Suiza y Francia se juegan ser líderes de grupo

telecinco.es 19/06/2014 19:23

Ambas llegan colíderes a esta segunda jornada tras abrir bien la competición. Francia, liderada por el madridista Karim Benzema, erigido como 'emperador' tras la ausencia por lesión de Franck Ribéry, se impuso sin problemas a una débil Honduras (3-0). Más sufrió Suiza, que apeló de inicio a la épica para remontar, casi sobre el pitido final, su partido contra Ecuador (2-1).

De momento, domina Europa en un grupo que mide el fútbol del 'Viejo Continente' al americano, con Honduras defendiendo el honor de los centroamericanos y los ecuatorianos, con sus dos Valencia, erigiéndose como alternativa posible en Sudamérica. La primera jornada fue continental, y ahora Francia y Suiza se juegan en una lucha entre vecinos el poder tener más números para la lotería final en que podría convertirse el paso a octavos.

No sería una fase desconocida para Suiza, que en tres Mundiales ha llegado a los cuartos de final, y mucho menos para Francia, que ya sabe lo que es saborear un título mundial. Lo hizo en casa, en 1998, pero después de esta gloria han tenido que encajar varias derrotas, dolorosas, inesperadas pero también provechosas, como las que provocaron el adiós de Domenech en Sudáfrica 2010.

Entonces no pasaron de la fase de grupos, con los 'bleus' hundidos moralmente en una pugna con el estilo de Domenech, que dejó fuera de la lista a Karim Benzema y a Samir Nasri. Este último, tras alguna riña en la selección y una temporada floja en el Manchester City debido a las lesiones, sigue sin poder ser mundialista, pero Benzema ha pasado por todo lo contrario: de olvidado, a líder.

Como emperador galo, Benzema se ha puesto el equipo a las espaldas. Su doblete contra Honduras, en un partido dominado por completo, le sitúa como abanderado de la revolución, la misma que forzada por las lesiones, como en el caso de Ribéry, o decisiones valientes del seleccionador, Didier Deschamps, ha cambiado el panorama de Francia presumiblemente a mejor.

Con Giroud como alternativa arriba, Benzema sabe que el sueño de volver a ser una selección campeona pasa en buena parte por sus botas. Pero también por la fuerza del centro del campo, encarnada en un Paul Pogba polivalente que tanto hace de 'Patrick Vieira' o del propio Deschamps, como de, salvando las distancias, Robert Pirès. Es capaz de cortar el juego rival y de empezar la construcción del ataque galo, con una llegada potentes desde segunda línea.

También sorprende Antoine Griezmann, el joven extremo zurdo de la Real Sociedad que se está consagrando con la selección absoluta. Ayudado por la ausencia de Ribéry, jugó bien ante Honduras y confirmó su ascenso en la línea de poder gala que se vislumbró en la preparación. Eso sí, ante Suiza, podría ceder su puesto a Benzema, que partiría como delantero interior, si Deschamps decide apostar por Giroud en punta.

Esta pequeña revolución francesa, confirmada en la defensa con la presencia del también madridista Raphael Varane o de Mahmadou Sakho, savia nueva y de calidad, se medirá ahora a una Suiza que para nada será neutral. La batalla por la posesión será clave, pues ambos querrán el balón aunque, quien tiene más armas de toque, puede incluso que sea el combinado helvético.

Los Shaqiri, Inler, Behrami y Xhaka aúnan fuerza, resistencia, toque, visión de juego y, por encima de todo, calidad. En ellos nace el juego ofensivo suizo, el mismo que les ha llevado a Brasil como líder de su grupo en la clasificación europea. Y, tras crear, hay que definir, y ahí aparece el 'txuri urdin' Haris Seferovic, primer héroe suizo contemporáneo al firmar, en el minuto 93, el gol que les dio el triunfo inaugural ante Ecuador (2-1).

De los últimos enfrentamientos entre ambos, tres empates y solo dos goles. Pero en este escenario, con una victoria que comportaría prácticamente la clasificación para octavos, se prevé un guión distinto, en que los protagonistas sean los Benzema, Griezmann, Seferovic o Shaqiri. De momento, el Arena Fonte Nova ha visto el 1-5 entre España y Holanda, y el 4-0 de Alemania a Portugal, partidos con goles y espectáculo, también sorpresas. Esta vez, por historia y nombre, la sorpresa sería un tropiezo galo.