Si tuviera que decir lo que más me preguntan estos días debería hablar de dos cosas: cuándo empieza Gran Hermano 12+1 y qué le pido yo a esta edición. Lo primero no puedo decirlo aunque pensé que a la tercera iría la vencida, y de alguna forma así será. Sobre lo segundo, aunque parezca extraño, siempre he sentido un infinito pudor ante la tesitura de pedir algo a nuestro programa. O, mejor dicho, a sus responsables.
Por eso he repetido más de una vez la fórmula de hacer esa pregunta a nuestros lectores, con la excusa de darles voz (siempre la tienen). En realidad, siempre me han parecido interesantes y reveladores los comentarios que aquí se hacen, especialmente los deseos expresados ante una nueva edición. Pero también sucede lo que digo: me da un pudor inmenso pedir algo, razón por la cual suelo limitarme a recoger vuestras opiniones y, si acaso, rogar el mejor tratamiento posible para nuestro programa, especialmente en la emisión de los resúmenes o el imprescindible canal 24 horas.
Puesto en el aprieto de decir algo más, directamente al equipo que lleva haciendo Gran Hermano desde hace tanto tiempo, solo se me ocurre decirles que sean ambiciosos y fijen las metas más altas. En la medida que nos fijamos pequeños objetivos estamos alejándonos de nuestros sueños.
Es como aquel maestro que, decidido a enseñar una especial lección, les da a sus alumnos la oportunidad de elegir entre tres exámenes. Uno de ellos tenía treinta preguntas, otro veinte y el que falta solamente diez. A quienes escogieron el de diez les puso un "suficiente", sin importar si habían contestado correctamente todas las preguntas. A los que se decantaron por el de veinte les puso un "bien", aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviese mal. Y, finalmente, a los que prefirieron enfrentarse al de treinta preguntas les puso un "notable", aunque se hubieran equivocado en casi todas.
Como los alumnos de este curioso profesor no entendían nada, les hubo de explicar: "Queridos alumnos, permítanme decirles que yo no estaba examinando sus conocimientos, sino su voluntad de apuntar alto". La mejor recompensa suele ser para el que se fija las metas más altas. Como decía Greta Garbo en 'Ninotchka' (creo, mi memoria flaquea): "¿Por qué conformarnos con las cosas buenas si podemos tener las mejores?".
Quizá sea casual, pero nuestro test tiene treinta preguntas (ni diez ni veinte). Prometí que habría más y hoy va el segundo. Pepe Herrero y Ainhoa Pareja se conocieron en la casa de Gran Hermano, concretamente en aquel 'Reencuentro' que tanto nos gustó a muchos. Antes habían sido protagonistas destacados de sus respectivas ediciones, Ainhoa en la quinta y Pepe en la séptima. A ambos les confronté con personajes de ficción más o menos heroicos, desde la renombrada Ainhoa 'Croft' hasta el Leónidas del '300' de Miller (don Frank).
No deja de tener algo de héroe quien gana dos veces este complicado programa, cuya clave aún no ha sido descubierta y si algún día se supiera habría llegado su fin definitivo. Pero no sucederá, porque no hay claves que valgan. Pepe ganó con armas distintas en sendas ocasiones. Me atrevo a decir que siendo personas distintas con impulsos e intereses diferentes, salvo el denominador común de tornar la experiencia en triunfo.
Aquellos eran nuestros héroes pero ahora son una pareja que aparentemente coinciden en poco más que el mismo signo del zodiaco, o en declarar que duermen dando la espalda al otro. Son el blanco (ella) y el negro (caballero por siempre oscuro). Aunque cada uno le dedica al otro palabras amables, como cuando Ainhoa destaca como su afición preferida el dormir con su chico o Pepe describe como su olor preferido el que percibe con su cara enterrada en el pelo de ella. ¿No son adorables?
Confieso que me gusta verles juntos, y les agradezco que hayan accedido a mi capricho contestando el cuestionario para poder cotejar sus respuestas, una detrás de la otra. Ainhoa y Pepe (por orden de edición) responden a nuestras treinta preguntas.
Un color.
Ainhoa: Blanco.
Pepe: El negro, siempre el negro.
Un olor.
Ainhoa: Nag Champa (incienso).
Pepe: Al cerrar los ojos y enterrar la cabeza en el pelo de Ainhoa.
Un rincón de tu casa.
Ainhoa: Cualquiera.
Pepe: La bañera con agua a 40 grados. Y con un libro.
Una ciudad del mundo.
Ainhoa: Cádiz.
Pepe: Cualquiera en la que el Real Madrid juegue como equipo local.
Un regalo útil (para ti).
Ainhoa: ¡¡Una Thermomix!!
Pepe: Un jamón.
Un plato de comida.
Ainhoa: Los espárragos con costillas de mi abuela.
Pepe: Adivina... pero con pan, aceite y tomate.
Una afición.
Ainhoa: Dormir en casa con Pepe.
Pepe: 'Mouriñología' aplicada al Madrid.
Signo del zodiaco.
Ainhoa: El mío: Sagitario.
Pepe: Hombre, pues el mio. (Pepe también es Sagitario).
