Así se hizo el traje de fallera de Violeta Mangriñán, una obra de arte que podría costar más de 60.000 euros

Violeta Mangriñán ha lucido un traje de fallera cargado de historia y artesanía
La exconcursante de 'Supervivientes' cumple un sueño al vestirse por primera vez con el traje regional de su tierra
Así ha sido la ofrenda a la Virgen de los Desamparados de la influencer y su hija
Violeta Mangriñán se ha vestido por primera vez de fallera. Un sueño para la valenciana, que ha podido lucir una auténtica obra de arte llena de historia y artesanía y con un valor incalculable. Tanto el traje como los complementos que ha lucido la exconcursante de 'Supervivientes' para su ofrenda a la Virgen de los Desamparados podrían superar los 60.000 euros.
La emoción de la novia de Fabio Colloricchio vistiéndose de fallera por primera vez ha quedado reflejada a través de las fotografías que ella misma ha compartido. Imágenes en las que podemos verla con su hija Gala, que también ha podido vestirse con el traje típico valenciano, y haciendo entrega de 31 violetas a la virgen.
Después de años recibiendo críticas por haberse vestido de flamenca y no haber lucido nunca el traje regional de su querida 'terreta', Violeta Mangriñán ha dado la campanada vistiéndose con piezas con más de 200 años de historia.
La influencer no puede ser más afortunada. Ha tenido la oportunidad de lucir un traje de fallera confeccionado en espolín, el tejido de seda más deseado, lujoso y exclusivo. Fabricado por artesanos valencianos desde el siglo XVIII, es el que el que lucen las falleras mayores, que desde 2001, cuentan con un diseño destinado exclusivamente a las máximas representantes de las Fallas, las falleras mayores.

El importe de los espolines de la fallera mayor de 2025 y 2026 asciende a 49.005 euros. El que ha llevado la extronista podría triplicar este precio, pues se trata de un "original del siglo XIX" que ha conseguido a través de una famosa tienda de antigüedades especializada en textiles. "No hacen vestidos de fallera, coleccionan piezas de anticuario y crean obras de arte a través de ellas", ha presumido a través de las redes tras vestirse de fallera por primera vez.
También del siglo XIX, "aproximadamente de 1860" es la mantilla que ha llevado. "Una verdadera joya en forma de media luna realizada en punto de aguja de Bruselas" de varios miles de euros. Lo mismo que podría costar el corpiño, "confeccionado con patronaje antiguo con peto suelto" y una "seda antigua adamascada valenciana del siglo XIX".
Otros detalles que hacen que el precio de este traje de fallera se eleve notablemente son "el cuello y el delantal a conjunto", bordados "en punto duquesa y centros a la aguja"; y la "botonadura antigua esmaltada a mano" que lleva en las mangas. Lo mismo que el cancán a medida que se ha hecho solo para ella "en tiempo récord", con su nombre "bordado en oro".
Violeta asegura que no ha colaborado con las empresas que se han encargado de vestirla para su ofrenda. Sin embargo, reconoce que hay cosas que "no me han querido cobrar". También hay objetos, como sus zapatos, que por su altísimo valor, Violeta ha tenido que devolver. Los que ha lucido son, tal y como ella misma reconoce, "una joya de anticuario". A pesar de estar dispuesta a pagar por ellos una desorbitada cantidad de dinero, "no me los han querido vender". "Se los quedan ellos. Me conformo con haberlos podido llevar", ha explicado a sus seguidores.
Las joyas que lleva también tienen historia. Son réplicas de las que lleva la Virgen de los Desamparados, patrona de los valencianos. Los pendientes, de plata bañada en oro, con perlas y coral rojo tallado en forma de rosas, se venden por 2.200 euros y van a juego con el broche que Violeta llevaba en el pecho; a la venta por 2900. La gargantilla de perlas está elaborada en plata bañada en oro y se vende a un precio de 990 euros.
El propio joyero que las comercializa cuenta la "historia única y especial" de estas piezas. En su taller se lleva a cabo la restauración de los pendientes originales que luce la imagen de la Virgen de los Desamparados durante sus traslados. "Ofrecimos este trabajo de manera altruista al arzobispado, con la única condición de conservar los moldes utilizados en la restauración. "Esos mismos moldes han servido de base para dimensionar a escala humana los pendientes y la joia, lo que significa que las piezas son una réplica exacta de los aderezos de la Virgen", explica Alejandro Vicente.
Las peinas y peinecillos, las agujas, los postizos del pelo, así como el trabajo de maquillaje y peluquería, terminan de completar este look con el que Violeta Mangriñán cumple por fin su sueño de verse vestida con el traje típico de Valencia.

