El ayuntamiento de Barcelona tiene controlados más de 60 narcopisos donde se vende todo tipo de droga, principalmente heroína. En uno de esos edificios, el número 22 de la calle d'En Roig, entra un periodista infiltrado de 'AR' haciéndose pasar por un cliente. El periodista consigue acceder al piso y grabar, por primera vez, cómo actua la mafia de la droga en el centro de Barcelona.
La vivienda, de unos 40 metros, cuenta de un salón donde se vende la droga;una cocina, donde se preparan las dosis y un 'fumadero', donde los toxicómanos se drogan. Al entrar en el piso, el periodista se cruza con varios toxicómanos y uno de ellos está en ese justo momento pinchándose. Además, varios drogadictos permanecen en silencio bajo los efectos de el 'caballo'.
"Todo está perfectamente controlado. Están los okupas que vigilan ese piso y los narcos que traen la droga y la venden. Nosotros entramos en uno de los dos narcopisos que había en ese edificio", explica Antonio, el periodista infiltrado. Además, ha explicado cómo la policía se puso en contacto con él antes de emitir el reportaje para realizar una redada. El periodista, que entró y salió varias veces del narcopiso, consiguió grabar el peligroso momento en el que los narcos llegan con la mercancía, obligándole a meterse con un narco búlgaro en un minúsculo balcón para que no viera el intercambio.
Los Mossos d'Esquadra se pusieron en contacto con el equipo de investigación de 'AR' que grabó el interior de un narcopiso del barrio barcelonés de El Raval. La policía pidió no emitir el reportaje hasta desmantelar el piso y permitieron al equipo del programa grabar cómo fue la operación policial en la que fueron detenidos varios hombres pakistanís. Además, el periodista infiltrado pudo grabar cómo se tapiaron los narcopisos tras las detenciones.