Sofía le copia el teatro a Raquel y tontea con Ricky

telecinco.es 05/11/2015 09:52

En algún ratillo que no estaban planeando lo que nominarán esta noche, vimos ayer a Sofía tonteando con Ricky. Diría que ha copiado el teatrillo de Raquel y Suso no sé si con la intención de darle celos a este o por dar unos vídeos, como prometía esa misma mañana. Estaba Sofía desayunando con Marta y la canaria le decía en broma que ella no estaba dando vídeos. Sofía respondía lo siguiente: “¿Quieres vídeos? Hoy vas a tener vídeos”. La sonrisa maliciosa de Sofía me puso en alerta.

Se diría que el tonteo de Sofía con nuestro Sosi es cualquier cosa menos espontáneo. Si la cosa consiste en quién imita mejor la realidad deberíamos estar advertidos, porque ese no es el programa que conocemos. Pase que nominen casi cada semana a la cara, lo cual no ha sucedido nunca en estos quince años largos. Pase que un concursante pueda llegar a la final por la puerta falsa de abrir una caja de mago. Lo próximo puede ser una prueba de escapismo a lo Houdini. Si sobrevives eres finalista. Hagamos revoluciones, pero hagámoslas como es debido. Por lo que no paso es por tener que cambiar la etiqueta de telerrealidad. ¿Cómo habría de ser la cosa? ¿Telefalsedad? ¿Vamos a consentir el cambio de reality show por false show?

Ver a Sofía dando los mismos pasos de Raquel viene a ser como presenciar un suicidio (virtual) en directo. Justo cuando se empezaba a apreciar una madurez impropia de sus 19 años, va la hija de la Maite y se hace ‘un Raquel’. ¡Y con Sosi! De esto no la culpo porque tampoco tiene mucho donde escoger, aunque me la creo cuando dice que le gusta. Está claro que la muchacha tiene un gusto pésimo. Ir de Suso a Sosi la convierte en una moderna Dian Fossey, aquella naturalista que inspiró la película ‘Gorilas en la niebla’.

“Con las ligeras alas de Cupido he franqueado estos muros, pues las barreras de piedra no son capaces de detener el amor”, dice el Romeo de Shakespeare. “No hagas juramento alguno; o si te empeñas, jura por ti, el gracioso ser, dios de mi idolatría, y te creeré”, recita luego Julieta. Y de nuevo Romeo: “Más que infeliz mil veces por faltarme tu luz. Como el escolar, lejos de sus libros, corre el amor hacia el amor; pero el amor del amor se aleja, como el niño que vuelve a la escuela, con semblante contrito”. Si es que hay mucho más amor y realidad en el teatro de don Guillermo, tal vez el más grande escritor de todos los tiempos. A su lado, los teatrillos de Raquel y Sofía dan más pena.

Al final conseguirán dar la vuelta a la tortilla y que Raquel haga el papel de doncella ofendida, mientras Sofía se rifa a los dos maromos de la película. Si es lo que pretende, se lo están poniendo fácil. Con Suso cabe esperar cualquier cosa. Nos vendió que después de acostarse con una mujer empieza a pensar en la siguiente, poco más o menos. Excúsenme por no creerle, pero visto lo que él considera liarla pongo en cuarentena cualquier cosa que diga. De momento, sigue demostrando que es de esos que abrazan hasta las farolas, como decía José María García.

Lo que tiene Suso es muy poquito respeto, y eso le viene bien a Raquel para lo suyo. Si ahora aparece Sofía como prima donna en el teatrillo de la competencia, el camino para Raquel empieza a estar alfombrado. Y Sofía soltando el maletín con desprecio y esa cara de asco que pone incluso cuando algo le da asco. Vuelvo a lo mismo, esta lucha entre teatrillos de baja estofa produce vergüenza al lado de la noble competencia entre el Globo y la Rosa, los dos templos de la dramaturgia en el Londres del XVII. Lo de estos concursantes está entre la revista y el vodevil, con algunas gotas de teatro del absurdo. De Norma Duval a Samuel Beckett. Puro esperpento.

