Don Juan Carlos quiso casarse con Corinna según la periodista Ana Romero

telecinco.es 20/04/2015 16:27

Corinna de Borbón. Así se iba a llamar Corinna según se decidió en un plan urdido por el Rey en agosto de 2013, según revela la periodista Ana Romero en su polémico libro 'Final de Partida', en el que habla de la relación de don Juan Carlos y su 'entrañable amiga'. "El complicado plan implicaba aguantar un año más, llegar hasta los fastos de celebración del 40 aniversario de su proclamación en noviembre de 2015 y luego retirarse con ella en un país extranjero. Era un deseo recurrente en el ánimo del monarca pero de muy difícil encaje en la realidad política y constitucional de España."

Sin embargo, no pudo ser. Tras el accidente de Botswana, la situación se complicó. "Corinna también afirmó encontrarse en una situación muy complicada que ella no dudaba en calificar de pesadilla. No podía ver al Rey pero se sentía obligada a apoyarlo en la distancia. Se sabía criticada a lo largo y ancho del país, por estar, si no estaba por no estar."

La relación empezó a ser puesta en entredicho por el entorno del entonces Rey y la suspensión del viaje a Abu Dabi fue definido por Corinna como un golpe de Palacio. "Aunque sus interlocutores no llegaron a creerla, sí intuyeron sin embargo que el Rey empezaba a perder su poder. Y en el colmo de la humillación, al comprobar que el Rey no iba a ocupar la suite presidencial se sugirió a Corinna que debía abandonarla, a lo que ella se negó."

El posado de Corinna para 'Hola'

Comenzó entonces su particular defensa. Sintiéndose abandonada por Zarzuela, Corinna incluso llegó a posar para 'Hola' con una pulsera de tres millones de euros. "Tras leer sus declaraciones, algunos miembros del Gobierno entendieron además la peligrosa relación que se había creado entre Corinna y la Casa del Rey." Para la autora, el último trabajo de Corina para Zarzuela en diciembre de 2012, fue su puntilla. "A partir de ahí solo tendría cabida en el universo emocional del monarca. Se acabaron los trabajos para España."

Sin embargo, don Juan Carlos quería mantener la relación. Según relata Ana Romero, la ilusión del Rey en aquel momento era volver a encontrarse con Corinna. "Su gran ilusión era poder viajar al extranjero para encontrarse con Corinna. Incluso los que tanto empeño ponían para separarlos se dieron cuenta entonces de que ella era la única que le daba vidilla."

Finalmente la relación se rompió. "Poco a poco le fueron quitando todo: el poder, la mujer que amaba, su capacidad para disfrutar de la vida. No le dejaron nada, excepto la soledad de un viejo león que se retira solo a morir”, señala una persona que supo de esos días trágicos de Juan Carlos I durante parte de 2013. “Me daba pena verlo ahí solo, un sábado, un domingo por la tarde y por la noche, sin más compañía que los ayudas de cámara."

En ese panorama Corinna se fue haciendo fuerte. "Él estaba aterrorizado por su mala salud, por el futuro… Ella lo consolaba y le insistía en que no debía tirar la toalla. Le recordaba que él era el Rey, que sólo él debía decidir. Él está obsesionado con ella y ella está embarcada en un estilo de vida irreal", señaló otra persona del entorno del Rey. "Ella era su único objeto de consuelo y de cariño. Pero para la mayor parte de su entorno, su pareja no era más que una manipuladora que se aprovechaba de su débil estado para sacarle todo lo que quería.... Ella era la única que le hablaba claramente, que se reía de él, que le gritaba cuando hacía algo inaceptable y que lo trataba normal, como un ser humano, no como un Rey.

Pendiente de don Juan Carlos

Pese a los obstáculos, Corinna siguió pendiente del monarca. "Ahora que sé lo que es estar con alguien voy a sufrir de soledad, le dijo el Rey a Corinna. Ella en respuesta a este enamoramiento, supuestamente el único en la vida del monarca, respondió con insistentes llamadas interesándose por sus molestias, reconfortándolo, preguntándole si se había tomado las medicinas, cómo había pasado el día. Le daba pena que nadie lo hiciera, que nadie se estuviera ocupando del hombre detrás del Rey."

Según relata Ana Romero, don Juan Carlos se percató de lo que estaba sucediendo. "Van a por mí", dijo el monarca. "Desde entonces, y hasta finales de marzo, sufrió una gran presión para que abdicara. Se sentía completamente solo y entró en depresión. Le obligaron a que dejara de verse con Corina", escribe Ana Romero, que asegura que Corinna sigue teniendo gran influencia en el monarca. "Aunque ya no tiene dependencia física hacia ella, sí la tiene psicológica."