En el capítulo titulado 'Ratas de laboratorio', Grissom intenta solucionar un problema con una rata que se ha colado en la sala de autopsias. Hodges decide sacar partido de la ausencia de sus compañeros y marcarse un tanto descubriendo la conexión entre los distintos crímenes de las miniaturas. Con la falsa excusa de que se lo ha ordenado Grissom, el investigador pide a varios técnicos del laboratorio que revisan en secreto las maquetas de los distintos escenarios.
Aunque Hodges y los técnicos estudian hasta el más mínimo detalle de las miniaturas, la investigación no avanza. Decepcionados ante la falta de progresos en el esclarecimiento de los crímenes, los forenses ven cómo se les acumula el trabajo, por lo que poco a poco van abandonando a Hodges.
Posteriormente, Hodges halla una conexión entre todos los asesinatos de las miniaturas. Grissom se enfrenta con él cuando lo descubre sentado en su silla examinando las maquetas, pero finalmente el investigador logra explicar al jefe del CSI sus progresos en el caso. Impresionado por su descubrimiento, Gil felicita al forense por su excelente trabajo.