Una película.
Ainhoa: 'Drácula, de Bram Stoker'.
Pepe: 'El padrino', todas seguidas.
Una canción.
Ainhoa: 'La vida sigue igual', de Julio Iglesias.
Pepe: 'El rey'.
Tu(s) programa(s) de televisión favorito(s).
Ainhoa: 'Conexión Samanta', 'Tu cara me suena' (¡ops!) y, por supuesto, 'Gran Hermano'.
Pepe: 'Punto pelota' y 'El gato al agua' (después me extraña que no me llamen).
Tus principales cualidades.
Ainhoa: Soy guapa, lista ¡y limpia! Jaja. No, en serio, mi buena mano para la cocina, o eso creo...
Pepe: Reconocer enseguida cuando tengo a un gilipollas delante.
Tus principales defectos.
Ainhoa: Ufff... muchos, pero diré mi poca fuerza de voluntad para dejar el tabaco.
Pepe: Que lo anterior siempre me pasa cuando me afeito.
¿Practicas algún deporte?
Ainhoa: ¿Cuenta pasear con mis perros?
Pepe: El 'gritincristianoronalding'. Consiste en acordarte de los antepasados de Ronaldo cada vez que no pasa el balón. ¡Agotador!
¿Tienes alguna mascota?
Ainhoa: Síííí, todas las que me dejan... Mis 4 perros (Zidane, Lola, Mouriño y Pícara), y mis 2 tortugas (Roberta y Manuela).
Pepe: Cuatro perros, dos tortugas y una novia (siempre negaré haberlo escrito).
Si hubieras nacido animal ¿cuál serías?
Ainhoa: Creo que perro.
Pepe: Semental de ganadería brava.
Alguna persona que admires.
Ainhoa: Sin duda a mi madre.
Pepe: Miles de héroes anónimos que dedican su vida a ayudar a los demás y que no se sacan ninguna foto ni hacen ningún bolo.
¿Cómo duermes?
Ainhoa: De lado, dando la espalda a Pepe... Jaja.
Pepe: Abrazado a la almohada, dándole la espalda a Ainhoa.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste y por qué?
Ainhoa: El día de mi cumpleaños, un día muy estresante.
Pepe: Anoche, cortando cebolla.
La última mentira que has contado.
Ainhoa: Eso no se cuenta.
Pepe: En la pregunta anterior.
Tu mayor sueño aún no cumplido.
Ainhoa: Tener un trabajo con el que me sienta realizada y pueda ayudar a los demás.
Pepe: Tener la posibilidad de devolver los favores y ajustar las cuentas.
Cuenta la situación más embarazosa de tu vida.
Ainhoa: Dar la enhorabuena a una conocida por su embarazo cuando la realidad es que solo había subido de peso. ¡Imagínate!
Pepe: Se la produje a mi madre durante nueve meses hace cuarenta años.
La edición de Gran Hermano que más te ha enganchado como espectador.
Ainhoa: Todas, cada una tiene su encanto.
Pepe: Me gusta jugarlo mucho más que verlo.
Tu concursante favorito de Gran Hermano (no vale un compañero de edición).
Ainhoa: Tatiana (GH 11).
Pepe: Me levanto todos los días a su lado.
El mejor y el peor recuerdo de tu paso por la casa de Guadalix de la Sierra.
Ainhoa: Aunque dentro pasé momentos difíciles, todos mis recuerdos son buenos.
Pepe: La sensación de tener que preocuparme solo de jugar durante meses, como en el colegio. Los malos recuerdos llegaron después de salir.
De entre tus compañeros de edición, dime quién representa la cara y quién la cruz.
Ainhoa: Empezaré por la cruz, que fue Niko en GH 5, y resultó convertirse en la cara en GH El Reencuentro.
Pepe: Cara tenemos todos, y mucha. La cruz... cuando llegamos el puesto de hijo de puta ya llevaba tiempo ocupado.
¿Gran Hermano ha cambiado tu vida?
Ainhoa: Sin duda. Y, además, en varias cosas. Pero lo más significativo ya os podéis imaginar... Encontrar a mi compañero de vida.
Pepe: Tanto como yo cambié Gran Hermano (propósito para el 2012: se acabó la falsa modestia).
¿Qué cambiarías del programa?
Ainhoa: Que en los debates contaran con nosotros, los exconcursantes, más de lo que se hace habitualmente. Gran Hermano es un programa de todos y para todos, pero la perspectiva de cada uno de nosotros se basa en la experiencia.
Pepe: A veces, en algunos momentos puntuales, la cadena en la que se emite.
¿Cuál ha sido su principal enseñanza?
Ainhoa: Que debo cultivar más mi paciencia y comprensión.
Pepe: Que da igual que lo hagas bien, que al público le gustes, que no hayas hecho daño a nadie y que acabes ganando. Siempre habrá gente que tratará de ensuciarte... es su trabajo y a veces su vocación. Que ladren...
¿Volverías a entrar?
Ainhoa: Sin duda, sí.
Pepe: ¿Crees que me dejarían?
No hay dos sin tres, amigo Pepe. Gracias, pareja.