Marta Riumbau habla de su futura maternidad, cuatro meses después del nacimiento de su primera hija. La exnovia de Diego Matamoros es madre soltera de una niña de la que se quedó embarazada tras seguir su particular proceso de fecundación in vitro. La influencer aún tiene un embrión congelado y está verdaderamente pensando en la idea de hacerse una nueva transferencia para dar a su hija Julieta "el mejor regalo que le podría dar", un hermanito.

Debido a un problema relacionado con su reserva ovárica (extremadamente baja para su edad), la creadora de contenido catalana se animaba hace unos años a congelar sus óvulos. La edad, un matrimonio fallido, su ruptura con Michenlo y posteriormente con Diego Matamoros llevaban a Marta a tomar la decisión de fecundar sus ovocitos. De los embriones fecundados solamente dos sobrevivieron. A día de hoy uno de ellos tiene nombre y apellidos y el otro está congelado.

"El día que tenían que hacerme la transferencia tenía dos embriones. El primero fue Julieta, el otro lo volví a congelar", explica mientras cuenta que el resto de los 10 ovocitos que consiguieron extraerle "se perdieron por el camino".

Marta es "tremendamente consciente" de la suerte que tuvo de que el embrión se implantase en su útero y de que la gestación llegase a término en el primer intento. De hecho, está al "99% convencida" de que "si lo vuelvo a intentar" y se somete a una nueva transferencia con ese embrión que tiene congelado, el resultado "sería negativo".

Sin embargo, el hecho de tenerlo congelado y que exista la posibilidad de poder dar a su hija un hermanito o hermanita es algo que ha despertado un montón de dudas en la influencer, que al principio parecía tener bastante claro que solo tendría un hijo.

Tras recibir el cobro "del tercer pago de la vitrificación" (que por cierto es el doble que los dos primeros años, que son casi 700 euros, una barbaridad"), Marta Riumbau ha estado reflexionando mucho sobre lo que quiere hacer con ese embrión.

La llegada de Julieta lo ha cambiado absolutamente todo y, ahora, Marta se encuentra en una importante tesitura. Su hija nació hace menos de un año, pero su cuerpo envejece y cada día las posibilidades de que esa segunda transferencia sea exitosa son cada vez menores.

Además, no está del todo segura de querer volver a vivir todo el proceso de extracción de óvulos, por lo que para ella ese embrión congelado podría ser su última oportunidad de volver a ser madre.

"La situación es la que es. Yo siempre quise tener cuatro, pero era con otra edad y con otra situación. Julieta me lo pone tan fácil que realmente me hace dudar, porque pienso que un hermano sería probablemente el mejor regalo que le podría dar. Ahora estoy muy bien, muy cómoda y con todo bajo control porque me lo pone muy fácil", reconoce mientras explica que su hija duerme bien, no llora, no tiene cólicos, come bien…

Además, a la empresaria le encantaría poder vivir infinidad de experiencias a su lado, viajar alrededor del mundo y "llenar su cabecita de recuerdos", momentos a los que cree que podría tener que renunciar si un nuevo bebé viene en camino. "No sé si con otro bebé podría hacerlo. Y no sé tampoco cómo yo me sentiría distribuyendo toda mi atención entre dos personitas", dice poniendo de nuevo de manifiesto sus múltiples dudas.

Para ella, en su "cabeza hay un 0.1% de que esa transferencia sea positiva", aun así, está valorando qué hacer con ese embrión. Sea como fuere, tal y como ha reconocido en comentarios de TikTok, este proceso no lo llevaría a cabo antes del primer año de vida de su hija, pues todavía quiere disfrutar de su bebé.

Riumbau sabe que las cosas se pueden complicar con la llegada de un segundo bebé, pero por "edad" (tiene 37 años) "no quiero/puedo esperar" mucho. En este sentido, la influencer se ha dado de plazo como "máximo un año".