Risto ofende gravemente a Sandra

EL METRÓNOMO 04/07/2008 08:21

Risto, Sandra y la Magdalena

En un vídeo perteneciente a una red social que publicita Risto Mejide, este lee un comentario que supuestamente le ha llegado por esa vía, en el cual se dice lo siguiente: "Sandra, si te dan el papel de María Magdalena tendremos otro motivo para comprender por qué el catolicismo va de capa caída". Risto pone cara de poker, su gesto más recurrente, y contesta mirando a la cámara: "Fácil, ¿no? Además, María Magdalena y Sandra yo creo que tienen mucho que ver, sobre todo por su pasado". La última parte de la frase es enfatizada con un levantamiento de cejas y una leve sonrisa cínica.

La interpretación de su comentario no admite muchas dudas, todos sabemos la profesión que se atribuye a la Magdalena antes de conocer a Jesús, al menos en el cristianismo de occidente. De ahí el arrepentimiento del que habla el papa Gregorio Magno y las representaciones de la "Magdalena penitente", que se corresponde con la leyenda según la cual habría pasado el resto de su vida en una cueva en el desierto, haciendo penitencia y mortificando su carne.

El comentario presuntamente sarcástico de Mejide es rechazable por cruel y machista, además de ser injusto y muy probablemente basado en una falsa presunción, fruto de una mente calenturienta. No obstante, da igual en que se base para soltar semejante veneno por su boca, lo grave es que se permita dañar de esa forma a alguien a sus espaldas, sabiendo que no tiene oportunidad de defenderse.

Sandra debería saberlo

Traigo aquí esto, aun cuando no haya sucedido exactamente dentro de la academia ni en el plató de las galas, porque pienso que de algún modo habrán de resolver la situación creada. Esta situación hace que Sandra, una concursante que ha llegado a estar entre los cinco últimos finalistas, no pueda defenderse de un ataque que ha recibido de un miembro del jurado cuya influencia en la opinión pública conocemos todos. Alguien desde dentro del propio organigrama del programa la ha ofendido gravemente, poniendo en solfa su pasado y relacionándola con el pasado del personaje bíblico de María Magdalena. Pero lo más sangrante es que Sandra no lo sabe.

Risto se aprovecha de la situación indefensa de Sandra, a la que puede ofender sabiendo que no recibirá respuesta, no como en la última gala. En este caso Sandra no puede callar a Risto, ni puede defender su honor. Cabría la posibilidad de que otro miembro del jurado le contase este hecho a la ofendida, pero quien ha estado revelando cosas del exterior en las galas ha sido precisamente Risto, y no en beneficio de esta concursante sino de otra. También podría Jesús Vázquez, en beneficio del espectáculo, vestirse de corto y encerrarse en un ring aislado del resto (no vaya a salpicar la sangre) con los dos contendientes, arbitrando un combate que haría reventar los audímetros. 1

Ahora hablando en serio, creo que le deberían mostrar el vídeo de Risto a Sandra, para que conocedora del tema pudiera defenderse, tanto ante la opinión pública como si decidiese responder de otro modo, en cuyo caso habrían de facilitarle asistencia letrada y la ayuda de sus familiares. Pero, sobre todo, que se le de la posibilidad de conocer lo que desde dentro del programa alguien va diciendo intentando manchar su imagen, que junto con la voz, el talento para la música o el arte son los únicos patrimonios de un artista.

Personalmente las palabras de Risto me parecen detestables, y con ellas ya es difícil de mantener la clásica excusa de que está en su papel de jurado hiriente e incisivo. Esto va bastante más allá, sobrepasando lo razonable, pero es que además cuando pronuncia esas palabras no está sentado a la mesa del jurado sino recostado en la cama de un hotel. La actitud permanente machista de Mejide ha quedado acreditada ya desde la temporada pasada (le dijo a Lorena que era como un vibrador, en desafortunado símil), pero no tanto como cuando en esta le ha dicho a Esther que la deseaba hiciese una doble página en una revista o habló del cuello prometedor de Mimi, por ejemplo. Son solamente dos detalles de los muchos que ha tenido hacia las chicas concursantes, y jamás con los chicos, a los que no ha cuestionado ni ha bromeado basándose en sus cualidades físicas ni su condición masculina. 2

No sé si alguien le pondrá freno un día a este sujeto, pero es de todo punto injusto que se haya solicitado repetidamente en esta edición de Operación Triunfo la rectificación a varios alumnos, a los que se les ha hecho pedir perdón, y no se vaya a hacer nunca con lo dicho por Risto Mejide. Las acusaciones presuntamente falsas que lanzó a casi todos los concursantes (menos su protegida) de cometer un delito son de una gravedad importante, y no se hizo nada. Ahora ofende gravemente a una concursante, y no cabe otra opción que solicitarle que se retracte.

Tensión a la mesa

Los momentos que se están viviendo a la mesa son ahora los de mayor interés, y donde se está evidenciando más la situación de cansancio que viven todos, amenazando su estabilidad emocional. El pique entre Manu y Virginia es cada vez más fuerte, y esto se evidencia especialmente cuando hay más gente a su alrededor, lo cual aprovecha aquel para mostrarse cansado de la que ha sido su más cercana compañía en la academia. 3

Parece como si Manu se hubiera cansado de Virginia, llegando a no soportarla, de igual forma que les ha sucedido antes a la gran mayoría de sus compañeros, por no decir casi todos. "Las bromas porten aigua", dice un dicho catalán, o lo que es mismo, lo que se dice en broma de forma repetida generalmente está cimentado en una realidad. Manu le repite a Virginia casi cada día, a cada rato, que está loca, lo cual probablemente es producto del casancio del que hablo.

En la merienda de ayer, Sandra dice que quiere irse y Virginia dice no entenderlo. El diálogo posterior no tiene desperdicio, Sandra argumenta que después de tres meses de encierro necesita salir (algo que no paran de repetir estos últimos días) y Virginia comenta que ella lleva el mismo tiempo. La respuesta de aquella es toda una carga de profundidad: "Pero yo ya tengo trabajo fuera". Lo dice en broma, pero las bromas ya sabemos.

La conversación que he relatado termina con otro detalle impagable de que Manu ha puesto la mira de su objetivo en Virginia, y no creo que pare hasta vacíar su cargador. Como respuesta a la extrañeza de Virginia porque Sandra diga que quiere marcharse, Manu le recuerda a aquella que esa misma mañana se había puesto a llorar solamente porque no podía abrir una puerta. Virginia le responde entonces que no lloraba de pena sino de rabia, como si solamente pudieran sentir rabia unos y otros no.