El desgarrador testimonio de Cassie, la exnovia de Diddy Combs: "Me tiraba al suelo y me pisaba la cabeza"

Diddy Combs y Cassie, en una imagen de archivo.. Cordon Press
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Este pasado lunes ha arrancado el juicio contra el rapero Sean Diddy Combs, acusado de numerosos delitos sexuales y que se encuentra en prisión preventiva desde el año pasado. Así, ya han comenzado los alegatos de las partes implicadas en el caso y se espera que el proceso dure ocho semanas.

Ha sido este pasado martes cuando ha llegado el turno de Cassie Ventura, exnovia del magnate, de dar su versión de los hechos. Cassie fue la persona que demandó a Sean en noviembre de 2023 por violación, abusos y malos tratos y de quien se filtraron las imágenes de Combs agrediéndola físicamente en un hotel de Los Ángeles en 2016.

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La cantante, que ha testificado embarazada de ocho meses fruto de su matrimonio actual con Alex Fine, ha revelado una serie de acusaciones estremecedoras sobre su relación, marcada por el abuso físico, emocional y sexual, la manipulación y el control coercitivo ejercido por Combs, así como detalles de las fiestas sexuales.

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Abuso físico y emocional durante su relación

La cantante ha relatado que las discusiones con Combs solían terminar en maltrato físico. "Me tiraba al suelo, me arrastraba, me pateaba y me pisaba la cabeza si me caía", se ha lamentado.

Ventura también se ha sincerado sobre la noche en la que el intérprete la agredió en el hotel en 2016. "Me golpeó, vi el resultado y supe que tenía que salir", ha testificado.

"Lo siguiente que supe fue que me tiraron al suelo. Fue rapidísimo". Cuando se le ha preguntado por qué permaneció en el suelo mientras la pateaba, ha afirmado: "Porque sentía que era el lugar más seguro donde estar".

Los detalles de las fiestas sexuales

Cassie, que mantuvo una relación con Combs entre 2005 y 2018, ha descrito cómo, desde el principio de su relación, fue sometida a un control absoluto.

Según su desgarrador testimonio, Combs le proporcionaba drogas como éxtasis, MDMA, ketamina, marihuana y setas y la instaba a consumirlas. Ha asegurado que recurrió a este tipo de sustancias para disociar durante los 'freak offs' -encuentros con trabajadores sexuales-. "Sentía que era lo único que le servía. Para mí, las fiestas eran disociativas y adormecedoras. No podía imaginarme a mí misma haciendo nada de eso sin tener algún tipo de amortiguador o una forma de no sentirlo como lo que realmente era", ha aseverado.

Asimismo, ha señalado que el cantante la obligaba a participar en actos sexuales con otros hombres, los cuales eran grabados por él. Ha incidido en que, en un primer momento, accedió a participar en estos 'freak offs' porque estaba enamorada y porque temía una reacción violenta por parte de Diddy, que ya había empezado a mostrarse abusivo con ella, según su relato.

"No recuerdo todos los encuentros porque ocurrían con mucha frecuencia, y también por el uso de drogas (…) Me sentía humillada, no quería hablar de ello con nadie", ha contado la artista entre lágrimas añadiendo que, en uno de esos encuentros, un trabajador sexual le orinó encima, siguiendo las órdenes de Diddy: "Fue humillante y asqueroso. Levanté mi mano (indicando que se detuviese) y Diddy me dijo que parara". Al ser preguntada por la fiscal Emily Johnson "por qué no dijo que no", Cassie ha respondido: "Creía que estaba claro que yo no quería".

Además, ha manifestado que Combs decidía todos los aspectos de estas actividades, desde la vestimenta que debía llevar la artista, que a menudo incluía una máscara para tapar su rostro y tacones "extremadamente altos", hasta la iluminación de las habitaciones en las que tenían lugar estos actos sexuales, que solían incluir grandes cantidades de aceite para bebé que, de acuerdo a la víctima, se usaban para lubricar tanto a ella como al trabajador sexual.

De acuerdo a su testimonio, las relaciones sexuales con otros hombres, que ya se habían convertido en su "trabajo", sucedían mientras Combs observaba y podían durar dos o tres días seguidos. Tenían lugar en hoteles de Nueva York, Atlanta, Los Ángeles, Miami, Islas Turcas y Caicos e Ibiza, entre otros. Su primera experiencia en un evento de este tipo ocurrió cuando tenía 22 años.

Ventura ha declarado que el motivo por el que no huyó era por miedo a ser chantajeada con videos e imágenes de su participación en los altercados, además de ser amenazada con violencia. "Tenía muchos recursos" para difundir esas imágenes. "Siempre pensé que, de alguna manera, me haría daño. Es difícil decidir en ese momento qué necesitas cuando él te dice lo que quiere".

Por su parte, el productor se ha declarado inocente de todos los cargos y se enfrenta a una pena de entre 15 años y cadena perpetua si es declarado culpable de todos ellos.