El caso se complica cuando el criminal se da a conocer como radioyente de un programa nocturno y afirme ser un miembro del cuerpo de policía, noticia que no tardará en filtrarse a la prensa y que acarreará serios problemas de rechazo popular a la brigada.
Mientras tanto, se celebran las elecciones a alcalde, en las cuales Serrano se alza con el ansiado triunfo. Su despedida deja una vacante en el puesto de comisario. Todos respiran aliviados dando por hecho que Daniel asumirá el cargo, pero la realidad hará bueno el dicho "mejor malo conocido que bueno por conocer".
Por otra parte, Daniel tendrá que elegir definitivamente si intentar retomar junto a Carmen una vida que no siempre ha funcionado correctamente o embarcarse con María en una nueva relación.