El umbral del sufrimiento

telecinco.es 13/05/2013 09:33

En la casa se están viviendo días revueltos, que aquí fuera están siendo delirantes y de diversión total. Hay que felicitar a quien ideó la trama que acompaña la repesca este año porque es una genialidad absoluta. Los cinco candidatos van visitando la casa para poder charlar con sus compañeros. De momento han pasado Miriam, Juan Carlos y Giuls. Como era de esperar, la visita del mueble no ha generado apenas reacciones, no así las de sus dos compañeras.

En principio, estaba previsto que la visita durara un día completo, pero Miriam fue castigada al poco rato de entrar por dar excesiva información del exterior. Fue advertida por la ‘súper’ nada más entrar, cuando aún estaba hablando con todos sus compañeros. Luego el plan era hablar uno a uno con todos ellos, que iban visitando el gimnasio para ello. Los encuentros debían durar veinte minutos, y tras ver a Sonia, Kristian y los gemelos, Miriam era devuelta al loft, como un toro a los corrales. Tras esos tres encuentros, la casa casi en pleno pasó a considerar a Igor un demonio. Y nunca se llegaron a hacer los encuentros de 24 horas.

La situación era delirante porque mientras que casi todo el mundo estaba indignado por la cantidad de información del exterior que daba la náufraga titánica, yo andaba descoyuntado de la risa. Casi literalmente por el suelo, muerto de risa viendo la escena. Miriam parecía víctima de una sobredosis de expreso con doble ‘shot’ de café. O alguna sustancia más nociva. Alterada al máximo, le hablaba a Sonia como si estuviera a punto de perder la vida en un naufragio (no sé por qué se me habrá ocurrido este ejemplo). Es cierto que estaba dando mucha información del exterior, otra cosa es que esa información fuera realmente útil o importante. Y, sobre todo, que llegase a ser entendible para Sonia.

Miriam dijo cosas como: “No seas tan servicial”, que no es exactamente información del exterior aunque le da a su interlocutora una pista relevante sobre lo que se está comentando fuera. Igual que cuando la anima a desobedecer la observación de su familia sobre guardar los momentos íntimos para la intimidad que ahí dentro no tienen. Esto último tuvo su consecuencia en unas escenas idílicas en el jacuzzi a la noche siguiente, con luz tenue, miradas arrobadas de amor y besos apasionados. Faltó música de violines y fuegos artificiales tras el orgasmo.

¡Un momento! Ah, que no hubo orgasmo. Espera, espera. Eso nunca lo sabremos porque al terminar se ducharon juntos (con bañador, aclaró al día siguiente Kristian) y fueron a saquear la despensa, deporte preferido de la pareja. Entonces comentaba Kristian en la cocina: “Parece que te hubiera obligado”. Y todos pensamos que no habíamos seguido viendo ese lecho húmedo de amor porque estaba pasando algo interesante.

El caso es que hasta ese momento solamente habíamos visto poses de película de los años cincuenta, una Somnia (acertado mote copyright de @cribanezga) casi vomitando y de nuevo discusión de la pareja. Esta discusión me hizo recordar el anuncio aquel de una compañía de seguros donde una clienta a la que el coche ha dejado tirada pide: “Que me manden a alguien urgentemente”; y el servicio automático interpreta: “Que me manden un alien de metro veinte”. Sonia le pregunta a Kristian: “¿Me acusas de eso ahora?”; y aquel interpreta: “Me acusas de zorra”. Menuda obsesión tienen estos con la palabrita. Le faltó decir a Sonia que había dicho: “Me acosa una sorda”. O cualquier cosa igual de absurda.

