Este jueves la historia de amor y desamor de y podría tocar a su fin. La nominada podría salir expulsada o pasar a la otra casa. En cualquier caso, parece que ambos serían más felices sin verse, como ha afirmado la madrileña: "No voy a estar amargada por el niño ese. Estoy incómoda, estoy deseando que me manden a la otra casa. Y perderle de vista". Marcelo Laura
"Me enhebras", suspiró Laura. Ahí, Marcelo no pudo más y tuvo que meter la puya: ¿No sabes hablar ni escribir y sabes lo que es "enhebrar"?
La ofensa hacia su cultura, o al menos hacia su conocimiento de la lengua castiza, hizo que Laura perdiera definitivamente los estribos. "Me repulsa el verte, me entran ganas de vomitar... Te crees muy listo y no empieces a faltarme el respeto, porque ya estás empezando a hincharme los cojones... Tendrás mas estudios que yo, pero a la hora de ser persona no me llegas ni a la suela de los zapatos", le gritó.
El malagueño rehusó a entrarle al trapo. Esto le crea un conflicto de intereses, porque no quiere que desde fuera la gente se crea que la tiene miento: "No voy a permitir que me pisotee".
Parece mentira. Hace tan sólo una semana estábamos hablando de amor-odio. Ahora ya no queda nada de ese dulce amor que compartían, sólo resentimiento y faltas de respeto.
Tampoco lo entiende Marcelo, que en el confesionario razonaba "siente algo por mí y de la noche a la mañana ya no lo siente, no me cuadra".
Por cierto, en favor de la de Parla hemos buscado "Enhebrar" en el diccionario de la RAE: "Decir seguidas muchas cosas sin orden ni concierto". ¿Se la damos por buena?