Algo más de realidad hay en Marta. La Marta que se enfada y llora (ella siempre llora) porque no hay rastro de celebración alguna por su cumpleaños, que es hoy mismo. Ella quería fiesta anoche, con tarta y confetis, muchos confetis. Casi toda la casa intentaba compensarla cantando el 'Cumpleaños feliz', pero ni por esas. Y digo que casi toda la casa porque Amanda ni siquiera la felicitó. Por la tarde habían tenido una bronca, y la exatleta fue incapaz de firmar el armisticio para algo tan poco comprometido como felicitar un cumpleaños. No reclamo que le diera un morreo, con un “felicidades” bastaba. La bronca venía aplazada del día anterior, cuando Amanda escuchó su nombre y salió escopetada a ver lo que se contaba de ella. Marta había renunciado a la competitividad de Amanda, lo cual debió interpretar esta como una gran traición.

Ayer Amanda vio un cepillo de dientes fuera de su sitio mientras arreglaba el cuarto de baño, su tarea de esta semana. Se tomó la justicia por su mano y bañó el cepillo en cacao, según parece. Curiosamente era el cepillo de Marta. Si no es casualidad es accidente. O contingencia. Marta, que es contingente y necesaria (como dicen en la película ‘Amanece que no es poco’: “Alcalde: ¡todos somos contingentes, pero tú eres necesario!”), protestó con lógica por la bromita del cepillo de dientes.

Me da pereza resumir discusiones que no conducen a nada. Si acaso a comprobar que ninguno de los participantes puede después reprochar nada al otro. A Marta le asiste la razón en que Amanda no es nadie para imponer justicia, mucho menos con algo tan íntimo como un cepillo de dientes. La higiene es sagrada, y jugar con algo así no es tolerable. Luego en la refriega se equivoca al decirle a Amanda que se mire al espejo antes de llamarla envidiosa, algo procedente del encontronazo del día anterior. Y también falla Amanda llamando acomplejada a Marta. Anoche Marta echó de menos una tarta de cumpleaños, pero apuesto a que poco debió importarle si Amanda le decía algo o no.

De las discusiones entre Aritz y Han mejor no decir nada porque son un bucle infinito que producen entre hastío y perplejidad. Aritz es impulsivo e insulta a Han de una forma que no se atrevería con nadie más. Es indicativo del nivel de confianza alcanzado entre ambos. No hay que ir más allá. La confianza da asco. Si a eso le añadimos que Aritz es muy testarudo y Han parece medio ausente cuando discuten se explica que no avancen, pareciendo como si siempre estuvieran discutiendo de lo mismo. Ayer seguían con frentes abiertos un día antes, que es lo que se lleva, según parece. Que si perdieron la prueba porque algunos (Han y Marta) se lo habían tomado a broma, que si al chino le pareció mal que Aritz se pusiera un poco más de salsa barbacoa en la pizza. Y así todo.

Por la noche Artiz se disculpaba a media voz con Han. Le reconocía que tenía razón en todo, menos en lo de la salsa barbacoa. Lo hacía con mucha menos resonancia que cuando discuten. Es como esos periódicos que rectifican en un pequeño recuadro al pie de página par una información publicada en primera a seis columnas. Aritz discute a voz en grito, pero pide perdón al oído. Curiosamente no reculaba en lo de la salsa barbacoa, precisamente aquello que peor vi, aun siendo una tontería monumental. Pero no pude evitar recordar cuando Aritz impidió que Maite se pusiera un poco de salsa de tomate en la pasta. Sin embargo, él podía ponerse más salsa barbacoa. Por cosas menores se han declarado algunas guerras.

Raquel está inaugurando una modalidad nueva en eso que tantas protestas genera siempre que entra un concursante repescado y es la información del exterior que distribuye a su antojo dentro de la casa. Pues bien, lo de Raquel más que información es desinformación. Habrá quien piense en lo discutible de sancionar a un repescado por introducir “desinformación del exterior”, pero en todo caso se trata de un recurso poco honesto. Mucho más si se entremezcla la realidad con la mentira de forma poco clara. A río revuelto ganancia de pescadores, debe pensar ella.