El momento de máximo paroxismo humorístico fue cuando Miriam le dijo a Sonia: “No tires cosas, tía”. Pero vamos a ver, alma de cántaro. ¿Acaso esperaba que entendiese el mensaje? Sonia se debió quedar sorprendida con un consejo tan peregrino. Imposible que lo asociara con ese zumo tirado al fregadero cuando alguien podía sorprenderla, después de haber dejado bien claro a sus compañeros cuál es la regla. Como decía Mayra Gómez Kemp en el Un, dos, tres...: “Si vaca vaca y si coche coche”. Pues bien, esta decía que si zumo zumo y si leche leche. De la vaca.

Y luego decía Miriam: “No sé, tampoco he dicho muchas cosas”. Acabáramos. La consecuencia principal de su visita fue, como ya he comentado, que toda la casa se pusiera del lado de Sonia pensando que Igor era poco menos que un demonio. La candidata a repescada había comenzado diciendo a sus compañeros que no todos entraban con mala intención, lo cual era un dardo envenenado para quien fuera su amigo. Luego contó que Igor le había hecho mucho daño, lo cual fue rebatido por él en una interesante conversación con Dodo ayer mismo.

Contaba Igor que nada más salir había llamado a Mai y le había ofrecido contarle con detalle cualquier cosa que deseara, como ya sabemos. Pasó el martes, el miércoles, el jueves y el viernes sin recibir una llamada suya, y por 10.000 euros que le pagaron en Sálvame Deluxe entonces sí le mereció la pena preguntarle en directo: “¿Qué ha pasado entre Miriam y tú?”. Y luego dice Miriam que le ha hecho daño. Con los 10.000 euros de cada uno estos pueden pagar los gastos de suspensión de la boda y montarse luego el bodorrio del siglo, con un coro de voces vírgenes y la novia llegando en carroza tirada por corceles blancos. Vírgenes también, como en la boda de la Pantoja.

Estando así las cosas, y tras el intermedio de la visita de Juan Carlos el sábado, día en que se fue intensificando el odio y los deseos de venganza hacia Igor, vino el domingo cargado por la visita de Giuls. Si lo que había contado Sonia en la casa de su vis a vis con Igor, seguido de la visita de Miriam, habían sido situaciones que pusieron la casa bocabajo y en contra de ese candidato a la repesca, Giuls volvía a darle la vuelta a todo haciendo que casi todos dudasen de aquello que el día anterior tenían tan claro.

Pero antes de contar esa parte me parece fundamental que analicemos el origen de ese odio africano de casi toda la casa hacia Igor. Pongo el “casi” porque Susana fue la única que no se dejó engañar ni manipular y desde el primer momento dijo que hablaría con Igor antes de sacar sus propias conclusiones. Susana se dio cuenta de que apenas tenían la información sesgada de Sonia sobre lo que había pasado en su encuentro con Igor. ¡Y tan sesgada! Por eso me parece importante que nos retrotraigamos a ese momento vivido durante la gala del pasado jueves. Un auténtico momentazo. Para ello, nada mejor que leer una trascripción literal del encuentro. Es largo, pero merece la pena. Aquí está:

Igor: "Se ha hecho un proceso de repesca, se ha votado por Internet y he sido la segunda persona más votada para entrar en la casa. Me han dado la posibilidad de elegir una persona con la que quería encontrarme en la casa, y... bueno, te has hecho muchas preguntas esta semana de por qué me despedí así. He visto todo lo que has dicho, te he escuchado que podía ser por Miriam... En la casa nunca te fallé, siempre que necesitaste un cariño o un abrazo estaba. He salido fuera y me ha dolido haber visto vídeos en los que le has hablado mal a Kris de mí. Le has malmetido mucho sobre mí. Le has dicho que yo no era una persona clara con él. Y en las últimas dos semanas me he cansado de escuchar vídeos en los que hablas con Adri y le dices que yo te había comido la cabeza para que pensaras mal sobre él".

Sonia: "¿Harto de ver vídeos? Una conversación mía con Adri y una con Kris".

