Las declaraciones de la cuidadora y el notario señalan a Arancha Palomino: “La abuela estaba mal alimentada y con la casa sucia, además de carente de todo tipo de capacidad”
Según la primera asistenta, la tía Isabel "usaba los baños del garaje porque no le gustaban los olores que desprendía"
La primera asistenta, sobre el domicilio: "La casa estaba muy desordenada y bastante sucia, había polvo y mucha suciedad en la cocina, era suciedad de por lo menos dos meses”
Uno de los notarios, sobre la tía Isabel: "Examiné a la anciana y me di cuenta de que era una persona ausente y carente de todo tipo de capacidad”
‘El programa del verano’ sigue informando sobre el caso de la tía Isabel. Hoy, conseguimos mostrar las declaraciones de la primera cuidadora de la mujer y de varios trabajadores de notaría.
Las declaraciones de la primera cuidadora
La primera asistente habla sobre sus primeros momentos en el oficio: “En mi primer día de trabajo, Arancha me dijo que Isabel estaba en los lavabos de las zonas comunes, que están en el garaje, porque a ella no le gustaba que hubiera olores en la casa”. En adición a esto trata el tema de la alimentación de la anciana: “En el frigorífico no había de nada, sólo leche y galletas y eso era lo que comía la anciana, yo me llevaba mi propia comida y le daba un poco a Isabel”.
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En adición a esto, la primera cuidadora hace afirmaciones sobre el estado vital de la tía Isabel: “A mí me dijeron que Isabel estaba delicada de salud, pero no me especificaron qué enfermedad tenía, yo a Isabel le veía bien, andaba y hablaba, se lavaba sola y se vestía”. Por último, nos cuenta como estaba el domicilio: “La casa estaba muy desordenada y bastante sucia, había polvo y mucha suciedad en la cocina, era suciedad de por lo menos dos meses”.
Las palabras de los trabajadores de la notaría
La primera auxiliar de notaría cuenta cómo fue su primer encuentro con Arancha y su tía en la oficina: “Isabel estaba totalmente ausente, no reaccionaba a nada, no se comunicaba, no hacía ningún gesto y se lo dije al notario que se negó por el estado de la anciana”. Para finalizar, mostramos las palabras de uno de los notarios a los que se le pidió el trámite de la herencia: “Me llamó la atención que Arancha se presentara con Isabel en ese estado de salud, examiné a la anciana y me di cuenta de que era una persona ausente y carente de todo tipo de capacidad”.
