Insultos y amenazas. Ese es el contenido de la carta que el apuñalador de Lleida le ha enviado desde prisión a su excompañero de piso. "Me pregunto cómo puedes ser tan hijo de puta... Eres una rata. Traidor de mierda, puto bocazas. El facha eres tú, asqueroso. Has metido la pezuña cerdo. Todo tienes sus consecuencias, especialmente a las chivatas y perras", escribe Alejandro Ruiz, que termina amenazando a su excompañero de piso. "El día menos esperado te cortaré el cuello. Seguramente me acercaré a tu pueblo para la ejecución. Lo siento."
'AR' tiene acceso en exclusiva al informe psiquiátrico del apuñalador de Lleida
Seis meses después de los apuñalamientos perpetrados por Alejandro Ruiz en Lleida, 'El programa de Ana Rosa' ha tenido acceso en exclusiva al informe psiquiátrico elaborado por los expertos. Debido a sus conductas agresivas ha estado aislado en varias ocasiones pero no considera que su comportamiento sea anormal. "Valora su conducta como normal y justifica los hechos que le han llevado allí." Sin embargo, los expertos tienen que basar su informe en los estudios realizados antes de entrar en prisión ya que el acusado se negó a ser reconocido en la cárcel. Según los expertos, el acusado era plenamente consciente de los apuñalamientos. "Alejandro Ruiz que supongan una limitación de sus capacidades intelectivas y volitivas y conoce perfectamente el valor legal de los hechos realizados y sus repercusiones."
Además, según los expertos, Alejandro es arrogante y frío. "Muestra una actitud tendente a la arrogancia. Entiende lo que se le pregunta y se aprecia cierta frialdad afectiva. Niega el carácter racista de los hechos que se le acusa e incluso manifiesta que podría haber sido su madre una de las víctimas." El informe descarta trastornos de personalidad, del control de los impulsos y psicóticos.
El otro informe, elaborado por un psicólogo que se reunió con el acusado en dos ocasiones, elaboró un informe en el que señala que Alejandro es indiferente al dolor ajeno. "Muestra distancia y frialdad. Recela. Es frío, imperturbable, indiferente al dolor ajeno y, a veces, en el lenguaje es vulgar y soez", dice el informe que concluye que desesaba reexperimentar la sensación de apuñalar.