Un hombre de 45 años rociaba este lunes con una botella de sosa cáustica a una mujer y a su hija, una niña de 5 años, en la calle de Sant Feliu de Guíxols, en la ciudad de Barcelona. Las dos víctimas sufren quemaduras graves y han sido trasladadas en helicóptero inmediatamente al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Ahora, tras ser dada de alta y verla muy débil entrando en los juzgados de Sant Feliu de Guíxols para prestar declaración, 'El Programa del Verano' ha tenido acceso en exclusiva a las reiteradas denuncias, hasta 10, que se interpusieron contra el agresor.
El agresor la perseguía, agredió a su marido en varias ocasiones y llegó a amenazarla. Más de cinco denuncias en pocos meses: "No se quita de la puerta, Quiere hablar con mi mujer a todas horas. Ayer íbamos con nuestras hijas y él iba detrás llamándola p... por no querer hablar".
Y no paró. No se cansaba: "Últimamente viene a casa un marroquí que dice estar enamorado de mi mujer. Llama al telefonillo y molesta a la familia. Bajé y me enfrenté a él. Me arañó y me torció la muñeca", y así un eterno cruce de denuncias en las que el miedo iba en aumento.
Pronto llegaron las coacciones y el agresor hasta llegó a denunciar a la víctima por intento de atropello: "Un día fui a subirme al coche y él se lanzó encima para simular un atropello. Él se quedó en el suelo e hizo que tenía convulsiones. Hemos puesto muchas denuncias en cinco meses. Si no ponen solución tendremos que cambiarnos de casa pero no podemos con dos hijas ".
Pero no dio tiempo. Se denegó la orden de protección que pidió y ella ahora casi no puede ver y sigue con miedo de que el agresor salga a la calle.