Julio Anguita: "Pido a los ciudadanos que no voten a los políticos corruptos"

telecinco.es 10/02/2013 12:55

¿Se va a salvar la democracia?

Depende del pueblo español pues como sigamos con estos dimes y diretes pero no entremos al fondo del problema no se salva. No hay ninguna fuerza política ni sindical que le pueda meter mano a este cáncer llamado corrupción. Constituye una forma de ser y de pensar basada en conseguir el objetivo como sea. Hay poderes económicos que necesitan que determinados políticos sean amigos suyos y ponen el sobre encima de la mesa. Cuando analizamos el problema pensando en los políticos y no en quien da el sobre, estamos amputando una parte del problema.

Responde a mi pregunta apelando a la ciudadanía, pero la ciudadanía está aturdida y desconcertada. ¿O usted no?

Éste es el fin de la Transición. La chapuza de 1975 ya ha dado la cara. Los dos presupuestos en los que se apoyó la Transición para decir que era modélica fueron dos: resolver la cuestión del estado español y la transparencia en el estado de derecho. No se ha conseguido. La corrupción está en todas partes. La corrupción está en el poder legislativo, en el judicial, en el ejecutivo y en las más altas magistraturas del estado. No estamos ante un síntoma si no ante un síndrome. Estamos ante una enfermedad.

¿Qué podemos hacer los que no gobernamos?

Usted ciudadano o ciudadana, cuando vea que hay un político corrupto no lo vuelva a votar. Se da el caso de que hay ciudadanos que siguen votando a ladrones. Deben preocuparse por ver cómo funciona el partido que vota y al otro. No deben cometer la tremenda injusticia de decir que todos los partidos son iguales. Hay políticos honestos y que no se venden sean de derecha o de izquierda. Al embestir a la clase política, se olvida que hay otros como el empresariado que soborna o el banco que trinca y corre. Planteo que todos los corruptos vayan a juicio y a la trena.

¿Usted tiene un hijo en paro?

Sí, tengo un hijo en paro. Es licenciado en historia. Lleva cinco años en el paro.

¿Se le ha pasado por la cabeza echar mano de sus contactos para que su hijo encuentre trabajo?

Para empezar es imposible. No hay ningún puesto de trabajo que sea normal pero no. No se me ha ocurrido.

¿Su hijo se lo ha pedido?

No. Estamos intentando probar en el extranjero a través de un máster.

¿Qué le diría a los jóvenes que se levantan cada día para buscar trabajo?

Primero, pediría a los demás. A sus padres, a sus abuelos y a la ciudadanía en general, les diría que si los jóvenes no encuentran trabajo, España no existe. Patriotas de bandera, de desfile y de pandereta, ésa es la España que interesa, la España encarnada en nuestros jóvenes. Fuera discursos embusteros. A los padres, que luchen. Y a los jóvenes, la cosa no va a caer de un guindo. Id pensando en una rebeldía serena, a lo Gandhi. Si no lucháis, no vais a tener trabajo nunca.

Hay padres que ahorran para que sus hijos vayan a buscar el futuro fuera de nuestras fronteras, ¿usted creía que íbamos a volver a ver a la gente irse fuera para buscarse la vida?

Si. Me acojo a la autoridad que ha tenido como presidente de gobierno, Felipe González, el 20 de mayo dijo en El País que cuando crearon la moneda única se equivocaron porque no nos dimos cuenta de que hacía falta un presupuesto digno de tal nombre, una convergencia en lo económico y en lo social y una política fiscal común. En el año, 96 había gente que gracias a un estudio que hizo IU ya lo sabía.

Esperanza Aguirre ha cobrado protagonismo en medio de la confusión que ha generado el caso Bárcenas, ¿qué pretende Aguirre?

Me recuerda a aquella infanta de España, que el pueblo de Madrid le llamaba 'La Chata'. Alternaba con horchateros, iba a los toros y la gente decía que campechana era pero no, era una infanta. Esperanza Aguirre es un intento de que la derecha se reconstruya desde un cierto populismo. Lanza mensajes de tipo populistas pero, indiscutiblemente, tiene una intención. Aunque vaya contra su partido, su intención es que el proyecto de derechas salga adelanta. Desde el punto de vista de la izquierda hay que tenerla muy presente.

