Andrés Caparrós responde a la carta de su hijo Alonso y lo invita a reunirse con él en el sótano de su casa: "Te estoy esperando con los brazos abiertos. Aquí en la casa tenemos un sótano que cerraríamos a cal y canto para estar a solas el tiempo que tú quieras". Además, en su mail Andrés le pide a su hijo que no cuente que se comunican o si quiere o no que se vean.