El día de suerte de Hodges

ALBERTO RUIZ ÁLVAREZ 03/07/2008 17:49

Perfeccionista, pedante, enrevesado, hipocondriaco y con un punto soberbio, Hodges sin duda es brillante en su trabajo, pero en general los compañeros prefieren tenerle lejos. Todo un carácter que guarda no pocas similiudes con el de su mentor e ídolo personal, Gil Grissom. Es esta adoración absoluta la que le llevó a seguir online las jornadas que impartió Grisso, durante las semanas que estuvo ausente, y también a reunir bajo su cuenta y riesgo a sus compañeros para intentar resolver el crimen que le quita el sueño a su jefe.

Rebotado del CSI de Los Angeles por "problemas de actitud", Hodges tampoco empezó con buen pie en la división de Las Vegas. Fue culpado injustamente por Catherine y Warrick de haber causado la explosión del laboratorio en la temporada 3. Sin embargo, se ganó el respeto de todos cuando salvó a los CSI de una muerte segura por inhalación de gas venenoso en el tarantiniano 'Peligro Sepulcral' (Temporada 5).

Pero no sólo Quentin Tarantino siente devoción por el parlanchín de Hodges. Sus ingeniosas salidas de tono y su carácter friki (sin ir más lejos en este capítulo gana una subasta en Ebay por el juego de mesa de 'Apartamento pare tres') le han convertido en uno de los secundarios más carismáticos de la serie. Los guionistas lo saben y por ello no dudan en pensarle las frases más chispeantes. Ahora, finalmente, ha llegado su momento. Atentos porque el caso del miniaturista va a dar un giro radical a raíz de su genial intervención. Sin duda, es su día de suerte.