Isa se ha llevado las manos a la cabeza cuando se ha visto en el espejo después de casi tres meses sin hacerlo. Isa se ha visto mucho más morena y delgada de lo que esperaba, pero sobre todo se ha alegrado de ver que le brillaban los ojos de una manera muy especial y eso significaba que había sido muy feliz. A la superviviente se le ha hecho muy raro tumbarse en una cama después de tanto tiempo.