Julián Contreras: "La pérdida de mi madre fue un trauma del que no me voy a recuperar nunca"

TELECINCO.ES 29/10/2009 11:00

Impecable y con una sonrisa, Julián Contreras llegaba hoy al plató de Ana Rosa tras aceptar la oferta que la presentadora le hizo en directo el día de la entrega de la Medalla de las Artes a su hermano Fran Rivera.

Muy tranquilo, Julius, como le llama su hermano Cayetano, volvía a demostrar sus tablas y nos contaba que, a pesar de que 'La pluma de la verdad' es su segunda incursión dentro del mundo de las letras, es un espíritu inquieto y no quiere cerrarse puertas. "Tengo un problema. Estoy en contra del etiquetado y no quiero ser yo el que se autolimite. Me gusta emprender nuevos proyectos. Lo de escribir lo he probado y me ha gustado. Disfruto escribiendo pero no me quiero limitar...Provengo del arte. Mi padres es un genio de la canción, la personalidad de mi madre era arte y yo me debo al arte."

A sus 23 años, Julián siempre ha destacado por su madurez. "Siempre he llevado vida de perro, cada año son siete", dice entre risas hijo menor de la desaparecida Carmina Ordoñez mientras asegura que con 35 estará autorizado a llevar bastón. "No soy bebedor. Soy muy casero me gusta muy poco salir. Como no bebo al poco rato me aburro me quiero ir", dice el joven escritor.

Su experiencia personal dentro de 'La pluma de la verdad'

Aunque debutó en la escritura con 'Querida mamá', 'La pluma de la verdad' supone el debut en la novela. Basada en un personaje ficticio, la novela esconde retazos de la vida del autor, aunque prefiere no desvelar sus inspiraciones personales y dejar que el lector las descubra. "Hay mucho de mi pero non lo quiero desvelar. ... He ido cogiendo cosas de mi y lo he ido adaptando." Una de las cosas que más me seducía era coger mi vida adaptarla distrosionarla

Seducido por el protagonista de su libro, Julián Contreras nos desvela que fue él, el motivo principal por el que se lanza a escribir. "Yo el libro lo escribo por el personaje. El primer reto era que a mi me gustase y me enamoré el personaje."

Su familia

A pesar de su juventud, Julián Contreras vive solo. Su única compañía es Boby, un hurón que hace las delicias de este espíritu inquieto que ha decidido iniciar su andadura en el mundo de las letras. Sin embargo, el hijo menor de la desaparecida Carmen Ordóñez no está solo. Su estrecha relación con su padre y su recién retomada relación con sus hermanos hacen feliz a este joven literato que tiene muy claro cual es su modelo en la vida.

"Mi padre es la luz del faro que me guía en muchas ocasiones , pero creo que en la vida cualquier persona puede ser tu guía. La vida está llena de maestros y tienes que tener la suerte de acercarte a ellos" afirma mientras recuerda a su madre.

Al hablar de la familia la figura de Carmen Ordóñez hace su aparición. Su recuerdo emociona a Julián, que nos cuenta emocionado que aprendió a cocinar por ella. "Mi madre se levantaba por la noche con mucha hambre y yo trataba de dejarla un pastel hecho para que no comiera cualquier cosa".

La figura de su madre está muy presente en su vida. Su pérdida fue un duro golpe, pero intenta sacar lo mejor de los golpes que le ha dado la vida. "Estoy orgulloso de que la vida me haya entregado estas herramientas y tener capacidad de entenderla."

La ausencia de su madre aún le duele y no duda en reconocer que nunca podrá llegar a superarla totalmente. "La pérdida de mi madre supuso un trauma del que no me he recuperado. No me voy a recuperar en la vida porque es un impacto tan doloroso e inesperado que no te recuperas nunca. Aprendes a vivir con ello, aprendes a convertir la tristeza en momentos muy bellos. " 1

La desaparición de Carmen fue un mazazo para sus tres hijos. Tras el impacto inicial y pese a la buena relación que siempre había existido entre ellos, la ausencia de Carmen, el nexo que los mantenía unidos, provocó un distanciamiento entre los tres hermanos. Después de años alejados, hemos podido comprobar en los últimos días que la relación ha vuelto a la normalidad y Julián no le da mayor importancia a este periodo de inflexión en sus vidas. "Cada vez que nos encontramos es un sin fin de recordar anécotas. Son muchísmos años juntos frente a otros que ha habido una desconexión."

A pesar de su juventud, Julián ya siente añoranza de su pasado. Son tantos los buenos recuerdos de su vida en Marrakech que Julián no duda ni por un instante lo que haría si tuviera a su disposición una máquina del tiempo. "Julián se iba a 1990 en Marrakech. Vuelvo a empezar allí. Lo que viví fue tan bonito que me provocó nostalgia en seguida. Estas cosas se valoran cuando no se tienen", asegura el escritor.

La entrega de la Medalla de las artes a Francisco Rivera

La última vez que vimos a los tres hermanos juntos fue el pasado martes en Santander. Hasta allí se trasladó toda la familia para apoyar a Fran en la entrega de la Medalla de las Artes. "Estuve en la concesión de la medalla a mi abuelo y para mi hermano es un reconocimiento que le llena de felicidad. La polémica le entristeció y yo me sentí muy orgulloso."

Sin embargo, Julián se convertiría en protagonista involuntario de la entrega tras su encuentro con su Majestad la Reina. Sonriente, Julián recuerda un momento inolvidable para él. "Me emocionó el detalle que tuvo. Su Majestad y me pidió que le enviara un ejemplar dedicado. Ya está preparado y se lo enviaré en estos días."

Tras la entrega, la familia al completo, acompañada por otros premiados, acudió a comer fuera. Entre risas, Julián recuerda el momento en el que su hermano Cayetano le jugó una mala pasada. "Mi hermano, que es muy gracioso, que iba a hablar el intelectual de la famllia y tuve que decir unas palabras. Luego le di un abrazo a mi hermano y le dije que estaba muy orgulloso."

Julián y el amor

Sin novia conocida hasta el momento, el menor de los Ordoñez asegura estar sin compromiso, al menos de momento. "Yo me he quedado de soltero de oro. Afortunado en el juego... Yo cuando voy a un casino arraso."