve el concurso como yo lo veo. Además, me emociona que haya alguien verbalizando en esa casa algo aparentemente tan evidente como que están en un concurso y, por tanto, es una hipocresía absurda e increíble eso de que prefieren no nominar y otras pavadas. La semana pasada solamente nominó un equipo y los que se quedaron sin poder ejercer su derecho a nominar, parte intrínseca y fundamental de este juego, en lugar de contrariados decían estar encantados. Lo siento mucho, pero no me lo creo.

Las palabras de Alejandro en el ‘confe’ me suenan como música celestial. Algunos malos tocan el cielo con más facilidad que quienes parecen caídos de allí mismo. Marco, por ejemplo, en lugar de explayarse confesándose ante el ‘súper’ manda recaditos por la radio y habla de lo triste que es salir de este concurso sin ningún amigo y pensando que solo has sembrado maldad y odio. Atención que seguimos con esa monserga, como si fueran allí a hacer amigos. Sobre lo de la maldad, digo lo mismo que mascullaba Alejandro: “Está muy equivocado este chico. No odio a nadie”. Puestos a hablar de odio tendríamos que poner un medidor para ver dónde se da más. Las propias palabras de Marco encierran dosis de esa maldad y odio que él quiere atribuir a otra persona, sin dar nombres porque no lo necesita. Todos sabemos de quién estaba hablando. ¿Acaso le dijo a Alejandro a la cara esto de la maldad? Lo digo por eso que él defiende de la falta de hombría y no decir las cosas a la cara.

Ayer contaba lo que planeó Sergio antes del esperado beso con Ivonne. Me faltó un detalle que conocí ayer. Atención porque el concejal esperaba metido en el armario a que Aless cumpliese con su parte en la historia, que era llevar a Ivonne hasta el dormitorio. Parece ser que cuando esta llegó se encontró con la sorpresa de Sergio saliendo del armario. Si no es así se trata de una broma que ayer contaba él mismo. Y si es cierto creo que es el remate perfecto a un plan ridículo ante el que dan ganas de huir sin mirar hacia atrás. La carpeta entre estos dos puede tener un efecto disuasorio y animar a leer un libro o jugar al parchís en casa antes que tragarse semejante pantomima.

Si por lo menos les viéramos acaramelados, pero es que ni eso. Casi lo prefiero, porque una sobredosis de almíbar me viene fatal para lo mío. Solo que luego no podrán pedir ni ellos mismos que nos lo creamos. Ayer Sergio e Ivonne mantenían las distancias en lugar de estar pegados como lapas, justo lo que corresponde a una parejita que está estrenando su pasión mutua. Prometo que no digo esto por nada. Es más, me parece que harían buena pareja. Pero si quieren que me lo crea al menos deberían currárselo un poco más.

No es que falte pasión, sino que ni siquiera se arriman. Sergio es como un torero poco valiente al que le cuesta hacer la faena de cerca. Como el Curro Romero de sus peores tardes, con el brazo tieso alejando la muleta del cuerpo todo lo posible. Y dando pasitos pequeños, a lo Chiquito de la Calzada. A Sergio Ayala le falta gracia para compararlo con Chiquito, y arte para ser un Curro Romero. Más me parece Alfredo Landa, como dijo en su día Alejandro Abad.

Elettra tampoco se cree lo de Sergio e Ivonne, aunque ya sabemos que en su caso se junta el hambre con las ganas de comer. O sea, que Sergio no le cae precisamente bien, aunque anoche dijo lo contrario en algún momento. Y no hace falta decir que Ivonne es su principal odiada en este momento, superando a Alejandro y después de que haya moderado sus ataques a Daniela. Le contó a Daniela que la había tenido atravesada tres o cuatro días. A decir verdad, creo que sigue sin soportarla. Veo en este caso algo parecido a lo de Ivonne jugando a darle celos a Sergio con Marco y anoche volvía a demostrarlo en la radio. Elettra le enseña a Aly el piercing que tanta satisfacción le da a su “patata” y Daniela se quita de en medio diciendo que la aburre el tema. No creo que fuese por eso. Como dice Elettra: “La patata es la patata”.

Veo grandes diferencias entre la historia entre Sergio e Ivonne respecto a la de Aly y Marco. Sobre todo, porque a estos dos da gusto verlos. Tampoco se arriman, pero es porque ella lo impide. Me puedo imaginar el titánico esfuerzo de Aly apartando con su mano a Marco cuando este intenta que se abracen. Debo decir que la actitud de Aly está siendo impecable en su relación con Marco. Decir que está siendo respetuosa con la novia del italiano se queda corto. Especialmente valioso si tenemos en cuenta que él no pone nada de su parte, lo cual sorprendería si no es porque veo claras sus intenciones, y así lo he contado aquí ya hace semanas.

Es curioso que Marco se pase medio día tonteando con Aly, en una aparente maniobra de cortejo continuo, mientras que el resto del tiempo se dedica a lamentarse por lo mal que lo puede estar pasando su novia. Esto puede valer para un día, pero al tercero hiede a montaje cutre y salchichero. Esta noche Aylén estará en plató y es previsible que pueda hablar por teléfono con Marco, ya que todos podrán establecer comunicación telefónica por San Valentín, con media casa convertida en Romeos y Julietas la otra mitad. No me preocupa el montaje de Marco y Aylén, calcado de otro reality anterior. Lo que me parece injusto es que Alyson Eckmann vaya a pagar los platos rotos y la puedan pintar como culpable, cuando ha sido escrupulosamente respetuosa con la situación personal de Marco.

Moleskine del gato

Esta noche tenemos una fiesta. Por nada del mundo quisiera que fuese una fiesta triste, para lo cual debe salir cualquiera que no sea Alejandro. Jordi González nos conducirá por una gala llena de amor. Y luego irá también Belén Esteban. Tiene que haber de todo. Si digo la verdad, la edición de Belén sigue resonando en mi mente con ribetes de nostalgia lastimera. ¡Qué tiempos aquellos! Belén, Víctor, Ares… menudo ramillete de excepcionales concursantes. La cosecha del 2015 fue realmente inmejorable. Cómo vuelvo al pasado, que diría Tutto, invitado hoy a cantar su canción en la casa.