Igor: "Me he cansado de ver vídeos en la habitación azul en la que decías que yo no era la persona que tú esperabas que fuera. Y yo solo vengo para decirte que realmente en la casa fuiste una de las personas que más me diste, y antes de irme te lo demostré aquí. Y fuera, sintiéndolo mucho has sido mi mayor decepción, con mucha diferencia. Que realmente he sentido pena por como te has comportado conmigo. Lo he sentido injusto porque yo nunca te he fallado en la casa. Nunca he hecho un mal comentario sobre ti. Nunca he malmetido a nadie en contra tuya".

Sonia: "Dime una conversación en el cuarto azul en la que yo hablase mal de ti".

Igor: "Tienes una conversación en el cuarto azul en la que están Álvaro y Desi, en la que tú empiezas a hablar de que..."

Sonia: "Eso es después de que tú te hayas ido, en una conversación en el salón en la que me empiezan a decir mogollón de cosas que tú habías hecho, en el que yo también me siento sorprendida".

Igor: "Sonia, todas las conversaciones que he visto, y todo lo que has dicho sobre mí, no son cosas que tú has vivido conmigo. Has dicho a los demás cosas intentando condicionar a esas personas hacia mí".

Sonia: "Para nada".

Igor: "Sonia, esa es la opinión que tengo. Es lo que he visto desde fuera. He sentido que has sido una persona que me has dado una imagen y me has hecho sentir una persona especial en la casa y cuando he salido fuera me he sentido engañado. Pero, para acabar, solo quiero decirte una cosa: siento la despedida que tuve contigo, lo pienso y te lo estoy diciendo, pero siento haberte hecho daño. No sé lo que pasará, no sé si entraré en la casa o no, pero me gustaría que le dijeras a Kris que confíe en mí, que yo nunca he hablado mal de él a nadie de esta casa. Y que, de verdad, en mí tiene una persona en la que puede confiar".

Sonia: "Ya has hablado, Igor. Mira, a Kris le he dicho que tú eres su amigo, que en ti puede confiar, y lo único que le dije a la vuelta, cuando Kris estuvo esa semana fuera, que habías hecho un par de comentarios que a mí me habían dolido, y en los que yo me había sentido ofendida, y que no me había gustado cómo hablaste de él".

Igor: "¿Y le contaste que tuviste conversaciones en las que me diste un abrazo y me dijiste: Gracias por estar aquí esta semana, Igor. Gracias por hacerme más fácil esta semana?".

Sonia: "Pero claro que sí".

Igor: "¿Tú crees que puedes hacer sentirme así y que luego yo salga a la calle y me dé cuenta de que en cuanto volvió le dices que me he acercado a él o que he hecho un mal comentario hacia él?".

Sonia: "Mira, Igor. Tú mejor que nadie sabes que aquí un comentario en un momento dado te hace daño y te molesta. Y a mí hubo tres comentarios que tuviste esa semana que me molestaron muchísimo y me hicieron dudar de ti".

Igor: “¿Y por qué no me lo dijiste?”.

Sonia: “Déjame hablar”.

Igor: “¿Por qué siempre me dijiste que no dudabas de mí?”

Sonia: "Mira, Igor. Yo no dudaba de ti, y sabes que aquí las cosas las piensas durante unos días y luego tus actos y tu manera de comportarte conmigo me hacen olvidar esas dudas. Y hacia Kris nunca más me habrás oído decirle nada más. Porque yo a Kris lo que le dije es: 'Tengo estas dudas', y cuando Kris me dijo: '¿Qué pasa?', le dije: 'Mira, Kris, lo de siempre, que digo unas cosas, pero al final me arrepiento porque al final la dejo de sentir'. Yo por eso no me puedo sentir mal".

Igor: "¿Y con Miriam qué me has hecho a mí?".

Sonia: "El qué".

Igor: "Cuando yo tenía confianza contigo me has dicho: 'Igor, tú siempre has sido claro con Miriam'. ¿No me has dicho eso?".

