Rodrigo se ha enfadado con Bea por robar comida y por “reírse con prepotencia” delante de los compañeros. “No me mola que seas así, ni que hables con esa prepotencia”, le ha recriminado. Bea se ha defendido de estas acusaciones pero Rodrigo le ha pedido que no grite y que no le hable mal. Al final, los dos han sellado su reconciliación con el beso.