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Conflictos familiares

Irene Rosales comparte una inesperada reflexión tras las ausencias en la comunión de su hija

Irene Rosales, exconcursante de 'GH DÚO'. Instagram: @irenerova24
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Irene Rosales ha tratado siempre de mantener una postura discreta en los temas referentes a la familia Pantoja. La exconcursante de 'GH Dúo' suele guardar silencio siempre con todo lo relacionado a estos temas. Sin embargo, tras lo vivido el pasado domingo en la comunión de su hija, marcada por notables ausencias como la de Isabel Pantoja, y tras la confesión de su marido sobre su mal momento personal, la sevillana no ha podido evitar manifestarse y ha compartido una profunda e inesperada reflexión que pone sobre la mesa la decisión que ha tomado.

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La de Gines parece haberse cansado de ser la mediadora de la familia. Aunque no lo ha señalado de manera directa, todo apunta a que con su reflexión palabras estaría haciendo referencia al desgaste vinculado a las tensiones que desde hace años existen dentro del clan Pantoja. Este duro post, podría estar marcando sus límites.

"Yo ya di por terminada mi etapa de intentar sostener vínculos, que se vaya quien se quiera ir"

La empresaria ha rescatado una publicación hecha por Diario de reflexión el pasado mes de octubre. Ahora, tras la comunión de su hija y después del revuelo que esta misma ha generado, ha decidido repostearlo a través de sus historias temporales. Esta cuenta de Instagram se dedica a compartir frases diariamente con el objetivo de hacer reflexionar a quién las lea. En la que Irene Rosales ha compartido puede leerse un llamativo mensaje.

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La andaluza, que en los últimos días ha sido varias veces preguntada por la prensa y ha guardado silencio en todas ellas, parece estar rompiendo su silencio con esta publicación, en la que se puede leer lo siguiente: "Yo ya di por terminada mi etapa de intentar sostener vínculos, que se vaya quien se quiera ir".

Que la mamá de Ana y Carlota lo haya compartido justo a través de sus stories es cuando menos significativo. De estas palabras se desprende una idea clara: parece encontrarse en un momento de ruptura emocional y haber tomado una decisión firme de soltar responsabilidades que no le corresponden.

Irene lleva años demostrando ser una figura de equilibrio en medio de conflictos familiares. Su mensaje podría estar dirigido indirectamente a quienes esperaban que siguiera interviniendo o reconciliando posturas, dejando claro que se ha cansado y que, a partir de ahora, prefiere priorizarse y centrarse estrictamente en la familia que forman ella, su marido y sus dos hijas.