Sonia: "Y yo qué sé lo que has dicho por detrás de Miriam".

Igor: "¿Pero no me has dicho eso?”.

Sonia: "Yo lo que te he visto comportarte con Miriam, pensaba que habías sido claro con ella. Pero luego, cuando Miriam se despidió y me he ido enterando de cosas en la casa creo que no fuiste tan claro".

Igor: "¿En qué no fui claro con Miriam?".

Sonia: "Que por un lado le decías: 'Miriam hasta aquí, aquí ya no'; pero luego por las noches volvías a abrir la veda, y eso la podía confundir".

Igor: "¿Sabes lo que pasa? Que yo a ti todas esas cosas te las he contado. Sabías cómo eran las cosas. Sabías que yo te decía: 'Me acerco a ella y no me quiero separar'".

Sonia: "Igor, yo me he dado cuenta".

Igor: "Y me he encontrado con vídeos, con confes con Miriam, en los que decías: 'No te conviene estar con un chico tan mujeriego'".

Sonia: "¿Y?".

Igor: “¿Que por qué no me has dicho esas cosas a mí? ¿Esa es la confianza que tenías conmigo?”.

Sonia: "A ver, Igor. Pero ¿eso es fallarte a ti? Mira, yo en mi vida tengo muchos amigos, entre ellos hay mujeriegos, hay gente infiel, los hay que no son infieles".

Igor: “Que no me molesta que lo pienses de mí, me molesta que no me lo hayas dicho. Me has dado una cara, y luego...”

Sonia: “Te he dado la que tienes. Te he dado la cara que tienes de mí. Y no me acuses de dos caras”.

El súper les conmina a terminar.

Sonia: “Bueno, que pase lo que pase, si eres el repescado, por mi parte bienvenido, y ya lo sabes de sobra”.

Sonia se marcha sin dar un beso a Igor.

Ahora comparemos lo dicho por Igor durante esta conversación con algunas de las cosas contadas por Sonia luego. Por ejemplo, le dice a Kristian: “Me ha dicho que si de verdad te quiero que te diga que en él tienes a un amigo para toda la vida y que yo soy una manipuladora que lo único que he querido es malmeterte contra él”. Luego ante todos sus compañeros afirma: "Me ha dicho: 'Me pareces una falsa y una manipuladora'. Y le dije: 'Déjame tranquila'". Gonzalo le pregunta: "¿Te dijo eso?", a lo que Sonia responde afirmativamente.

En un ‘confe’ Sonia dice: “Lo que no voy a permitir es que a mí se me tache de que me quiera marcar como una persona que da dos caras, o una persona que intenta malmeterle a Kris sobre ningún compañero". Y, por último, en conversación con Kristian y Álvaro les cuenta que: "Le dije: 'Déjame hablar, déjame hablar', y no me dejó hablar". Son tan solo retazos de lo que han sido tres días intensivos de volver a contar lo que pasó en esa conversación, como si no hubiera nada más en el mundo y reinterpretando libremente lo que allí pasó. Tan libremente que poco tiene que ver con la realidad.

Cualquiera que haya visto algún rato del directo en la casa desde el jueves habrá podido comprobar el drama que ha montado Sonia en torno a ese vis a vis con Igor. Ha llorado desconsolada en varias ocasiones (como durante casi toda la fiesta del viernes), repitiendo una y otra vez: “Que me deje en paz, que no me machaque más”. Sin embargo, leída la trascripción podemos observar que Igor le dice de buenas maneras que por comentarios de Sonia le ha parecido ver una doble cara en ella. Aquí mismo lo contamos en su momento, a Kristian le dice que desconfíe de Igor, que ha dicho cosas que le han hecho daño en su ausencia y que es un estratega, pero cuatro días más tarde le abraza en la cocina, diciendo: “Te quiero mucho, eres muy importante para mí aquí”.

