Cristina se metió en la piel de Jessica, la elegida para el cambio que es policía. Salió al plató con una porra y dispuesta a analizar los peores crímenes estilísticos de los famosos. Paloma Segrelles, Kiko Rivera y Cospedal fueron los elegidos y la agente no dudó en mandarnos a la cárcel. Además, cacheó al regidor del programa por sus zapatillas 'mancha pasarelas'.