¿Usted le tiene miedo?

Soy un inconsciente. Nunca he tenido miedo en política.

¿Ve a Esperanza Aguirre como presidenta del Gobierno?

No quisiera verlo. En la medida en que yo pueda, intentaré a través de la palabra y la persuasión.

No debe ser casual que Aguirre divulgue su poco o nada afecto a Rajoy, ¿no?

En política no hay casualidades. Sin meterme en el PP, están pasando un momento muy difícil. No solo por los escándalos, si no porque todos tenemos en la memoria esos tremendos ataques a Zapatero y esas admoniciones terribles de que con el PP no iban a ocurrir y, precisamente, a los dos meses fue lo que ocurrió. Le puede pasar factura no solo en la cuestión electoral si no en la propia cohesión del partido. El discurso de Aguirre es el de reconvertir en un discurso populista la derecha.

Usted ha dicho que hemos llegado al final de un ciclo y que hay que reinventarlo todo. Es tiempo de ideas, ¿necesitamos líderes?

Si, pero líderes con proyectos. Con ideas muy concretas. Vamos a hablar del paro. El discurso dice que la economía tiene que recuperarse y crecer. Este discurso no se sostiene en pie porque crecimos y que empleo se creó. En estos momentos los tres únicos yacimientos de creación de empleo, son tres mundos: el de la sanidad, el de la educación y el del medio ambiente. Este tipo de trabajos no lo puede producir la empresa privada. Las grandes decisiones deben venir de lo público. Esto es enfrentarse al poder, pero asumo la tarea. He observado estos años que los brotes verdes, se posponen. Pero a quien le vendemos si producimos. Hemos desarbolado la industria y el campo. España se construyó sobre el turismo, el pelotazo inmobiliario y los salarios bajos. ¿Dónde está la industria alternativa, el I+D para construir personas que compitan en ciencia y tecnología? No hay. Ésa es la realidad.

Y en un diseño de futuro, ¿cómo le encaja la monarquía?

A mí, no me encaja. Soy republicano. Debe ser una especie de maldición pero ni me gusta este monarca ni ningún otro. Los puedo respetar como personas. Permítame una anécdota histórica. Era el año 1968, hubo un levantamiento militar, la Gloriosa revolución. El hombre fuerte era el General Prim y dijo en las cortes que "los borbones, jamás en España". A los ocho años, entraba Alfonso XII por la puerta de Alcalá. En el año 1931, las cortes constituyentes de las Segunda República aprobaron una resolución por la cual se desposeía a Alfonso XIII de sus derechos sin que pudiera reclamarlos para él y sus descendientes. En el año 69, Franco proponía como heredero a título de rey a Juan Carlos I. Por dos veces, hemos echado a los borbones por la puerta y han vuelto a entrar por la ventana. A ver si hay una vez que salen y no vuelven a entrar más.

No quiero ni puedo evitar preguntarle por el escándalo de Urdangarín. ¿Qué le parece?

Pensando en cualquier familia normal. No entiendo que si aparezco con cosas que manifiestn la riqueza mi mujer no me lo pregunte. Me choca. Además, me choca que su majestad le diga a su yerno que se vaya de tal negocio porque no le gusta. Luego conocía algo y solamente recomendó a su yerno que no siquiera. En cierta medida, está tácitamente manteniendo una posición cómplice.

¿Cómo cree que va a acabar el culebrón Bárcenas?

No me interesa el culebrón Bárcenas. Llevan muchos días discutiendo sobre Bárcenas. Ahora, que los jueces instruyan el sumario y veremos lo que pasa. Se va a escapar el otro problema. Dirigiría las baterías a ver qué relaciones hay entre los políticos y las empresas. Cuáles son los gabinetes de abogados que hacen la operación de poner de acuerdo unos intereses y otros. Iría a esos entresijos y a Bárcenas que lo vea el fiscal y el juez.