Guzmán prometió a su padre que su primer hijo llevaría su nombre. Un detalle muy bonito si no fuera porque, cuando lo hizo, ya llevaba dos años separado de su mujer. Guzmán fingió ante su padre enfermo y toda su familia que vivía un matrimonio feliz. Hizo el papel de su vida hasta el mismo día en el que cobró la herencia de su padre. Y, al día siguiente se divorció.
Ahora su madre, Sagrario, acusa a su hijo de mentir a su difunto marido. Éste dispuso en su testamento que los hijos casados heredarán más que los solteros o divorciados. Para Sagrario, lo que ha hecho su hijo Guzmán no tiene perdón y quiere que de inmediato renuncie a la parte de herencia extra cobrada y que pase a manos de sus otros hijos que sí siguen casados como su marido quería. Guzmán dice haber fingido ser feliz en su matrimonio para no herir a su padre. Él cree que tiene el mismo derecho que sus hermanos a cobrar esa herencia porque él estaba casado como su padre quería. Si era feliz o no con su mujer es ya otra historia. ¿O no?, ¿le dará la razón Emilia Zaballos a Guzmán o a Sagrario?
En el turno de los interrogatorios, Alfonso Merlos defiende a Sagrario y Ana Rodríguez defiende a Guzmán. ¿Tendrán esta madre y su hijo respuestas para todas las preguntas de los defensores?
Nagore Robles y Pepe Herrero se enfrentan en el debate. ¿Hizo bien Guzmán al fingir un matrimonio?