El parricida de Carabanchel sufre un trastorno psicótico grave

telecinco.es 21/01/2015 11:29

Jorge Diego Canepa sufre un trastorno psicótico grave. Así consta en el informe forense al que ha tenido acceso en exclusiva 'El programa de Ana Rosa'. Nueve meses después del parricidio, este dato podría dar un giro al caso ya que podría reducir la condena máxima solicitada a Canepa de los 35 años a 15 años. Además, su abogado podría luchar para que sea inimputable y solicitar ingrese en un centro psiquiátrico.

Según detalla el informe forense practicado al parricida de Carabanchel, la noche de los hechos Canepa "presentaba un cuadro de intoxicación etílica aguda que le llevó a sufrir pseudoalucionaciones auditivas y una intensa afectación emocional." Además, los expertos dan veracidad al relato de Canepa, que asegura que fue esa ingesta de alcohol la que le provocó el trastorno y le llevó a matar sin ser consciente. "En el trastorno psicótico inducido por alcohol las alucinaciones son, generalmente, de tipo auditivo y se acompañan de estados emocionales anormales que van desde el miedo intenso hasta episodios de aplicación psicomotriz."

"He tenido es como si un ente interior me hubiera empujado a hacer lo que hice"

En el informe forense consta que Jorge Diego Canepa acudió a su médico seis meses antes de los hechos por alteración del ánimo pero evitó coger la baja para no tener problemas en el trabajo. "Me pusieron medicación pero no me hizo mucho", dice Canepa que asegura que no consultó de nuevo por la situación de agobio a la que estaba sometido en el trabajo. Además, Canepa confirma que consumió cannabis y cocaína desde los 15 a los 21, asegura que el consumo de alcohol se había disparado en los últimos años y que en los meses previos a los hechos empezó a escuchar voces. "En enero - febrero comencé a tener pensamientos de muerte y a oír una voz que me decía muerte", dice Canepa que asegura que el día del asesinato se bebió seis litronas. "La voz de decía mátalos... era como algo interior que me llevaba a actuar dándoles pastillas para que se durmieran y quitarles la vida y luego quitármela yo. No sé que me pasó pero mentalemente no era yo. La sensación que he tenido es como si un ente interior me hubiera empujado a hacer lo que hice como si algo hubiese entrado en mí"