Tienen mucha hambre. Comer cada día es uno de los mecanismos básicos del ser humano que aseguran nuestra supervivencia. Es el equivalente del cuerpo a cargar combustible y, nuestros supervivientes, no pueden más. "No he comido nada en catorce días" asegura Paxti enfadado.
Los concursantes estaban muertos de hambre, algunos hasta mareados. "Me he levantado muy deprisa y se me ha nublado todo", decía Patxi preocupado. Y es que ya se va notando cómo pasan los días y los concursantes están más desesperados y con más hambre que nunca. Ésto les ha hecho sobrepasar los límites establecidos por el 'reallity' para poder conseguir comida; así han cazado más de veinte lapas. Sin embargo, los supervivientes de Playa Uva no son los únicos que no han respetado las reglas del programa. Miriam Sánchez, que está en Playa Pelicano, se ha comido un cocofuera de los límites aunque poco le ha importado porque le ha sabido a gloria.
No sabemos si los responsables del programa tomarán medidas al respecto, sin embargo, los concursantes piensan comerse todo lo que han cazado. El hambre aprieta.