El periódico abcdesevilla.es ha publicado una serie de declaraciones del grupo de amigos de Marta del Castillo y Miguel Carcaño en las que el presunto asesino de la joven es descrito como un chico conflictivo y, sobre todo, "muy violento". Algunas de sus ex novias han hablado sobre su relación con el sevillano, confesando que en muchas ocasiones éste mantenía varias relaciones a la vez sin importarle herir sus sentimientos ni faltarles al respeto.
Agresiones físicas
La declaración más escalofriante ha sido la que ha leído Nacho Abad extraída del sumario, en la que una de ellas, desconocida y menor de edad, habla de abusos físicos injustificables. "Al principio, Miguel parece una persona simpática y amable pero, a medida que va avanzando la relación, se va tornando agresivo, celoso y posesivo. Cada vez que se enfada, por el motivo que sea, reacciona de manera violenta, comienza a romper lo que tenga a mano: el teléfono móvil, los retrovisores de los coches, buzones de correos de los edificios, etc. Sí que me ha pegado. Miguel se enfadó conmigo en una ocasión, no recuerdo muy bien por qué, yo le cogí la bandolera y le dije que no se la devolvía hasta que no me perdonara. Entonces me retorció el brazo hasta que se la devolví y yo me asusté mucho". En el periódico sevillano, los compañeros de Marta del Castillo confiesan que Carcaño también "le pegó un bofetón a otra de sus amigas".1
Maltrato psicológico
La madre de esta chica menor de edad, según ha comentado Nacho Abad, aportaba otros datos sobre la relación de Miguel con su hija. "No conozco personalmente a Miguel, no me gusta que mi hija esté con él y he notado que, desde que empezaron, ella ha cambiado mucho su carácter. Yo llegué incluso a pagar una factura de 900 euros de teléfono una vez que Miguel llamó a mi hija diciendo que tenía una enfermedad y que se iba a morir. Luego resultó que no era verdad y no era la primera vez que hacía algo así".
"Celoso, mujeriego y obsesionado con Marta"
Los que mejor conocen a Miguel Carcaño dicen de él que "andaba detrás de todas las chicas" y, sin embrago, "no soportaba que Marta saliese con otros". También cuentan que la joven desaparecida estaba "muy enganchada a Miguel" a pesar de que, en muchas ocasiones "él no le prestaba demasiada atención". De todo ello se puede deducir que el sevillano jugaba con Marta a un "ni contigo ni sin tí" que teminó en la peor de las tragedias.