Mal que le pese a Gonzalo, Igor se está ganando el cariño de Susana a bases de mimos y masajes. A juzgar por los gritos que daba la murciana, la ha debido dejar como nueva. Sin embargo, volver a ver las expertas manos del vasco en acción ha reabierto viejas heridas en Kristian. “Empieza por el cuello y acaba por los pies, ¿eh Sonia?, ¿fue eso o hubo más?”, le soltó a su novia, que se esforzaba por desenredar su pelambrera.
Kristian vuelve a la carga con un tema que parecía olvidado: “No se lo pediste, pero te dejaste”, le recordó. Consciente de que a su chico se le estaba yendo mucho la cabeza, Sonia le advirtió serena: “Luego nunca pides perdón por las cosas que dices de más”. Cierto es que no le pidió perdón de viva voz, pero el ‘pelocho’ le confeccionó un TQ (te quiero) con hojitas del jardín sobre la cama. Algo que le llegó al corazón a la canaria.
Extraños compañeros de cama
Tras la tregua, la noche trajo nuevas peleas entre Kristian y Sonia. Esta vez, porque Nacho se demoró en la cama de la muchacha. Enfurruñado, el futbolista correspondió arropándose junto a Raky, mientras su chica intentaba hacerle entrar en razón: “Ha venido a darme las buenas noches, no lo saques de quicio”.
Kris volvió otra vez junto a su amada, sin que llegáramos a saber con certeza si aquello era algún tipo de broma o (ya se sabe que este chico tiene un humor un tanto peculiar) o una pataleta de niño pequeño. Tampoco Sonia parecía muy segura. Mientras todos roncaban, le rogaba entre susurros que fuera un poquito más normal: “Kris, por favor, no pienses mal de mí, que me cansas mucho, no sé como decírtelo”.