De momento, han sido dos días de emociones fuertes en la casa de 'Dejadnos solos'. Como en una versión doméstica de 'El señor de las moscas' los niños y los niñas de este novedoso docushow han afrontado sus primeros retos viviendo como los mayores en una casa sin que nadie les diga lo que tienen que hacer. Han cocinado, han limpiado, han lavado su ropa y, quizás lo más importante, han empezado a establecer una pequeña jerarquía entre ellos donde ya se vislumbra la lucha por el poder.
Pero vayamos por partes y conozcamos a los protagonistas de esta aventura. Por orden alfabético, ellos son:
Aaron (11 años) : Dos son las posesiones más preciadas de esta joven promesa del rock. La primera es su flamante guitarra eléctrica, que le han obsequiado sus papis como premio por sus buenas notas. La segunda es su videoconsola, con la que libera adrenalina y disfruta en sus ratos libres.
Álex ( 10 años): "Disfruto haciendo travesuras y sacando de quicio a mis padres. Soy muy trasto y siempre estoy liando alguna". Angelito...
Álvaro López (10 años): La moto de este pequeño Valentino Rossi no tiene 500 cc pero la menaja como nadie. Álvaro está decidido a ser piloto, y le encanta hacer travesuras con sus amigos.
Álvaro Morato (12 años): Baila flamenco clásico "y lo que le echen". Es muy sensible, y odia a los niños que gritan "y se hacen los chulitos".
Carlos (11 años) es el rey de los deportes. Practica tenis, fútbol, baloncesto. No le gusta que le manden y no soporta a los maleducados.Foto: telecinco.es
Eduardo (11 años): Su madre siempre dice que es muy responsable para la edad que tiene. Odia el desorden. Le encanta la música, toca el piano y va a clases de baile. Atentos a este chaval porque es un líder nato.
Javier (10 años): Atento Zapatero, porque las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Javier de mayor quiere ser presidente del gobierno, ahí queda eso. Con tan solo 10 años se interesa por la politica y le gusta que todo este limpio y ordenando.Foto: telecinco.es
Joao (10 años): De origen brasileño, baila capoerea y tiene un desparpajo asombroso. Sí Eduardo es un líder recto y sensato, este pequeñajo es el cabecilla de muchas de las travesuras del grupo de los niños.Foto: telecinco.es
Y las niñas :
Ainhoa (12 años): A sus 12 años se define como una chica independiente y odia que le den órdenes. Se considera muy ordenada y le obsesiona tener siempre las cosas en su sitio.
Ariadna (11 años): Sorprende desde el primer momento por su desparpajo y madurez. No en vano, ella misma se considera natural y divertida y muy espontánea. "¡No quiero crecer nunca!", sentencia. Además, Ari es la más cocinillas de todas sus compañeras, el horno no tiene secretos para ella.
Cristina (11 años): Tiene unos ojos preciosos pero su mayor talento está en sus pies: juega de defensa en un equipo de fútbol. Disfruta muchísimo cuando se sube a una moto, ya que le encanta el riesgo. Probablemente 'Dejadnos solos' sea el mayor reto al que se haya enfrentado, ya que no tiene ni idea de cocinar
Laura (11 años): Le gusta organizarlo todo. Tiene algo de mal genio y reconoce que sus compañeros la llaman "mandona". No tiene miedo a nada y esta deseando ser mayor.
María (11 años) : Esta pequeña coqueta confiesa que no sale de casa sin su pintalabios. Sueña con ser actriz o bailarina, pero tiene los pies en la tierra: cocina y lava la ropa desde que tiene uso de razón. "Dicen que soy una maruja", bromea
Marta (10 años): Aunque puede parecer tímida ella se considera un trasto. En su presentación nos obsequió con su particular interpretación de 'Colgando en tus manos'
Sara (12 años): Es la má pequeña de cinco hermanos y, claro está, es las niña de sus ojos. Ella misma reconoce que "la miman mucho". Además se considera una chica "muy enamoradiza".
Xiomara (10 años): Este torbellino ha dado más de un quebradero de cabeza a sus compañeras mas organizadas y organizadoras. Lo suyo no es barrer y fregar. Prefiere patinar, hacer pulseras o figuras de plastilina
El abandono de Sandra
Se definía como una gran cocinera, pero sus compañeras ya no podrán probar la repostería de Sandra. Desde las primeras horas de la experiencia, la pequeña sentía como una losa la falta de su familia: "me enecuentro así porque echo de menos a mi madre, mi... todo. Todo me resulta diferente así que me quiero ir".
No pudo soportarlo y al final hizo las maletas dejando el hueco para que entrara María en su lugar. Sus compañeras poco pudieron hacer para disuadirla de tan firme decisión. Su madre la esperaba a pocos metros de la casa.
Los niños son de Marte, las niñas de Venus
Desde la misma llegada a la casa los niños y las niñas se han comportado de manera bien diferente. Mientras ellas deshacían sus maletas de manera mas o menos ordenada, ellos entraron en tromba más preocupado por comprobar la resistencia del mobiliario a los golpes que en instalarse.
Más de lo mismo ocurrió cuando se les pidió que pintaran las paredes de sus habitaciones. Las chicas decoraban las paredes buscando una estética. En cambio los muchachos empezaron bien, pero acabaron lanzando los botes de pintura por los aires, dejándolo todo perdido.
Primeros choques en la convivencia
En el grupo de los chicos destacan dos cabecillas radicalmente distintos en su forma de proceder. Eduardo y Joao, dos niños de indudable carisma, brillan con luz propia en la casa y han llegado a chocar en más de una ocasión por el control de la misma.
Algo similar ocurre en las dependencias de la chicas. Aquí la batalla, si bien menos evidente, se está gestando entre la 'mandona' e irascible Laura y la pizpireta y resuelta Ariadna. Mención aparte merece Xiomara, que ha conseguido desconcertar a sus compañeras con su holgazanería y sus bromas.