Volcada en su trabajo, Jenny olvida su pasado. "Durante mis años en el East End recorría las calles soleadas. Las madres tenían a sus bebés sin peligro y el mundo parecía resplandecer. Era fácil olvidar los reflejos de oscuridad en aquel diamante y las sombras en los rincones del día más despejado", dice años después Jennifer Lee.
"La vida en el East End había empezado a dejar huella"
Su pasado parecía lejano y casi olvidado. "Antes de llegar a Poplar había estado protegida. Era tímida, resguardada de los aspectos más desagradables de la vida. Me había mantenido en guardia, con la cabeza baja, distante del mundo. Y así creía que estaba contenta. La vida en el East End había empezado a dejar huella. Me estaba volviendo más atrevida pero seguía guardándome muchas cosas en la reserva."
"El fin de la vida de Joe me abrió el corazón"
Poco a poco, Jennifer Lee se adapta la vida de Nonnatus House y a sus gentes. En su estancia en la zona más deprimida conoce mucha gente que cambiará su vida pero es Joe, un veterano de guerra, el que conseguirá sacar a Jenny de su hermetismo. Jenny y Joe pasan horas charlando. Las visitas se suceden pero la muerte pone fin a sus encuentros. Tras una temporada en una residencia, Joe falleció. Jenny nunca podría olvidarle. "Joe se acordó de mí en su testamento. No hacía falta. Nunca le habría olvidado. Había visto empezar muchas vidas pero fue el fin de la suya lo que me abrió el corazón."