Exteriormente, el A1 Sportback ha crecido ligeramente con respecto al A1 convencional. Ahora es un poco más ancho y alto, pero conserva la misma longitud que el dos puertas. Esto se debe a que solo han crecido el volumen de carga del maletero, y el espacio de las plazas traseras.
El interior del A1 es amplio y tiene unos niveles de calidad propios de segmentos superiores. Además, cada cliente podrá plasmar su estilo personal gracias a la amplia oferta de materiales y embellecedores que propone la marca.
En cuanto al apartado multimedia, el pequeño de la familia de los cuatro aros dispone de un sistema de navegación denominado mimi. Tiene un disco duro de gran capacidad y una gran pantalla a color que reproduce gráficos en tres dimensiones. Además dispone de conexión a internet mediante red wifi.
El diseño exterior del Audi A1 es juvenil y desenfadado. La carrocería esta pintada en dos colores y los pilotos delanteros y traseros son de tecnología led; todo esto le da un aspecto moderno y tecnológico. Además, y de manera opcional, puede equipar el paquete estético s line, con lo que la imagen deportiva del coche está más que asegurada.
Nuestra unidad montaba el motor de 1,4 litros de Audi. Un propulsor que destaca por su buen rendimiento a bajas vueltas, y una elasticidad que le hace superar sin problemas las 7.000 revoluciones por minuto. Rinde 122 caballos de potencia, y encaja a la perfección con la caja de cambios Stronic de 7 velocidades.
En materia de prestaciones, el A1 Sportback es capaz de acelerar de 0 a 100 en 9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 203 kilómetros hora. Por su parte, el consumo no supera los 5,4 litros de consumo medio.