La silueta del XC70 D5 es todo un derroche de físico, con un frontal muy definido y una parte trasera que se caracteriza por el dinamismo de sus líneas y por un portón de cristal que nos recuerda mucho al del nuevo Volvo C30. Sin embargo, el detalle más llamativo de la carrocería son estas minicámaras circulares, que avisan al conductor en caso de que otro vehículo se acerque peligrosamente.
Y qué decir del diseño de su habitáculo. Los acabados del salpicadero y del volante están revestidos con una elegancia que bien firmarían marcas como Bentley o Rolls Royce. además, el XC70 D5 cuenta con tres niveles de equipamiento: sport, confort y advanced. La tapicería de los asientos es otro de los detalles que diferencian a un Volvo del resto de fabricantes. Y es que la firma sueca siempre es un referente en términos de comodidad y estética interior. Y eso por no hablar de los 575 litros de capacidad que alberga su amplio maletero.
Pero el plato fuerte llega cuando analizamos a fondo sus prestaciones. Y es que este portento de la naturaleza monta un propulsor turbodiésel de cinco cilindros en V, que rinde 185 caballos de potencia máxima y acelera de 0 a 100 en 9,5 segundos.
Otra de sus ventajas es su reducido consumo de combustible: sólo gasta 8,5 litros en ciclo combinado, una cifra que se agradece en estos tiempos de carburantes por las nubes.
Con estas señas de identidad se presenta en Más que coches el Volvo XC70 D5, la elección ideal para quienes andan a la caza de un todocamino práctico, potente y con unos consumos muy ajustados.