Fina, Tomás, Paula y el bebé llegan a casa después del hospital. Fina quiere que su nuera descanse tras el parto y se disculpa ante ella por no haber preparado la habitación del pequeño, "todo ha sido tan rápido que no nos ha dado tiempo a preparar la habitación del bebé, ni comprarlo todo".
Pero en ese momento llegan muy contentas Cris y Vane con muchos regalos, traen cosas para el niño, un cochecito, juguetes, ropita, una cuna, todo lo que le falta al bebé. Ellas argumentan que ahora que son tías se tienen que estirar un poquito, Cris ha tirado de tarjeta ahora que ha recibido el premio a la mejor actriz de cine porno. Fina mira sorprendida, le choca lo que acaba de oír, no sabía que Cris rodara películas X.
También en su mente ahora más que nunca está presente Catalina. Su hija no da señales de vida y está muy preocupada, las chicas tampoco saben nada de ella hace tiempo. Vane la consuela, "cuando esté en un sitio seguro va a llamar", Fina eso espera. Ahora sólo le queda esperar noticias de la joven, y ver crecer de cerca a su nieto Jesús.
Tomás salda su deuda
El novio de Fina deja el juego por su familia, gracias al apoyo que ha recibido desde el principio por parte de Paula y de Fina, Tomás ha podido superar su adicción. Pero le quedaba todavía pendiente una deuda contraída con tío Juan, un gitano del barrio al que le debía el dinero por la colección de ropa cunado intentó engañar a la aseguradora.
Para disfrutar de su nueva vida con Fina, con Paula y con el bebé es consciente de que tiene que abandonar su vida anterior, para ello hace llamar a Manuel, el gitano al que debe dinero. Le entrega el collar de zafiros que Cata les dio y así por fin deja atrás el mundo en el que se había sumergido por culpa a la adicción al juego que sufría desde hacía tiempo y que le había llevado a contraer grandes deudas. No estaba dispuesto otra vez a perderlo todo.