En el episodio, tras lograr huir del centro penitenciario de Pensilvania donde cumplía condena provocando un motín entre los reos en el Hawkes quedó atrapado, Shane Casey (Edward Furlong), un peligroso homicida, planea cometer nuevos asesinatos. Mientras los forenses intentan localizarlo, una pista les ofrece nuevas claves sobre su próximo objetivo: Casey planea acabar con la vida de Danny Messer mientras el forense disfruta de unas breves vacaciones junto a su familia en una tranquila localidad.