Jessi dispara a Cata por orden de Mejía

TELECINCO.ES 04/12/2009 19:56

Sin saber muy bien lo que iba a suceder, Jessi se dirige a la mansión de Mejía para aclarar algunas cositas con el narcotraficante después del susto que le dieron en el Ginger, ya que estuvieron a punto de matarla en el tiroteo a la salida del local. O, quizás es una estrategia para engañarle y sonsacarle cierta información. ¿Hasta dónde sabe? ¿Contrató él a los sicarios?Jessi siempre es una caja de sorpresas y de nuevo desconcierta a Mejía al decirle que sabe quién la tiene. Se la puede devolver, pero a cambio le pide que olvide sus caras, sus nombres y no pasarles nunca factura, él cree que no está en condiciones de pedir nada. Sin embargo, ella insiste en que le va ya a entregar a Catalina y que eso ya es un precio muy alto.

La meretriz disimula y le cuenta que allí había un policía de la Brigada Judicial, el inspector Barrio, el padre de Sandra, lo que le hace pensar que algo está pasando. Además, Jessi añade a la historia que el inspector Barrio "tenía una operación encubierta, a la que Catalina trabajaba para él como confidente. Así que todo este tiempo le ha estado pasando información sobre tus cositas y las mías". Mejía duda de la meretriz y le vuelve a preguntar si se acaba de enterar de todo eso anoche, Jessi no tiene escapatoria y tiene que seguir enmarañando la historia, "yo pensaba que le habían dado la condicional gracias a mí pero todo era una mentira, era todo una trampa para meterme a mí en la cárcel, su libertad en cambio de la mía". Y sin más, Mejía se desahoga con la meretriz, "Daniela no está en México, a mi Daniela me la mataron, Catalina me la asesinó". Jessi no tiene escapatoria, se ha metido en un lío porque Mejía sólo volverá a confiar de nuevo en ella si le entrega a Catalina.

Los 100 kilos de coca de Mejía

Mientras en un hotel esperan Vane, Cris e Iván a que el camello aparezca y pueda darse el intercambio de la mercancía, sin sospechar en ningún momento que Moreno está vivo y que está buscando su mercancía. De repente, llaman a la puerta, es el Moreno, Vane perpleja le mira sin saber qué decir, les ordena a Cris y a Iván que les deje solos, tiene que arreglar cosas con ella del pasado. Pero cuando está a punto de dispararla aparecen en la habitación del hotel Jessi, Mejía y sus hombres y evitan que la mate. Cris se lo agradece pero la meretriz espera que les sirva de lección para un futro, "está claro que no valéis para narcotraficantes".

El precio que tiene que pagar por haber salvado la vida a sus amigas es entregar a Cata al narcotraficante. Mejía la obliga a vestirse como Daniela, con la misma ropa y con una peluca castaña, además le entrega la pistola que le regaló a su hermana para que mate a Cata, "haz lo que tienes que hacer, y no lo haces por mí, lo haces por ti también". En el mirador la está esperando Cata, atónita no entiende lo que está ocurriendo, hasta que Jessi la apunta con la pistola y dispara, "Adiós, Cata".