Ana se propone sacar al colegio Garcilaso de la mala situación económica en la que se encuentra y, para conseguirlo, toma la drástica decisión de despedir a un docente. La ex-cuñada de Fiti, que tampoco ha despertado simpatía entre los alumnos, solicita a los profesores una desagradable misión: ellos mismos elegirán al compañero que abandonará el centro.
Por su parte Diego recibe la inesperada visita de un familiar cuya existencia desconocía. El hijo de su hermano Francisco, un joven de color y de dos metros de altura, acude a Santa Justa para cumplir su sueño: vestir un traje de luces y convertirse en torero.
Además, el reencuentro con la que fue su cuñada provoca que Fiti evoque su vida junto a Candela. Ana y el mecánico comparten una cena y, tras recordar la complicidad que los unía cuando eran jóvenes, se dan un beso. La situación genera en Fiti una terrible confusión y, además, será tachado de traidor por sus amigos.