Igor no hace otra cosa sino decirle a Sonia lo que ha visto una vez fuera de la casa. Si sus intenciones son aclarar las cosas con ella y desatar ese nudo o simplemente pretende desenmascararla de cara a esa parte de la audiencia que aún no lo ha visto y ante sus compañeros en el concurso, está en su derecho de hacerlo siempre y cuando el programa se lo ofrece. Que los otros candidatos a la repesca eligieran para vis a vis a compañeros con quienes no tienen ninguna cuenta pendiente no quiere decir nada. Si acaso que carecen de sentido práctico y, sobre todo, de sentido del espectáculo.

Por tanto, no aprecio en el vis a vis dichoso esa apocalíptica visión que Sonia se ha encargado de trasmitir en la casa. De acuerdo que es una cuestión totalmente subjetiva. Es más, el jueves mucha gente pensaba que Igor había estado excesivamente suave y se había desinflado esa esperanza de que realmente entraba a meter caña. Como vemos, percepción radicalmente contraria a la de Sonia. Si llega a meter más caña se corta las venas con el cepillo de dientes.

De todas formas hay un indicador objetivo, en este caso sí. Insiste Sonia en que Igor no la dejó hablar. Pues bien, medidas las palabras de la trascripción del encuentro, en total se pronuncian 1.120 palabras, de las cuales 679 salen de la boca de Igor y 441 de Sonia. Es decir, un 60% del peso de la conversación lo lleva Igor, frente al 40% restante que es cosa de Sonia. Hombre, objetivamente eso no concuerda nada con que no la dejase hablar. La conversación está bastante equilibrada (6 y 4 palabras de cada 10), máxime teniendo en cuenta que el encuentro estaba planteado para que el candidato a repescado dijera lo que quisiera a un compañero.

Como decía ayer @caperucista (me cuenta que fue realmente @emilya0307): Sonia tiene muy bajo el umbral de sufrimiento. Cualquier contrariedad se convierte en un drama que debe compartir toda la casa. Si alguien no lo comparte hará todo lo posible porque se posicione de su lado. Y si no lo consigue intentará hacer daño a esa persona de forma sibilina. Eso hizo ayer con Raki, a la que puso entre la espada y la pared acusándola de cambiar de opinión respecto a Igor cuando escuchó ciertos gritos del exterior, entre otros comentarios hirientes. Raki terminó llorando desconsolada.

No solo Raki lloró ayer por culpa de Sonia, también Susana. Aparte de tener un umbral del sufrimiento muy bajo también parece evidente una cierta dificultad para empatizar con los demás. Su excesivo personalismo le impide ponerse en el lugar de otros hasta el punto de ver lo que sucede en su entorno desde un plano de irrealidad. Por ejemplo, Giuls le dice ayer a Raki que esté con Susana porque se encuentra muy sola. Sonia, incapaz de ver lo obvio (palabra de ocho letras), sugiere que ha debido de ver un 'confe' de Susana diciendo que se encuentra sola.

De forma indirecta la está acusando de aprovechar su situación para victimizarse, lo cual verbaliza Kristian. Pero aún es peor que cuando Susana afirma no haber dicho eso jamás sigue opinando que igual es por eso. Cualquiera en su sano juicio pensaría que dada la negativa de Susana y la insistencia de Sonia en opinar que igual ha dicho eso, sencillamente está sugiriendo que es una mentirosa. Pues bien, Sonia aprovecha de malas maneras que de su boca no salieron las palabras mentirosa ni victimista para insistir en ello de forma déspota, sin atender a razones sobre algo tan sencillo como que a veces no es necesario pronunciar ciertas palabras para dar a entender algo.

Aún así, no es eso lo más importante, ni mucho menos. Lo importante es que luego comenta extrañada con Kristian el comentario de Giuls. Ninguno de los dos entienden por qué ha podido decir que Susana está sola. Son incapaces de darse cuenta de que la principal amiga y aliada de Susana en la casa fue expulsada por el programa hace poco más de una semana. Ni siquiera la expulsó el público en una gala. ¿Es tan difícil de entender por qué Giuls pide un poco de apoyo para Susana? ¿Tan fuera de la realidad viven para no darse cuenta de que esa compañera ha vivido una situación traumática de forma bien reciente?

