¿Qué van a aportar los nuevos concursantes VIP?

telecinco.es 10/03/2016 09:40

Los miércoles parecen jornadas de reflexión y en la casa todo parece ralentizarse, como viendo pasar el tiempo en un estado de tensa espera. Es también un día sin prueba, descanso obligado entre semana que intensifica esa sensación de inactividad expectante. En medio de ese paréntesis semanal, ayer Fran y Alejandro estrecharon aún más sus lazos y Carlos estaba de bajón después de otro martes que terminó movido y los errores cometidos. Creo que Alejandro cree más en la amistad con Fran que su supuesto amigo. Este es muy listo y, a pesar de ello, se le entiende todo. De momento está poniendo toda la carne en el asador para evitar salir nominado.

Fran tiene a Alejandro de su lado ciegamente. Anoche compartía radio con un Rappel encantado con sus buenas formas. Ya sabemos del clasismo del adivino, que comparte con Charlotte. El otro día hablaba la argentina del círculo en el que se mueve. Rappel comparte círculo con Charlotte y Fran, lo cual se nota en tantas cosas e influye para que entre ellos se puedan proteger en las nominaciones. También ayuda el esfuerzo que está haciendo Fran por limar asperezas. Poco queda ya de ese Fran batallador, que entró queriendo saldar cuentas, especialmente con Rappel y Julián. Les llamó sinvergüenzas en cuanto vio que no querían hablar. Lo debe haber hecho muy bien para que ayer Rappel dijera que Fran no insultaba ni decía palabrotas. Le faltó compararlo con Alejandro.

También tiene una buena relación Fran con Laura porque se han movido en los mismos ambientes y tienen conocidos comunes. Con Raquel no se ha llevado nunca mal, por lo que las únicas cuitas que tiene ahora son con Charlotte y quien era su aliado hasta hace nada. Dos enemigos que, si todo es como parece, quedarán reducidos a tan solo uno tras la expulsión de esta noche. No tengo claro cuál ha sido la estrategia que ha seguido Fran con Charlotte. A veces he pensado que quería desestabilizarla y sacarla de sus casillas. Otras que sencillamente se divertía con su machacón ataque a los retoques de cirugía plástica y otros detalles del físico de esta aspirante a ser la Kardashian hispana.

Lo que han hecho Fran y Alejandro con Charlotte no ha sido acoso ni mucho menos, como ya comenté ayer, pero sí es cierto que me ha parecido una gran pesadez. Entraron en un bucle en el que la respuesta displicente de Charlotte les animaba a seguir faltándole y así se fue retroalimentando esto. Charlotte ha sido una víctima demasiado inocente, que cometió el error el primer día de dar demasiada importancia a lo que le decían y, además, lo hizo a destiempo. Es como al niño que en el colegio le llaman gafotas y se ofende. Se lo seguirán diciendo hasta la saciedad. Si, por el contrario, él mismo se ríe de sus cuatro ojos se olvidarán de ello y buscarán otra cosa para intentar ofender.

El repaso a las amistades y enemistades de Fran al que me está llevando esta escritura automática que siempre practico termina con Carlos, del que tenía que distanciarse antes o después. Ya entró diciendo que no iba a ser soporte ni iba a estar a la sombra de nadie. La alianza entre Fran y Carlos duraría justo hasta que dejase de ser útil. Al final, se ha roto antes por las circunstancias. Fran comenzó a desmarcarse demasiado pronto, sin tener en cuenta que esta noche volverán a ser ocho. Nada de lo que hubiera previsto hacer este concursante le ha debido ser posible. Tengamos en cuenta que desde su regreso a la casa han salido cuatro concursantes y uno más que se irá esta noche. El día que entró se iba Rosa y una semana después Sema. También en este tiempo se han sucedido los abandonos de Julián y Belén.

Esta noche volverá a estar en plató Belén, no sé si para recibir a su “cuñi” Charlotte o para enfrentarse a Carlos. Ya vimos ayer que le acusa de hacer “juego sucio”. Hemos supuesto un drama familiar en medio del cual Belén Roca tiene tiempo para escribir ese mensaje de ofensa, pero no ha tenido ocasión todavía de pedir disculpas a Carlos por el repugnante episodio del cepillo de dientes. Tampoco por las amenazas y la violencia verbal que derrochó junto a su “cuñi”. Digo que no ha tenido ocasión para disculparse, aunque lo que realmente pienso es que tiene la poca vergüenza de evitarlo. Me compadecí ante su abandono y le deseé todo lo mejor, pero ahora más bien deseo que alguien juegue con su cepillo de dientes y lo más asqueroso que se le ocurra. Como si fuera un chiste.

A las expulsiones y abandonos que se han sucedido tras volver Fran se sumará esta noche la incorporación de los dos concursantes que la audiencia decida, después de excluir a otro de los aspirantes. La decoración habrá cambiado tanto que Fran tal vez debería estar ahora reiniciando, y probablemente es lo que le gustaría hacer. ¿Qué pasará tras la entrada de los nuevos? ¿Qué pueden aportar? Una de las cosas más divertidas de esta competición por ser elegido como nuevo concursante ha sido el borrado de huellas en redes sociales para que no se supiera a que concursante han estado apoyando hasta ahora. Poca confianza tienen en sus favoritos si piensan que les puede perjudicar haberlo sido.