Lo curioso es que siga incurriendo en el error. Anoche la casa era un hervidero hablando de nominaciones, y Raquel utilizaba una vez más sus conocimientos de las tres semanas que estuvo fuera para intentar influir en sus compañeros. Y eso que está más que advertida. Según ella, tiene un ultimátum. “Cállate, que luego te regañan”, le decía Amanda. Y contestaba Raquel: “¿Me regañan? Ya tengo un ultimátum”. Pues si con un ultimátum dice todo lo que dijo ayer, no sé lo que haría si no lo tuviera.

Raquel simulaba, hablando con Vera, no haber visto el momento que Suso se le abalanzó en la sala de ocio, y luego le contaba una milonga sobre lo mucho que se ha acordado de él estando fuera de la casa. Lo dicho: una mezcla de realidad y ficción. Más o menos así podríamos resumir el concurso de Raquel. Por desgracia, creo que Vera se lo tragó todo. Pobre criatura.

Es curioso ver a Raquel tropezando otra vez en la misma piedra. Salió de esa casa la primera vez con una única historia, aquella torpe estrategia pretendida por su obsesión a salir nominada. Pues bien, ahora vuelve su obsesión y anoche no paraba de calcular quién podía nominarla para decidir así sus votos. Se hace imperativo que mañana sea expulsada Amanda y descoloque al grupo. En caso contrario, la semana que viene Marta puede estar en peligro.

Nominaciones desde la guarida

Deseando nominar en positivo, acato la decisión del ‘súper’ y nomino en negativo. Ah, y a la cara, lo que más se lleva.

Nomino a Ricky porque quiero concursantes con más cerebro que músculos. Por pintarse “churrasca” en un brazo. Por corresponder al tonteo con Sofía sabiendo que lo de “churrasca” es algo así como el nombre cariñoso de su novia, persona especial o como demonios quiera decir. Y porque con un gorila en la madriguera tenemos más que suficiente.

Nomino a Suso por si no sale Ricky. Las expulsiones son de uno en uno. En caso contrario, no me importaría mandar a casa (o al zoo) a los dos gorilas. Pero siendo así, sale uno o el otro. Cualquier cosa para reducir la población animal en la casa de Guadalix. Su teatrillo con Raquel solo terminará cuando uno de los dos desaparezca. Y me empieza a urgir.

Nomino a Raquel con parecidos argumentos. No por lo de los gorilas sino porque si el fin del vergonzoso teatrillo que se tiene con Suso depende de que uno de los dos salga de la casa, bien están ambos nominados para aumentar el número de posibilidades de que esto suceda. Con esta terna, o separamos a los gorilas gemelos o cerramos esta especie de teatro de Manolita Chen en versión cutre y desvaída.

Y no nomino a Amanda porque espero que sea la expulsada de esta noche. Si no lo es, pasará la semana preocupada por haber sido la segunda más votada, y dentro de siete días es probable que viéramos salir a uno de sus aliados. No me podrán decir que no es un buen plan.

Moleskine del gato

El ‘súper’ les llama al ‘confe’ para proponerles que hagan dulce de membrillo. Les da unos móviles para que fotografíen el proceso y dos mini impresoras de esas que abultan poco más que el teléfono. Aritz recuerda que los móviles son para la receta, no para hacerse selfies. El otro día le vimos criticar a quienes en seguida se apoderan de los móviles para hacerse fotos poniendo morritos. Adivinen lo que pasaba justo después de la advertencia de Aritz. Pues se lo cuento yo: Sofía se hacía una autofoto. Poniendo morritos, claro.

Esta noche tenemos una fiesta. Mercedes Milá nos invitará a vivir una de las expulsiones clave de esta edición, que se producirá de forma distinta a la esperada por los concursantes (y los espectadores, imagino yo). Habrá nuevas nominaciones “a la cara” y antes de eso Aless Gibajaesconderá el objeto que dará la inmunidad. Para quien no lo conozca es un tipo lamentablemente conocido por decir: “Hola, bebés”. Ni Aless Gibaja podía apuntar tan alto, ni Gran Hermano caer más bajo.

Y dejo testimonio gráfico de Sofía a la caza del gorila.

[Montaje por @Tito_Soy]