Lo más curioso es que a Sonia no le molesta que alguien pida algo positivo para Susana, tanto como que esta se entere. No vaya a ser que eso dé alas a su compañera. Y rival. Sin ir más lejos, no le hizo el más mínimo comentario a Miriam cuando a ella misma le decía el viernes: “Estad con Susana, que está sola, se ha quedado muy sola ahora. Es muy buena niña, de verdad”. ¿Por qué no le extrañó el comentario de Mimi? Bien pudo preguntarle por qué decía tal cosa, por otra parte, nada distinta a lo comentado por Giuls. Ni siquiera la coincidencia de las dos compañeras le hace pensar que puedan tener razón.

Con la casa puesta del revés por la versión de Sonia sobre su encuentro con Igor y el torrente de información y, sobre todo, la opinión de Miriam sobre el concursante vasco, llegó Giuls a la casa madre el domingo desde el loft. Como por un truco de magia, la casa entonces volvía a pegar un vuelco. La comedia en varios actos cambiaba de uno a otro gracias a la genialidad demostrada por el programa. Una vez más. El lema del año pasado y el de este unidos en una misma trama. Dale la vuelta y siente el vértigo, sería la resultante.

Giuls cuenta que Igor es “mi niño”, que se lleva bien con él y en su opinión no ha ido con malas intenciones. Dice algunas cosas más, como eso que acabo de contar sobre Susana, con la que también tenía una cuenta pendiente que se encargó de saldar como hacen las personas civilizadas: dialogando y sin dramas. En todo caso, esas dos cosas son suficientes para que todo cambie en la casa. ¿No es maravilloso? El fin de semana ha sido un sueño para el enfermo de Gran Hermano. Se me vislumbra imposible de superar la trama que acompaña esta repesca. En serio, está siendo sencillamente apasionante.

Entre todo lo sucedido, me gustó especialmente una conversación entre Susana, Álvaro y Saray en el dormitorio boscoso. Álvaro entendió bien a Giuls, de quien dijo: “A mí me ha dejado sorprendido”. Los tres coincidían en que no deben dejarse guiar por lo que les dijo Miriam. Giuls les había dicho lo contrario. Susana durante el fin de semana ha demostrado tener esa combinación que la convierte en una concursante inteligente, es decir, integridad personal y una buena lectura de la situación. Para esta concursante, si Sonia tiene miedo es porque habrá vídeos que le hagan temer. No puede reducirse todo a lo de mujeriego (a lo que Sonia ha intentado dar todo el protagonismo, ocultando otras partes de su vis a vis con Igor). Álvaro y Saray también estaban de acuerdo en esto.

La asociación entre Sonia y Miriam deja de sorprender cuando te das cuenta de que ambas son amigas del drama. También de modificar la realidad a su antojo. Una aprendió cómo salvarse de un naufragio viendo treinta veces Titanic, pero eso no le sirvió para saber cuándo alguien le está haciendo daño de verdad. No parece el caso de Igor. La otra dramatiza una conversación que se desarrolló con buen tono y toda la educación del mundo, lo cual es convertido por ella en un “viene a machacarme”. Y quien no esté de acuerdo en ello es porque solo piensa en el premio del concurso, como le dijo ayer a Raki. A-lu-ci-nan-te.

Moleskine del gato

Menos mal que alguien reconoce mi imparcialidad. Gracias, gracias.

Y dejo cartel de cine, con Raki y Sonia no sé bien si enfrentadas ante este auténtico Burlesque. Como siempre, por Montse Juanilla.

Tengan cuidado ahí fuera. Y perdón por el ladrillo hueco doble de hoy.