Al interés del borrado de la huella digital se le ha añadido el de muchísimas personas que querían saber las veleidades de los candidatos para decidir en función de ello. El único que fue claro y no ocultó que ha estado apoyando a Carlos es Miguel Frigenti, pero ya quedó lamentablemente descabalgado de esa lucha. A Dani Santos se le vio retuiteando antes de todo esto un mensaje de apoyo a Carlos, del que ahora reniega. Laura también parece interesada en que no se sepa su debilidad. Y Samira, aunque menos conectada al universo Gran Hermano, tampoco lo dice ahora. Todo apunta a que los tres apoyan a la misma persona que lleva dentro de la casa desde el 7 de enero.

No es un tema baladí, porque recibir a estas alturas del programa un apoyo en forma de dos concursantes puede ser fundamental para la consecución de un objetivo común. El objetivo no es otro que ganar este concurso, lo cual parece escapar cada vez más de la decisión popular para quedar al albur de determinadas circunstancias, como esta que ahora comento. Por las pesquisas realizadas parece que tanto Laura como Dani o Samira son de Laura Matamoros. Adelante pues con los faroles, porque esta misma noche recibirá dos presuntos afines.

Desmontado el clan del visillo, queda en la casa un taller de costura en el que se hacen trajes a diario. Está en el dormitorio de los pájaros y sus trabajadores más esforzados son Rappel y Laura. Si intentamos adivinar lo que ocurrirá tras las dos nuevas incorporaciones podemos suponer que ese taller recibe refuerzos. Son las nuevas generaciones del visillo, más partidarios de los estores, como dijo Raquel. Si sale Carlos esta noche tendrán el terreno abonado para elevar a Laura Matamoros al triunfo final sin que apenas nadie les vaya a toser. La superioridad numérica les puede valer para arrinconar a Fran y Alejandro. Entonces, el siguiente a eliminar será Rappel, jefe de este imaginario taller de costura.

Distinto sería si Carlos se queda, porque me parece el único capaz de plantar cara a vulgares aspirantes a princesa del pueblo o viceversas de lengua larga y falda corta. En todo caso, la aportación de los nuevos será la que haya de ser. En mi humilde opinión más bien escasa. En este juego de exclusión competitiva no vale de nada pegarse a un favorito cual lapa. Si alguno de los aspirantes está dispuesto a hacerlo debería descartar la idea desde ya. No van a tener una estancia más larga ni más plácida por apoyar a un favorito. Eso sí, el agraciado sentirá el alivio de recibir refuerzos desde fuera, lo cual también es un arma de doble filo.

Si desde esta noche Laura Campos apoya a su tocaya habrá conseguido despertar recelos en el resto de concursantes, que son mayoría frente a Laura Matamoros. También lograría que de esta dudasen todos. Recordemos lo que pasó con Carlos. Le pintaron los visitantes como favorito y eso despertó envidias y desconfianzas. La estancia de Carlos habría sido más cómoda sin ese aporte innecesario e inconveniente de información. Quiero decir que no se harán un favor a sí mismos y tampoco a su favorita. Por eso pienso que es lógico el intento de borrar los mensajes en redes, aunque también inútil porque siempre quedan pruebas, flecos sueltos, capturas inesperadas. Cosas de esas.

Se me hace muy cuesta arriba pensar en los nuevos concursantes y el modo de hacerse valer en la casa. Si entran Laura y Samira, como aparenta puede pasar, no parece que tengan sintonía alguna entre ellas para establecer lazos una con la otra, pactando estrategias nominatorias en su favor. Lo malo de Laura y Dani es que ya los conocemos. Lo mostraron todo en sus correspondientes ediciones, y personalmente no considero que aporten nada de interés al juego. Samira es la única desconocida, por eso es la única que me apetece ver, aunque su estrategia de presentarse como una amazona que se come a los hombres crudos hace que pierda el interés. Soy consciente de que al final será mejor de lo que sospecho. O igual me agarro a ello por mi bien.

Es una torpeza basar el discurso del candidato en su propio beneficio y no en el del espectador. “Elegidme porque me lo voy a pasar muy bien”, vienen a decir Laura y Dani. ¿Y a mí qué? Lo que deben hacer, su obligación como concursantes, es hacérmelo pasar bien a mí. Si de paso ellos se divierten mejor que mejor. Es como si un fabricante de yogures te pidiera que los comprases porque le viene bien vender mucho. O algo así.

Moleskine del gato

Cierro aquí mis digresiones de hoy, que también conviene a veces ser más escueto y hoy lo pedían las circunstancias. Esta noche tenemos una fiesta, que para algunos puede tornar en drama. Si sale Carlos se habrá acabado el concurso para mucha gente. “Game over”, se acabó, hora de recuperar horas de sueño, volver a leer libros, probar videojuegos nuevos, escuchar música y hablar con los amigos. Este gato incansable seguirá aquí no solo por sentido del deber, sino porque realmente me apetece mucho ver cómo evoluciona todo, entre quien entre y se vaya quien se vaya.

Jordi González nos conducirá como maestro de ceremonias por una gala en la que viviremos la expulsión de Charlotte o Carlos. Charlotte fue coautora de la broma más desagradable y nociva en la historia del programa, nominada disciplinariamente por el programa y una de las concursantes más anodinas de esta edición. Carlos ha sido el alma de esta edición, concursante en torno al que ha girado todo desde hace dos meses. Seamos sinceros, sin Carlos no habríamos tenido edición. Es uno de los mejores concursantes que jamás he visto, incluyendo ediciones VIP y convencionales. El puto amo que puede ser vencido hoy por Charlotte, y todavía no entiendo cómo ni por qué. Ni siquiera tiene pinta de duelo porque debería haber sido una paliza que el árbitro de la pelea hubiera estado obligado a parar por motivos humanitarios. Sin embargo, puede ocurrir todo lo contrario. ¿Cómo se te queda el cuerpo?