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El complemento con más de 100 años de historia que hizo brillar a Makoke en la boda de Michel Salgado

Makoke
Makoke, exconcursante de GH VIP y Supervivientes. Cordon Press
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Los expertos en moda coinciden en que Makoke fue una de las invitadas mejor vestidas en las bodas de plata de Michel Salgado y Malula Sanz, celebradas este fin de semana en Baiona, Galicia. La exconcursante de 'Supervivientes' llamaba la atención con su moreno hondureño, vestido color OUTDOOR y chal de más de un siglo de antigüedad.

La exconcursante de 'Supervivientes' conseguía eclipsar al resto de asistentes VIP con su apuesta de estilo, formada por un elegante y colorido vestido de seda lavada en tonalidad azul aguamarina con flores estampadas y salpicadas a lo largo de todo el diseño. Cortado al bies, con un hombro caído y frunce lateral, se trata de un diseño firmado por Juan Vidal, a la venta por 750 euros.

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Lo complementó con un accesorio de valor incalculable: un chal de seda mexicana de color rosa chicle perteneciente a la familia de María José Giaever - verdadero nombre de Makoke-.

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La exconcursante de 'Gran Hermano VIP' nació en Málaga en el seno de una acomodada familia numerosa. Su padre era noruego, su madre tenía raíces gallegas.

Aunque no ha especificado, el chal que ha llevado a la boda de Salgado podría haberlo heredado por parte de alguna de sus tías por parte de madre. Y es que, durante el siglo XIX, época en la que data la fabricación de este precioso fular, hubo mucha migración de gallegos al continente americano.

Una pieza así, con más de 100 años de historia y tejida y enflecada muy probablemente a mano, cuenta con un gran valor cultural, artístico y patrimonial. No solo por personas que lo hereden, como Makoke, sino también por coleccionistas o museos textiles.

Makoke presume de su herencia familiar

"Era de mi tía, tiene más de un siglo. Es de seda mexicana, es un chal mexicano de seda superbonito. Lo tengo desde hace mucho tiempo", señalaba con orgullo la madre de Anita Matamoros a través de sus stories mientras se dirigía junto a su prometido Gonzalo a las bodas de plata de sus amigos.

Las imágenes que Makoke ha mostrado muestran una pieza en excelente estado de conservación. Su color, rosa brillante, sigue muy vivo, lo que habla del gran mimo y cuidado con el que ha sido guardado durante todos estos años. Los flecos y el encaje también parecen perfectos.

Para preservar una pieza así, se recomienda guardarlo en una caja, envuelto en papel de seda y protegido de la luz directa y de la humedad. Cambiar la forma de doblarlo de vez en cuando para evitar marcas permanentes también es recomendable.

Su uso como para eventos especiales, como ha hecho Makoke para completar su look de invitada a la boda de Salgado y Malula, puede ser una gran opción. Estos aportan elegancia y sofisticación gracias a la caída y brillo natural de la seda, que consiguen elevar cualquier conjunto. Los flecos y el encaje artesanal también son un valor añadido añaden un toque artesanal y detallista que contrasta con vestidos más simples.